Crece la tensión: el Pentágono instó al gobierno chino a devolver la sonda submarina

Funcionarios estadounidenses investigan si fue una acción “de bajo nivel” decidida por marineros chinos que vieron el dispositivo o si fue una medida ordenada por altos líderes militares. “En cualquier caso, China no tiene derecho a apoderarse de la sonda”, explicó un vocero del Ministerio de Defensa

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El Pentágono informó este viernes que había emitido una protesta formal a Beijing para exigir la devolución de una sonda submarina que incautó un barco de guerra chino en el mar del Sur, un incidente que arriesgó el crecimiento de la tensión en una región ya plagada de rivalidades de gran potencia.

Según The New York Times, un funcionario del Departamento de Defensa dijo que la sonda fue dada por desaparecida el jueves cuando la tripulación del buque Bowditch, de la Armada de los Estados Unidos, trató de recuperarla.

El Bowditch, un barco oceanográfico, estaba operando en aguas internacionales y realizando investigaciones científicas, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato para describir un incidente internacional potencialmente sensible.

Autoridades estadounidenses dijeron que todavía están tratando de determinar si la incautación fue una acción "de bajo nivel" tomada por marineros chinos que vieron la sonda o una acción de nivel estratégico ordenada por altos líderes chinos. En cualquier caso, el Pentágono dijo que China no tenía derecho a apoderarse del aparato. "Este no es el tipo de conducta que se espera de marinos profesionales", dijo el capitán Jeff Davis, vocero del Pentágono.

El incidente es el segundo de esta semana en el mar de China Meridional, que se produce justo después de que China anunciara el jueves que había instalado armas en las islas en disputa que usarían para rechazar las amenazas.

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Los últimos movimientos complican las ya tímidas relaciones entre China y Estados Unidos, lazos que se han tensionado aún más con la llamada telefónica del presidente electo, Donald Trump, al mandatario de Taiwán.

Trump enfureció a funcionarios chinos al mantener una conversación telefónica con Tsai Ing-wen, el presidente de Taiwán, una isla que Beijing considera una provincia separatista de China. Habían pasado casi cuatro décadas desde que un presidente de los Estados Unidos o presidente electo tuvo contacto directo con un líder taiwanés.

En una entrevista transmitida el domingo, Trump también criticó a China por su desequilibrio comercial con Estados Unidos y sus actividades militares en el mar de China Meridional y sus lazos con Corea del Norte.

Funcionarios de Defensa dijeron el viernes que estaban tratando de determinar si la toma de la sonda tenía algo que ver con los comentarios de Trump.