La ex agente de la CIA que espera la ayuda de Donald Trump antes de ser extraditada a Italia

Sabrina De Sousa fue condenada por un operativo en Milán durante el gobierno de George W. Bush. Ella afirma que es “un chivo expiatorio” y espera la asunción del presidente electo de EEUU para que sus pedidos sea atendido

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(Gentileza Cordon Press)
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La ex agente de la CIA Sabrina De Sousa estaba esquiando con su hijo en el norte de Italia en un frío día de febrero de 2003 cuando miembros de servicios secretos de Italia y EEUU secuestraron al imán Abu Omar, sospechado de terrorismo, en las calles de Milán como parte del programa de "entrega extraordinaria" de la agencia de Inteligencia estadounidense.

Catorce años más tarde, De Sousa se enfrenta a una extradición inminente de Portugal a Italia y seis años de cárcel acusada de secuestro tras ser condenada por tribunales italianos por una decisión tomada por los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos.

De Sousa, que ya no trabaja para la CIA, está ahora a punto de convertirse en el primer oficial de la agencia y diplomática estadounidense encarcelada por el polémico programa de entregas – y está haciendo un llamamiento urgente para la intervención. "Soy un chivo expiatorio", dijo De Sousa a la cadena FoxNews el miércoles en una extensa entrevista telefónica desde su casa en Portugal.

La ex oficial afirma que la administración Obama ha ignorado todos sus pedidos de ayuda para que intervenga en el caso, pero espera que la entrada del gobierno de Donald Trump pueda ser más útil.

Pero el tiempo no está de su lado. La asunción de Trump vendría después de la fecha de extradición -el 17 de enero- establecida por Italia. Según De Sousa, esto "establecería un precedente enormemente malo para la convicción de una nación aliada a EEUU".

infobae

De Souza trabajaba en Milán como oficial secreto de la CIA en 2003, cuando agentes de Inteligencia estadounidenses e italianos secuestraron al clérigo radical egipcio Osama Mustapha Hassan Nasr, también conocido como Abu Omar, y lo trasladaron a su Egipto natal para que sea interrogado.

La operación autorizada fue parte del polémico programa implementado bajo el gobierno de George W. Bush, en el cual los sospechosos de terrorismo podrían ser transferidos a países donde se permite la tortura.

Omar -que resultó ser "nadie", según De Sousa- fue retenido en una base militar estadounidense en Alemania antes de ser trasladado a El Cairo, Egipto, donde afirma haber sido torturado. Pronto fue liberado de la prisión por falta de pruebas en su contra.

En 2009, De Sousa, junto con otros 25 estadounidenses, fueron condenados por secuestro y otros cargos relacionados con el operativo. Varios fueron perdonados desde entonces y ninguno ha estado en prisión. Los italianos también condenaron a Omar por "asociación criminal con fines de terrorismo internacional" y le dieron seis años de prisión.

Registros telefónicos obtenidos por los fiscales italianos corroboraron la afirmación de De Sousa de que se encontraba a unas 130 millas de distancia en Madonna di Campiglio, Italia, acompañando a su hijo al viaje de esquí de la escuela, el día en que Omar fue secuestrado. Sin embargo, Italia presentó "acusaciones generales" contra ella por un complot en el que dijo que no tenía participación directa.

"Los italianos dijeron 'Ella fue responsable de la planificación y sin su autorización, nunca habría sucedido'", explicó De Sousa a FoxNews. "Y esto vino de tercera mano de alguien que le dijo a un oficial de Inteligencia italiano".

Y argumentó: "Estamos siendo condenados por decisiones tomadas contra personas por las cuales no teníamos ninguna pista en absoluto. Nadie quiere mirar más alto, y esta es la mejor manera de desviar la atención".

La ex espía, nacida en India y con pasaportes estadounidenses y portugueses, dejó la CIA en 2009 y se trasladó a Portugal en abril de 2015 para estar cerca de su familia. En octubre de 2015, fue detenida en el aeropuerto de Lisboa con una orden de arresto europea mientras intentaba viajar a la India. Más tarde fue liberada, pero se le ordenó permanecer en Portugal.

Imagen del imán Abu Omar en El Cairo en 2007 (AP)
Imagen del imán Abu Omar en El Cairo en 2007 (AP)

La serie de acontecimientos que siguieron ascendieron a una pesadilla legal internacional.

Italia solicitó primero la extradición de De Sousa con la garantía de un nuevo juicio o apelación con nuevas pruebas, reconociendo que había sido juzgada en ausencia. Sobre la base de estas garantías, los tribunales portugueses acordaron extraditar.

Pero en junio de 2016, Italia envió a Portugal una carta en la que se decía que la condena de De Sousa era definitiva y que no se daría nuevo juicio. En una medida que sorprendió a De Sousa y a otros miembros de la comunidad de inteligencia, el alto tribunal de Portugal ordenó su extradición inmediata.

De Sousa reconoce que su traslado de los Estados Unidos a Portugal fue "catastrófico". La madre de 61 años de edad, que recientemente se sometió a una cirugía ocular, recibió la orden de su médico a permanecer en Portugal hasta su recuperación. Su fecha de extradición está fijada para el 17 de enero.

A esto se le suman años de ofertas fracasadas para aclarar su nombre. De Sousa dijo que continúa aferrándose a la esperanza de que una nueva administración pueda acudir en su ayuda. "Realmente quisiera llegar a la administración de Trump", dijo, señalando que, en su opinión, el presidente electo no está obligado ante nadie y no está interesado en proteger a quienes autorizaron el programa. "Creo que el general Mike Flynn no permitirá el enjuiciamiento de un oficial militar de alto rango por parte de una nación extranjera", dijo.

No está claro qué acción, si es que existe, puede tomar la administración Trump, pero un miembro del equipo de transición ha enviado información de fondo sobre la situación de De Sousa a altos funcionarios del gobierno entrante, según supo FoxNews.