El Movimiento Laudato Si y su impacto en la formación ambiental y social de las comunidades en Argentina

Las representantes del movimiento asistieron al auditorio de Ticmas dentro de la FIL para hablar sobre cuál es la misión de la organización sobre las acciones ambientales construidas desde la educación

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Silvia Alonso y Sandra Veiga hablaron con Ticmas sobre las acciones de Movimiento Laudato Sí. (Agustín Brashich/Ticmas)
Silvia Alonso y Sandra Veiga hablaron con Ticmas sobre las acciones de Movimiento Laudato Sí. (Agustín Brashich/Ticmas)

Las representantes de Movimiento Laudano Sí conversaron con Ticmas sobre cuáles son los objetivos que busca la organización a nivel educativo, así como la optica frente a los problemas ambientales que se enfrentan en toda la región, así como a nivel global.

Agustín Grizzuti dialogó con Silvia Alonso, coordinadora del Movimiento Laudato Si para Iberoamérica, y Sandra Veiga, animadora de animadores, para comprender mejor el papel y la importancia de los animadores dentro del movimiento y la visión pedagógica que lo sustenta.

En la conversación dentro del auditorio de Ticmas en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires,

Movimiento Laudato Sí

-¿Qué significa ser animadora de animadores del movimiento Laudato Si?

-Sandra Veiga: Ustedes saben que para ser animador del movimiento hay que hacer un curso. Primero se hace un curso, una capacitación que está abierto a toda la comunidad y después uno empieza a caminar ese trayecto de ser animador y de formarse y de capacitarse. Uno empieza a darse cuenta que tiene algo más para dar, que puede hacer algo más. Uno hablaba con el equipo y de ahí bueno se empieza un camino nuevo, que es esto de empezar a motivar a otros a que hagan aquello que les guste, que tengan ganas, que les sirva a los demás. Porque la idea del movimiento es eso, es tener justamente actividades, movimiento. Es tener actividades que motiven a otros. Entonces ese es mi rol hoy en el movimiento.

-Silvia, ¿entonces la formación la pedagogía es central en el movimiento?

-Silvia Alonso: Hay muchas cosas que hace el movimiento, pero creo que lo que decía recién Sandra es por ahí lo que antes yo hablaba de eso, como decir la puerta de entrada es un programa de formación que es el mismo en todos los que hablan el mismo idioma, porque se da el curso. El programa lo llama el “Movimiento a nivel global en distintos idiomas”, así que un argentino, un panameño o un mexicano comparten durante lo que dura el programa, que es aproximadamente un mes, un mes y medio depende del ritmo de cada uno, esa pedagogía con un aval que para mí es muy importante, que es del Cebitepal, el Centro de Formación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), es la puerta de entrada. Vemos un poquito: qué es el movimiento, en qué lugares del mundo está, qué dice la encíclica Laudato Si, qué significa ser animador o que es un círculo Laudato sí. Vamos construyendo juntos.

Sandra Veiga qué es y cual es la importancia de ser animadora de animoadores. (Agustín Brashich/Ticmas)
Sandra Veiga qué es y cual es la importancia de ser animadora de animoadores. (Agustín Brashich/Ticmas)

El presente y el futuro del movimiento

-En este construir juntos, que acaban de tener un cambio de autoridades a nivel global. Tomás Insúa, que es argentino, ahora fue reemplazado por Susana Réfega. Para ti, ¿qué debería quedarse del movimiento y qué debería cambiar hacia el futuro?

-Silvia Alonso: Tengo la sensación de que el movimiento creció aceleradamente. Tomás era un impulsor de cosas y de hacer y de crecer, y lo sigue haciendo ahora. Sigue en el movimiento, no está como director ejecutivo, pero está de lleno con el proyecto ASIS. Mi sensación es que hay que seguir creciendo, mi sensación es que hay un esfuerzo muy grande que hacer con la formación en temas tan complejos como son los temas de la encíclica de Ambiente y Desarrollo. Lo hablaba el otro día con la que sí es la directora regional que quizás llegó el momento de hacer como si fuera el posgrado de animador, porque el programa de animador está hecho para que cualquier persona, independientemente de su formación pueda hacerlo y pueda entender un poco de qué trata la encíclica. Pero hay un montón de profesionales ahora de Argentina, por ejemplo, haciendo el programa de animadores que son doctorados, directores de escuelas católicas importantes, entonces creo que tenemos que hacer como otro nivel. Eso por un lado, y por otro lado, me parece que hay que incluir la formación en estos temas, en los seminarios, en el clero, porque la verdad es que los curas no entienden nada, tienen “el bocho hecho”, como decimos acá, para la pobreza. Y todavía no logramos, no solo en ellos, sino en la mayor parte de la población, entender la relación entre el medio ambiente y la pobreza.

Medio ambiente y Laudato Sí

-¿Laudate Deum viene a a enraizar esto o tal vez faltaría algo que lleve a esto que estás diciendo?

-Silvia Alonso: Hay mucho para llevar. Como todo lo que hace Francisco, Laudate Deum salió en un momento apropiado, porque venía la Cumbre de Cambio Climático (COP) y vimos que la realidad es que se está haciendo poco. Siempre tenemos alguna excusas, esta última fue la guerra de Ucrania, entonces los combustibles y no podemos hacer la transición energética, un montón de cosas más. Pero me parece que aprovechó eso, Francisco lo pública justo antes de que venga la COP como para influir en las decisiones que se toman. Te contaba que estuve en un proyecto de investigación sobre lo que Francisco llama el paradigma tecnocrático, es esa creencia de que la tecnología y los avances tecnológicos van a resolver todos los problemas. Y la realidad es que todavía no podemos resolver muchos problemas generados por las buenas tecnologías. Me hizo acordar del de mi última carrera en el que fue profesor de justamente de Políticas Ambientales, que decía que muchos de los problemas que tenemos hoy son el resultado de las buenas políticas decididas hace años atrás.

-Hace un par de días leí una nota de Vaca Muerta que anunciaban que una empresa había implementado un extractor de crudo, que funcionaba con energía solar. Digo, qué oxímoron, porque estamos planteando como un éxito comunicacional que estamos implementando tecnología limpia para sacar tecnología contaminante.

-Silvia Alonso: Es como decir “limpio la suciedad”. Leí un título que decía “descarbonizar Vaca Muerta”, como decir le sacamos las emisiones de gases, pero Vaca Muerta es uno de los gases de efecto invernadero, pero que durante algunos años, incluso en este país, se vendió como un “buen combustible” para hacer la transición. La realidad es que se está viendo que no es así. Normalmente se habla de dióxido de carbono, pero todos los demás gases de efecto invernadero lo que se hace es un cálculo y por eso se habla de dióxido de carbono equivalente, que es una mezcla de dos cosas: del potencial calórico y de la duración en el ambiente. El metano es no sé cuántas veces más potente en términos de generación de calor que el dióxido de carbono. Eso sí, dura menos en el ambiente, con lo cual es preciso reducir drásticamente para poder equilibrar, porque como vamos, vamos mal y tenemos las experiencias a la vista. No es algo que va a pasar, es algo que está pasando. Creo que pensar -y esa así, es una llamada de atención de Laudate Deum-, es creer que con tecnología voy a resolver todos los problemas. No es adecuado Es cuando el hombre se cree que puede ser Dios.

Las representantes de Laudato Sí hablaron con Agustín Grizzuti sobre docencia y cambio climático. (Agustín Brashich/Ticmas)
Las representantes de Laudato Sí hablaron con Agustín Grizzuti sobre docencia y cambio climático. (Agustín Brashich/Ticmas)

Plantar la semilla de la esperanza

-¿Cómo es esto de plantar semillas de esperanza y este caso de éxito?

-Sandra Veiga: El papa Francisco nos aportó no solamente la encíclica en su momento, donde nos pide esto de poder motivar a otros y lograr un una justicia social. Después nos aportó el pacto educativo global, que ahí es donde nos da estas herramientas y nos habla de soñar juntos un futuro mejor para todos. Entonces, bueno, juntando todo esto podemos saber que hay en las escuelas, que es mi ámbito. En las escuelas se puede trabajar el tema y se puede trabajar con cada uno de los estudiantes en todos los niveles, desde inicial hasta terciario y universitario, plantando justamente esto de pensar una diferencia, de pensar que somos capaces de lograr ese cambio y todos los docentes tenemos este arma que amamos, que podemos transformar realidades en nuestros estudiantes y sabemos que hoy por hoy el futuro son ellos y que ellos son los que van a lograr ese cambio. Por eso esta esto de ser esperanzador. La encíclica nos aporta vectores que podemos utilizar como lineamientos y como un buen vector, no tienen módulos, ya sabemos donde iniciamos, vemos hasta dónde podemos llegar con esta información. Esto es importante que todos los docentes lo sepamos desde la Constitución Nacional que nos habilita la información en ambiente. La Ley de Educación Nacional que promueve valores la Ley de Educación Ambiental directamente también esto de fomentar actividades que promuevan un bien común. Y por último el Cofema, que es el Consejo Federal de Medio Ambiente, donde habilita hablar de la encíclica en todos sus ejes, en todos los ámbitos formales y no formales, de nuestro país. Entonces cualquier docente puede utilizarla como un eje que pueda orientar a trabajar los temas de la encíclica, que a veces no todos piensan que solamente se puede hacer en un colegio católico.

-¿Cuál es la estrategia real, adecuada y concreta para que se pueda llevar a cabo una implementación de Laudato?

-Sandra Veiga: Me parece que lo que aporta son los ABP, los trabajos basados en trabajos solidarios Tenemos la fundación que nos orienta todo este tipo de proyectos solidarios, sobre todo estos basados. En proyectos de aprendizaje basados en proyectos y servicios donde logramos que. Primero, sabemos que el docente hoy está enfrentando este nuevo paradigma de la complejidad, donde cada aula es un ámbito diferente. Sí, es desafiante, hay que dejar llevar la imaginación y que volemos como docentes y poder lograr que cada uno pueda participar en estos proyectos. Es complejo, pero es la realidad que tenemos y tenemos muchas herramientas. Y cuando logramos que los chicos se involucren, cada uno desde su lugar, desde su conocimiento, desde su habilidad natural, se puede construir juntos ese conocimiento.

El trabajo docente

-¿Cómo crees que puede llegar a ser un abordaje válido para colegios laicos y católicos? Una buena estrategia abordar esto

-Sandra Veiga: Primero tiene que ser una decisión del equipo de conducción del establecimiento. Sin ese apoyo los docentes no podríamos hacer nada. Después a nosotros particularmente nos tocó poder armar como una orientación, una guía para primero informar a los docentes, o sea, que el docente no tenga miedo de aprender algo nuevo. Siempre se puede, tenemos la capacidad y es escuchar, investigar, promover. Esto de querer saber un poco más lo promovemos entre nuestros compañeros de trabajo como docentes y lo promovemos con nuestros estudiantes. Entonces, bueno, primero hicimos una orientación y explicar de qué hablaba la encíclica y el que se acerca la encíclica se da cuenta que está escrita para nosotros. Si se entiende, es amena, así que no es complicado poder entenderla ni poder llevarla a cabo primero. Es eso, poder tener ese acercamiento. Una vez que uno logra ese acercamiento es empezar a motivar al docente a que se anime, que puede, sí que puede y lo charla con sus estudiantes. Y ustedes saben que los chicos una vez que tienen un proyecto, que tienen ganas, que lo quieren hacer ellos mismos, van a empezar a motivar estrategias, puntos de encuentro, actividades y son ellos mismos los que van a motivar al docente a poder trabajar de esa manera y trabajar de manera colaborativa. Un docente solo no va a poder hacer el proyecto ni trabajarlo. nosotros en su momento pudimos unirnos, que les dimos una planilla a cada docente para que cada uno pudiera, desde su expertise y desde diseño curricular de su asignatura, ver en qué eje podía algún tema que tuviera que ver y pudimos armar una estrategia uniendo contenidos, uniendo actividades y proyectos comunes.

La conversación ocurrió en el auditorio de Ticmas durante la FIL de Buenos Aires y se llamó "la escuela escucha el clamor"(Agustín Brashich/Ticmas)
La conversación ocurrió en el auditorio de Ticmas durante la FIL de Buenos Aires y se llamó "la escuela escucha el clamor"(Agustín Brashich/Ticmas)

Pedagogia y cambio climático

-¿Cuál te parece que es el futuro en materia pedagógica para implementar este tipo de programas? Y Te doy contexto mi pregunta para que la focalicemos. Hace poquito veía re veía el documental del Papa del cambio climático y después vi una noticia de que había una familia, los agroquímicos. Bueno lo que ya sabemos que que les pasa a los pueblos que están cerca.

-Silvia Alonso: En principio tomar conciencia de que tenemos una ley vigente que le dice coloquialmente la Ley Yolanda, que fue aprobada ya hace como dos o tres años, que es una ley de formación integral de todos los poderes y de todos los niveles. Me refiero Ejecutivo, Legislativo y judicial y nacional, provincial, municipal. Es educación ambiental para nuestros gobernantes. Lo que falta es educación ambiental y una de las cosas que se me ocurre es limitar algunas cosas que están demasiado naturalizadas, que es una propaganda, un marketing poco ético. Que haya multas graves para las barbaridades que dicen y hacen. Necesitamos que sea obligatorio que para asumir en cualquier cargo público aprender determinadas cosas, porque la gente confunde marketing con ciencia. Y si nuestros políticos en una democracia son elegidos para ser elegidos, tienen que hacer campaña. ¿Quiénes pagan esa campaña? No es gratis. Después, esas mismas empresas que pagan esas campañas son las que hacen lobby para que decidan para un lado o para el otro, en una ley, en un juicio, en una ejecución o en una reglamentación de una ley que a veces cambia lo que decía la ley. Hasta que la sociedad no tome conciencia de la importancia de estas cosas, nuestros políticos no la van a tomar.

-Silvia Alonso: (...) Los países desarrollados están pagando miles de millones de euros dólares moneda fuerte por enfermedades, ausencias en el trabajo y cantidad de cosas provocadas por pesticidas, por ejemplo. Disruptores endócrinos, es como hablar en otro momento, pero me ocupa mucho el tema porque con eso tiene que ver la obesidad, con eso tiene que ver la diabetes con eso, tiene que ver el autismo con eso, tiene que ver el cáncer, la hipertensión, montones de cosas que nos están pasando y que le cuestan fortuna a nuestros países. Los que están en la docencia deben estar viviendo cotidianamente chicos que no pueden estar quietos. Claro, no es que están mal educados, están enfermos. (...) Muchas de las cosas que estamos haciendo no solo nos afectan a nosotros, afectan a nuestros hijos y van a afectar a generaciones futuras. No nos preocupemos tanto por la economía, preocupémonos simultáneamente por la base que es necesaria para una buena economía, que resolvamos los dos problemas.

-Para cerrar, ¿qué significa que la escuela clama?

-Sandra Veiga: Nosotros nos basamos en saber que hoy nuestro planeta es un cuerpo integrado. Estamos todos, todos pertenecemos, todos tenemos una consecuencia, todos respondemos hacia él. Entonces sabemos que lamentablemente se toman los recursos naturales y los dones otorgados se toman como bienes de cambio. Y esos bienes de cambio siempre se están utilizando solamente para beneficio de unos pocos. Entonces, generando esa gran diferencia, esa brecha y esos los menos recursos, son los que terminan derivando y afectando más a la gente pobre. Los pobres sabemos que todos los efectos que tienen que ver con la contaminación son los que se encuentran en desventaja. Entonces, por eso escuchar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres, que los estudiantes entiendan esa necesidad de poder construir entre todos un lugar mejor, más humano, más fraterno, donde haya equidad, escucha, diálogo, construcción y que los docentes, bueno, tenemos esa gran herramienta y no perder la esperanza y saber que somos sembradores, sí, que somos sembradores y que podemos lograr ese cambio.

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