La diseñadora Carolina Herrera lamentó el asesinato de su sobrino en Venezuela: "Es una terrible carnicería"

La famosa creadora calificó de “dictadura comunista” al régimen de Nicolás Maduro y expresó su deseo de que la muerte de Reinaldo Herrera sirva para mitigar la ola de violencia que sufre el país

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(Getty Images)
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La célebre diseñadora Carolina Herrera lamentó el sábado el asesinato de un sobrino residente en Venezuela, que fue hallado sin vida por las autoridades dentro de un vehículo tras haber sido presuntamente secuestrado.

El Ministerio Público dijo en la víspera que está investigando la muerte de los empresarios Reinaldo Herrera, de 34 años, y Fabrizio Mendoza, de 31.

"Muchas gracias por todos sus amables mensajes. La familia y yo apreciamos su generosidad", escribió la diseñadora venezolana de renombre mundial, en la cuenta de Instagram de su casa de moda, basada en Estados Unidos.

"Nuestra única esperanza es que el trágico asesinato de nuestro joven sobrino Reinaldo y su colega Fabrizio sirva para mitigar la terrible carnicería y los homicidios que son cometidos contra nuestra juventud en Venezuela", agregó, acompañando sus palabras con su fotografía y la de la víctima.

Según la fiscalía, las víctimas fueron localizadas en la noche del jueves en el interior de un vehículo junto a la carretera que conecta la capital de Venezuela, Caracas, con la costa central del país. El despacho dijo que se presume que las víctimas habrían sido secuestradas.

"Los resultados electorales deben ser respetados. La dictadura comunista debe irse", agregó Herrera, aludiendo a las manifestaciones de la oposición, que mantiene que el régimen de Nicolás Maduro ha devenido en una autocracia.

Reinaldo Herrera
Reinaldo Herrera

Venezuela es uno de los países más violentos del mundo. Los homicidios crecieron el año pasado un 22 por ciento, para un total de 21.752 personas asesinadas, según datos de la fiscalía.

La oposición culpa al chavismo de haber descuidado la seguridad de la ciudadanía, además de haber sumido al país en una crisis de escasez, inflación y recesión, por lo que ha tomado las calles en una ola de protestas exigiendo la celebración de elecciones adelantadas. El presidente alega, por su parte, que es víctima de un plan de sabotaje para derrocarlo.

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