Aliança Catalana, el partido liderado por una “admiradora” de Puigdemont que acabó “harta” y ahora quiere tentarle para gobernar

El primer punto del programa electoral de Aliança Catalana recoge la declaración unilateral de independencia y la “toma de control del territorio” instaurar el Estado independiente del “Principado de Cataluña”

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Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll, presenta su candidatura al Parlament en las elecciones del 12-M como número 1 de Aliança Catalana.

La fuerza ultraderechista e independentista Aliança Catalana (AC) aspira a tener un hueco en el Parlament tras las elecciones de Cataluña del próximo 12 de mayo. Según las encuestas, el partido liderado por la alcaldesa de Ripoll (Girona), Sílvia Orriols, podría obtener entre uno y tres escaños, lo que supondría irrumpir en la cámara parlamentaria después de conseguir la alcaldía del municipio gerundense después de las elecciones municipales de hace casi un año.

Siguiendo las estimaciones previas a la cita con las urnas, la mayoría de encuestas y sondeos dejan en el aire la mayoría del bloque independentista, un cambio de paradigma con respecto a los últimos procesos electorales desde que la cuestión territorial comenzó a marcar la política catalana, a partir de 2012. Si el PSC no consigue atraer a ERC para formar un gobierno de izquierdas tras el 12-M y la suma de Junts, ERC y la CUP no supera los 68 escaños (la barrera de la mayoría absoluta), el papel de Aliança Catalana podría ser decisivo de cara al futuro ‘govern’ de la Generalitat.

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De entrada, los principales partidos han vetado de manera clara a esta fuerza, que basa sus discursos en el supremacismo y la xenofobia. ERC, la CUP y Comuns Sumar se comprometieron a “no colaborar de ninguna forma” con Vox y Orriols. De la misma manera, el candidato del PSC, Salvador Illa, que aspira a ganar las elecciones, ha dejado claro que hablará con todos los partidos, “excepto con los que abanderan el discurso del odio”, en alusión a las extremas derechas nacional y catalana.

Asimismo, Carles Puigdemont, el candidato con opciones de encabezar el bloque independentista, ha dado portazo a Aliança Catalana. En una entrevista reciente en El Periódico, el expresidente de la Generalitat ratificó su rechazo a pactar con esta fuerza: “De ninguna forma. No haremos ningún acuerdo con Aliança Catalana”, señaló para apartar al partido de Orriols del bloque.

La líder de Aliança Catalana, alcaldesa de Ripoll y cabeza de lista del partido por Girona a la presidencia de la Generalitat, Sílvia Orriols, durante su intervención en un acto de campaña. (EFE/Andreu Dalmau)
La líder de Aliança Catalana, alcaldesa de Ripoll y cabeza de lista del partido por Girona a la presidencia de la Generalitat, Sílvia Orriols, durante su intervención en un acto de campaña. (EFE/Andreu Dalmau)

Sin embargo, ante la posibilidad de un bloqueo en la gobernabilidad y la amenaza de la repetición electoral, la irrupción de este partido en el Parlament podría poner en apuros la promesa de Puigdemont, ya que el partido ultra podría ser decisivo a la hora de permitir o impedir su eventual investidura.

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Sílvia Orriols reconoció en una entrevista en Crónica Global que fue “una gran seguidora y admiradora del presidente Puigdemont hasta que me di cuenta de que ya estaba bien de que nos tomase el pelo”. En esa conversación, la cabeza de lista de Aliança Catalana llamó a “acabar” lo que Puigdemont “comenzó”, es decir, ejecutar el mandato de las urnas del referéndum ilegal del 1 de octubre, el principal leitmotiv que mueve a Junts.

Crear un “Principado de Cataluña”

El primer punto del programa electoral de Aliança Catalana recoge la declaración unilateral de independencia y la “toma de control del territorio” instaurar el Estado independiente del “Principado de Cataluña”. Hasta que no haya “mayoría parlamentaria para declarar la independencia”, AC promete trabajar para “tener el país preparado para la secesión”, estableciendo “contactos” con otros estados, “dando imagen de país soberano diferente a España”, aumentando la “soberanía energética”, “alimentaria”, promoviendo la “independencia financiera” y fomentando que el tejido empresarial y productivo de Cataluña “esté en manos catalanas”.

En el marco de sus planteamientos xenófobos, AC plantea una “moratoria” en inmigración. “Necesitamos cerrar las fronteras a los inmigrantes económicos hasta que Cataluña vuelva a tener capacidad de integrar los extranjeros en la lengua catalana. Promoveremos una política migratoria restrictiva hasta que el nivel de paro baje y los salarios aumenten a niveles europeos”. Asimismo, el partido de Orriols quiere “una integración de los inmigrantes legales en la lengua y cultura catalanas para que, tanto ellos como los hijos puedan convertirse en catalanes y contribuir al desarrollo y crecimiento de Cataluña”.

Asimismo, AC aboga por utilizar “todos los recursos disponibles dentro de las competencias autonómicas para promover el catalán y hacerlo indispensable para vivir en el país”. “Haremos todos los posibles para que el catalán recupere la dignidad de lengua nacional que le corresponde”, añade el texto en el que también propone establecer el castellano como lengua “opcional” en Educación.