El desafío educativo de crear comunidades que puedan atender las necesidades de otros; los casos del Colegio Madre Admirable y Fundación Gottau

Ana Ramos Mejía y Roberto Germino asistieron al auditorio de Ticmas dentro de la FIL para hablar sobre la educación inclusiva en entornos vulnerables en la ciudad y la ruralidad

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Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)
Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)

“La realidad que cuentan ellos es una realidad difícil en zonas vulnerables”, así abrió Patricio Zunini la mesa de diálogo que Ticmas realizó con los representantes del Colegio Madre Admirable y de la Fundación Gottau.

La plática, que se llevó a cabo el pasado 9 de mayo en el auditorio de Ticmas dentro de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en Argentina, estuvo enfocada en reconocer la labor de la educación en comunidades de contextos complejos dentro de la ciudad, pero también las que ocurren en la ruralidad, por lo que asistieron Ana Ramos Mejía, directora del Colegio Madre Admirable, y Roberto Germino, quien es tesorero de la Fundación Gottau.

En el diálogo se habló de los retos y oportunidades que se brindan a través de la escuela en la diócesis de Añatuya, que tal como dijo Zunini “es la diócesis tal vez la más compleja y la más pobre de Argentina”, así como en el barrio de La Recolecta en Buenos Aires. A continuación se desglosa la entrevista completa que ocurrió durante la Jornada de Educación y Valores.

El Colegio Madre Admirable

-¿Cómo se acompaña a chicos en una situación tan compleja y vulnerable como la tuya y el colegio? Madre Admirable.

Ana Ramos Mejía: Acompañar a las familias que pertenecen a la comunidad del colegio es un desafío siempre, pero un poco es muy valioso que es un clima que se vive diferente, a veces hacia dentro del colegio, que lo que se puede ver o prejuzgar socialmente desde afuera. La convivencia de las familias que asisten al colegio es excelente; adentro del colegio no se vive una diferencia o una grieta que solemos escuchar por fuera. Y sí, a veces tenemos que hacer frente a comentarios u opiniones desde el contexto de afuera que nos hacen ver que es una de las cosas valiosas que tenemos en el colegio para trabajar. Esta convivencia que no importa de donde proceden y un poco la educación es lo que nos une y nos unifica, esas oportunidades de aprender.

-¿Es un colegio parroquial? ¿Cómo se manejan?

-Ana Ramos Mejía: Sí, es un colegio de educación pública, de gestión privada. Tiene 100% de subvención, lo que hace que nuestros esfuerzos para lograr la innovación y las mejores oportunidades de aprendizaje para los chicos signifique una búsqueda constante. En este caso, Ticmas para nosotros es una puerta abierta a las posibilidades de los chicos de acercarse a la innovación educativa y a la educación de calidad.

La diósesis de Añatuya

-Roberto, cuéntanos un poco lo que sucede en Añatuya.

-Roberto Germino: Primero arrancaría por contextualizar Añatuya, que está en la provincia de Santiago del Estero, de hecho es la mitad de Santiago del Estero la diócesis de Añatuya, y dicen que es la zona más pobre de Argentina históricamente. En relación a eso, hace muchos años (en 19 60 más o menos) se crea la diócesis y desde ahí deparamos lugares de muy poca población. La estructura eran montes, había poca relación entre los habitantes. Empieza a construirse la posibilidad de armar una diócesis a través de la estructura religiosa del Papa, y nombran a Monseñor Gottau para empezar a trabajar y a partir de ahí se desarrolla un enorme trabajo, donde está la parte religiosa a través de las parroquias, pero también un enorme trabajo con hogares, con escuelas, con centros de intervención, y todo eso empieza a crecer. En ese crecimiento, ahí nos encontramos con los problemas de siempre: los que trabajan saben lo que tienen que hacer, la comunidad necesita de ese trabajo y faltan recursos. La estrategia de Monseñor Gottau fue de un muy valorable en relación a toda la estructura que armó, pero además un esfuerzo por conseguir todos esos recursos. Y ahí fue creciendo todo y pudo mantener todo eso. Y después los diferentes obispos pudieron mantener eso y siguieron creciendo. En esa línea, además de encontrarte con situaciones con muy poca estructura de obras, caminos de tierra, sin luz, siguen todos los espacios de comunidades aisladas en los montes. Bueno, a partir de todo esto empieza a mejorar la situación de Añatuya y empieza a mejorar mucho. Y ahí empieza a acercarse la alternativa en la educación de la propuesta de Ticmas y entra a través de la propuesta de sus plataformas en los colegios.

-¿Cómo entra Ticmas en Añatuya?

-Roberto Germino: Como todo, en esta necesidad de generar recursos Se crea una fundación Fundación Gota, que se dedica específicamente a buscar recursos en todos estos espacios. ¿Vuelvo a repetir, la gran dificultad son los recursos, Porque saben qué hacer y saben muy bien qué hacer. Y la comunidad está necesitada de esa estructura y de esa de ese trabajo. Para hacer la Fundación Gota,empezó a generar recursos y aplicar en la diócesis de Añatuya y a través de la Fundación nos contactamos con Ticmas y Ticmas. Generosamente se incorporó a el proceso educativo de de la Diócesis de Añatuya.en relación a eso nos encontramos en la estructura educativo con una plataforma espectacular, Mi función está en la Fundación Gota. Lo que yo escucho cuando hablan en el proceso educativo de Ticmas es increíble. Realmente es increíble.

Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)
Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)

Tecnología en Madre Admirable y Fundación Gottau

-¿Cómo hicieron para lograr que la tecnología llegue? ¿Cuáles son los desafíos que tienen para que haya dispositivos para que los chicos lo usen? ¿Qué fue lo que miraron?

-Ana Ramos Mejía: En nuestro caso, saltar al uso y al aprovechamiento de la tecnología tuvimos -como muchas seguramente organizaciones- un antes y un después de la pandemia que nos lanzó directamente a la necesidad de poder manejar o tener acceso. Ticmas los que nos da y lo que nos muestra es esa plataforma cuidada de conocimientos, porque nosotros como un colegio católico tenemos es ese miedo del salto al abismo de la tecnología, como que uno salta a las redes y a todo lo que la informática y la tecnología nos provee. Ticmas lo que nos da es un contexto cuidado y mirado en las habilidades y en las oportunidades de aprendizaje de los chicos. Y eso lo valoramos muchísimo y en nuestro caso viene de la mano con un crecimiento también siempre en la búsqueda de recursos y de ayuda y de mirada generosa. Viene con un crecimiento profesional de los docentes, que también es un desafío enorme, y junto con los chicos aprenden también y aprendemos los docentes y el equipo de profesionales que los acompaña todos los días. Y eso es algo muy valioso de la introducción de la tecnología en el colegio y aprovecharla como siempre concebimos como una herramienta de aprendizaje. No es un aprendizaje en sí, sino que me hace saltar a conocer algo más allá, algo más importante que las maneras de producir.

-Roberto, en el caso de ustedes se suma además la disponibilidad de Internet y el acceso a dispositivos.

-Roberto Germino: Bueno, eso es lo que estás comentando. Es uno de los principales problemas de Santiago del Estero Añatuya en particular. Con lo cual ahí hay todo un proceso de la incorporación de Internet a las diferentes áreas. Fíjate que hay algunos colegios que no han tenido luz hasta el año pasado, con lo cual trabajan con generadores por horas. De ahí a todas las dificultades; muchos alumnos que se tienen que trasladar por caminos de tierra, días de lluvia que no llegan, y con toda la presión social que significa trabajar en zonas rurales donde las familias necesitan de los chicos para poder trabajar. O sea, ahí hay toda una pulsión en la cual tenemos que acompañar. En particular, la incorporación de la plataforma de Ticmas fue recibida inmediatamente con máximo beneplácito, pero no solamente por los alumnos que se encontraron con un mundo de mucha motivación, sistemas multimedia -que para los chicos eran muy complejos- se encontraron que eran totalmente accesibles, sino que los docentes se encontraron con una herramienta que los potenciaba, que les ordenaba las clases. La capacitación que hacen a través de Ticmas también es por lo menos lo que repiten todo el tiempo “es espectacular”. Y un elemento que coincido totalmente, es que empiezan todos a visualizar que se les da herramientas para el próximo paso. Tienen una oportunidad cuando salgan del colegio se les empieza a formar para que puedan tener un camino posible.

Las escuelas

-¿Cuántas escuelas hay en Añatuya? ¿Cuántas les dan ustedes atención?

-Roberto Germino: Aproximadamente 20 escuelas, de las cuales la mayoría son agrotécnicas, pero con muchas con dificultades de Internet, que no tienen acceso a Internet. En estos momentos Ticmas está en cuatro colegios y ya se están incorporando dos colegios más. Estamos llegando más o menos a mil 600 alumnos, pero no solamente eso, porque hay 200 docentes que están fascinados con Ticmas. O sea, se suma todo, se suma todo.

-Ana, ¿ustedes cuántos son en el cole?

-Ana Ramos Mejía: Nosotros tenemos un promedio de 200 alumnos en primaria y 100 -vamos a redondear- en nivel inicial. Y docentes también somos 55 entre profes especiales. Eso es algo que también hay que tener en cuenta: desde todos los lugares en que enseñamos en el colegio tenemos una posibilidad de aprovechar las oportunidades de aprendizaje que nos brinda la tecnología, no solamente la maestra de sala o de grado; desde el arte, desde educación física, desde catequesis. Hemos encontrado el lugar para todos los profesionales que trabajamos en el colegio.

El crecimiento de los chicos

-¿Cómo es el camino de un estudiante que llega al colegio? ¿Cómo te imaginás el crecimiento ideal de ese chico?

-Ana Ramos Mejía: A quienes acompañamos desde sala de dos, o sea, desde muy chiquititos, los acompañamos hasta 7.º grado. Nosotros hacemos -son conocidos los proyectos de articulación entre niveles- y nosotros tenemos el nivel inicial y en el nivel primario, pero cuando los chicos tienen que saltar al nivel secundario también había como ese miedo o ese temor de “¿ahora donde vamos?”, entonces generamos un proyecto de articulación con el nivel secundario y les proveemos a los chicos la posibilidad de conocer otros modelos de colegios que si tienen secundario para acompañarlos en este paso. El desafío es que ellos continúen estudiando y que descubran durante el paso por el colegio -con el sello que significa haber pasado por el Colegio Madre Admirable- sus habilidades, sus capacidades para ponerlas en juego después a futuro en un secundario y hasta universitario. De hecho hay algo muy lindo que tenemos anualmente un encuentro de exalumnos y es muy gratificante ver cómo vienen adultos a contarnos su pasaje y se vuelven a reencontrar. Y uno si hace memoria, fueron compañeros de 7.º grado y uno mismo en su en su colegio a veces retiene más el secundario, por ejemplo, niveles más altos, Y acá hay un reencuentro tan lindo y actualmente tenemos maestras, exalumnas, madres, exalumnas y bueno, y eso es generar una comunidad.

Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)
Ana Ramos Mejía y Roberto Germino charlaron con Ticmas sobre la educación inclusiva en la ciudad y en la ruralidad. (Agustín Brashich/Ticmas)

-Roberto, ¿cómo es el camino de un chico que llega a uno de los colegios atendidos por Gottau?

-Roberto Germino: Mi lugar dentro de todo este proyecto es no tan interno como el de Ana, que está en el día a día, quizás, la devolución que hay a partir de todo lo que esto de de digamos, de todo lo que se habla de de de los procesos educativos, las dificultades, estamos acompañando en procesos de becas, porque finalmente lo que necesitamos es acompañar a los chicos de zonas rurales para que puedan terminar el año. Entonces interactuamos fuertemente con Caritas y trabajamos fuertemente con los colegios y hacemos un seguimiento. Miento también una parte que uno dice bueno, doy recursos para que puedan llegar a fin de año. No tenés que resolver un montón de problemas que se van generando en el proceso del año, que incluyen a la familia, se incluyen a las situaciones particulares de cada de cada chico bueno. En ese proceso la fundación tiene un eje de un eje de becas que acompaña a todo este proceso.

Becas y proyectos

-Roberto, hay en la página de la Fundación Gottau un montón de cosas y por ahí tienen forma de que cualquiera que esté mirando o leyendo pueda saber cómo contactarse con ustedes.

-Roberto Germino: La página de Fundación Gottau la pueden buscar en internet es https://fundaciongottau.org.ar y ahí está toda la estructura. Se trabaja fuertemente en la página y en las redes y estamos activos para poder intercambiar y para poder comunicar todo lo que se hace todo el tiempo. Hay muchos proyectos.Las necesidades son muchísimas. El tema es a partir del acercamiento de los recursos. Siempre caemos en el mismo espacio, se tienen que seleccionar.

-Ana, ¿cómo invitan a hacer otras actividades a los chicos?

-Ana Ramos Mejía: En el colegio buscamos que ellos sean protagonistas de estos proyectos y correrlos del lado de necesitados. Consideramos que es muy importante y por supuesto, cuando uno tiene una necesidad buscarla, pedirla y ver cómo solucionar, pero convertirlos a ellos en agentes de aporte, ya sea a la casa, al barrio, al barrio en donde queda el colegio, que no es siempre el barrio de cada uno de los chicos, porque la población que asiste al colegio hay un porcentaje que es del y que está próximo al colegio, pero que no vive la misma realidad de donde está ubicado el colegio. Eso es un desafío grande que tenemos nosotros Valoramos muchísimo nuestro colegio, el lugar donde está ubicado, la estructura edilicia y demás, además de estar acompañados desde la parroquia y una estructura que nos acompaña y que la verdad que es maravillosa pero no coincide con la realidad personal de cada una de las familias. Y sin embargo, el desafío es generar una comunidad que pueda atender también las necesidades de otros. Entonces ya hace un tiempo que venimos planteando proyectos institucionales que nos abran los ojos a ver qué podemos aportar a los demás a través siempre de un aprendizaje y tener objetivos de aprendizaje y servicio debuscar hacer un aporte a los demás. Compartimos un año el colegio en un museo, el Museo Fernández Blanco, que ahora lo hemos visitado y de hecho ahí hicimos el lanzamiento de nuestro de nuestro proyecto con los docentes, por ejemplo, haciéndolos vivir a los docentes lo que significaba la museología. También convertimos en el mes de octubre de ese año a nuestro colegio en un museo, pero fue un museo de modos de aprender. No fue un museo histórico, fue un museo de modos de aprender, de habilidades y de competencias con las que usualmente nos encontramos. El año pasado hicimos una obra de teatro, estudiamos y el objetivo es que todos los chicos de sala de dos a séptimo grado vivencien lo que significaba el teatro.

Roberto Germino cerró con una reflexión sobre la charla agradeciendo a Ticmas su labor.

En una charla que tuve hace muy poco con la rectora actual de la parte de educación de Añatuya, y ella me dijo algo que me impactó, me dijo ‘cada vez que veo el símbolo Ticmas en algún evento me emociono porque me siento parte y no sé cómo agradecer’. Y creo que es el mejor agradecimiento que uno pueda recibir, no saber cómo agradecer”, recalcó Roberto Germino.

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