EITAN, el equipo israelí que busca a sus soldados desaparecidos

Infobae entrevistó al coronel Yosi Shemesh, comandante de la unidad que se dedica a rastrear a los soldados caídos o secuestrados que no pudieron regresar a sus casas

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Dos miembros del EITAN en medio de un operativo (Prensa FDI)
Dos miembros del EITAN en medio de un operativo (Prensa FDI)

La EITAN, en español Unidad de Detección de Soldados Desaparecidos, cumple una misión fundamental para las Fuerzas de Defensa de Israel: recuperar a todos los combatientes que, por un motivo u otro, no pudieron regresar a su casa. Algunos son capturados por enemigos, otros mueren en el campo de batalla. Poco importa esa distinción para la EITAN. El objetivo es que regresen a Israel.

Más de cien personas, pertenecientes a distintas especialidades, trabajan permanentemente para reunir información. Para eso cuentan con tecnología de avanzada, como drones de última generación. A través de ellos pueden tomar fotografías aéreas de las zonas en las que —sospechan— pueden estar las personas que están buscando.

Desde hace muchos años la unidad trabaja en la recuperación de cinco soldados de los que se perdió el rastro en distintos conflictos ocurridos entre 1982 y 1997. No saben si están vivos o muertos. Además, todavía buscan los cuerpos de 179 caídos en la Guerra Árabe-Israelí de 1948.

En una entrevista con Infobae, el teniente coronel Yosi Shemesh, comandante de la EITAN, contó algunos pormenores de su trabajo, e intentó transmitir la trascendencia de su misión.

La unidad está compuesta por biólogos, arqueólogos y otros especialistas (Prensa FDI)
La unidad está compuesta por biólogos, arqueólogos y otros especialistas (Prensa FDI)

—¿Cómo describiría el trabajo de la unidad?

—La unidad se encarga de todos los soldados cuyo paradero es desconocido, ya sea que hayan sido asesinados, capturados o secuestrados. También se ocupa de los muertos cuyo cuerpo no fue recuperado. Trabajamos para encontrar a los soldados tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra. Buscamos a caídos en combate que están desaparecidos desde la Guerra de Independencia (1948), la Guerra de los Seis Días (1967), la Guerra de Yom Kipur (1973), hasta la última operación (Margen Protector, en 2014).

—¿A cuántos soldados están buscando en este momento?

—Estamos detrás de cinco soldados. Tres desaparecieron durante la primera Guerra de Líbano (1982), en la Batalla de Sultan Yacoub. Son Zachary Baumel, Zvi Feldman y Yehuda Katz. También hay un piloto de la Fuerza Aérea, Ron Arad, que se perdió en Líbano en 1986. El último es Guy Hever, desaparecido en las Altos del Golán en 1997. Además buscamos los restos nunca recuperados de 179 soldados desde la Guerra de Independencia.

Uno de los jefes operativos de la EITAN (Prensa FDI)
Uno de los jefes operativos de la EITAN (Prensa FDI)

—¿Presumen que esos cinco soldados están todavía vivos, o no tienen información al respecto?

—No sabemos su condición. Estamos buscando para encontrarlos, sin importar si están vivos o muertos.

—¿Cómo está organizada la unidad? ¿Cuántos miembros tienen y cómo se dividen las tareas?

—En la unidad trabajan unas 100 personas. Hay biólogos, geólogos, arqueólogos, fotógrafos y otros especialistas. Un equipo forense recorre la escena, después hay expertos que le realizan análisis de ADN a las muestras. También se estudian las imágenes aéreas.

La unidad está compuesta por más de 100 personas (Prensa FDI)
La unidad está compuesta por más de 100 personas (Prensa FDI)

—¿Qué es lo más importante para encontrar un soldado desaparecido, o recuperar su cuerpo en caso de que haya muerto?

—Para encontrar los restos de los caídos en combate es muy importante reconstruir lo que ocurrió en las batallas. Muchas veces hablamos con personas muy grandes que participaron de ellas para comprender qué pasó, dónde estaba cada uno y tener pistas de dónde puede estar el desaparecido.

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—¿Por qué cree que su misión es importante, y cuál considera que es su mayor aporte?

—Una de nuestras metas es darle a todas las familias que enviaron un hijo al ejército y murió, la posibilidad de enterrarlo. Como dijo nuestro primer primer ministro, el gran David Ben-Gurion (1948-1963), para nosotros no existe la tumba del soldado desconocido, como hay en muchos otros países. No la tenemos porque necesitamos traer de regreso a cada soldado, aunque haya muerto, para que sea enterrado en Israel, tenga una tumba y se le pueda prender una vela y poner flores.