¿Qué estudiar luego de la escuela secundaria?

Gabriel Sánchez Zinny

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"Me decidí a estudiar cuando tenía casi treinta años, porque no había podido desarrollar mis estudios antes. Decidí empezar si bien era una de las más adultas en mis clases de gastronomía", nos cuenta Julieta Pulgar, alumna del Instituto Terciario ISEPT de Bariloche. "Antes no había tenido posibilidad laboral alguna, hoy tengo dos trabajos y los obtuve a partir de mi paso por el instituto, que me dio la herramienta justa que necesitaba para poder estar hoy acá".

Tenemos poco conocimiento en general de las ofertas de educación superiores no universitarias en la Argentina. Los alumnos las desconocen, al igual que el sector socioproductivo. Un claro ejemplo es la creciente demanda de profesionales capacitados en la industria tecnológica y la falta de talentos manifestada por el sector. Sin embargo, no se trata necesariamente de falta de recursos, sino en todo caso de desconocimiento y articulación entre actores. Como comentaba Sebastian Biagini, gerente de Red Hat, una de las principales empresas de soluciones tecnológicas de código abierto, en una reciente entrevista en El Cronista: "No se trata solamente de falta de egresados de las carreras de ingeniería o ciencias exactas, sino también de generar otras alternativas académicas, como las escuelas técnicas o las tecnicaturas de corta duración".

¿Pero qué sucede en la mayoría de los países desarrollados? La educación terciaria es una alternativa postsecundaria valiosa y prestigiosa, con posibilidades de inserción laboral concreta e ingresos atractivos para muchos jóvenes y adultos. Los politécnicos o community colleges, sean de orientación técnica o humanística, preparan a los alumnos con las habilidades necesarias para desarrollarse profesionalmente en un mundo laboral dinámico e incierto en el que la actualización constante es fundamental.

A la vez, los jóvenes y los adultos en todo el mundo buscan cada vez más opciones que les permitan adquirir estas habilidades y competencias, que sean flexibles en la modalidad y la carga horaria de la cursada; que puedan ofrecerles una salida laboral rápida, específica y realmente conectada con la demanda del sector socioproductivo. En definitiva, opciones de formación más adecuadas al mundo global de competencias y saberes en el trabajaremos las próximas décadas.

En nuestro país contamos con más de mil institutos terciarios, de gestión pública y privada, que brindan especialidades de las más diversas: desde turismo, hotelería y gastronomía hasta enfermería, salud-seguridad, ambiente e higiene, electromecánica o aeronáutica. Sin embargo, todavía son pocos los alumnos que se benefician de ellos, si tenemos en cuenta la realidad de una minoría que termina sus estudios universitarios y de una Argentina en la que, como evidenció el estudio que hicimos desde el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), "Capacidades 2020", crece la demanda de perfiles técnicos calificados: enfermeros profesionales, analistas de sistemas o técnicos gerentes para pymes.

Frente a este escenario, entre el INET y los ministerios de Educación provinciales coordinamos una campaña de concientización sobre la variada oferta de educación superior no universitaria y las ventajas que esta representa para los estudiantes. Convocamos a alumnos y egresados de terciarios de todas las provincias a dar a conocer su historia de vida a través de videos testimoniales. Allí cuentan cómo su paso por el instituto terciario les abrió las puertas para su trabajo actual. Las historias de Andrés Urzagasti, analista de sistemas de Santa Fe, Ramón Casas, técnico en gestión de pymes agropecuarias de La Rioja o Lidia Aranzana, estudiante de enfermería de Miramar, son conmovedoras y alentadoras, a la vez que evidencian el gran potencial que tienen las carreras terciarias.

Desde el INET hemos avanzado, también en articulación con todos los ministerios provinciales y los niveles educativos, en algunos pasos fundamentales para revalorizar la educación superior no universitaria, adaptarla a las nuevas realidades y las necesidades de los alumnos del siglo XXI. Pero creemos importante también acompañar estas medidas no sólo brindando a los alumnos información y datos estadísticos que les muestren la demanda de perfiles por parte del sector socioproductivo, sino también acercarles experiencias valiosas de historias de vida reales que han encontrado en la educación terciaria una base potencial para su desarrollo profesional y personal.

 

@gzinny

 

El autor es director Ejecutivo del INET, Ministerio de Educación y Deportes.