La virtual estabilidad de la cotización del peso respecto del dólar, después de la eliminación del cepo cambiario y la corrección alcista que experimentó en el primer trimestre, pese a que los precios y salarios siguieron en ascenso en los meses siguientes, se tradujo en un creciente saldo negativo en el flujo del turismo internacional de personas y divisas.
Así se desprende del informe del Indec que dio cuenta en julio de un total de 188,4 mil llegadas de turistas no residentes, representando una disminución interanual de 2,6%; mientras que por el contrario, las salidas al exterior de turistas residentes alcanzaron a 284 mil, lo que representó un aumento de 21,3% con respecto al nivel del año anterior.
El flujo de entrada de extranjeros cayó casi 3% y la salida de residentes al exterior para turismo se elevó más de 21 por ciento
De ahí surgió un saldo de los turistas internacionales negativo en 95.600, más del doble que las 40.500 personas del año anterior.
El fenómeno no es nuevo, sino que se constituyó en la continuidad de un proceso que se inició prácticamente en 2012, cuando el entonces cepo cambiario y el reintegro parcial de los gastos en el exterior, fomentó la salida de argentinos al resto del mundo en detrimento del turismo de cabotaje, mientras que el alto costo argentino desincentivó el arribo de no residentes, en particular de otros continentes y de centro y norte de América.
En el acumulado de los primeros siete meses del año el Indec midió casi dos millones de salidas de argentinos al exterior y la llegada de poco menos de 1,3 millones de personas.
Así surgió un saldo negativo de 360 mil personas, unas 100 mil más que en similar período del año anterior.