En el Santuario Marino de los Cayos de la Florida, en la profundidad del océano, se alzan 10 estructuras de PVC que parecen árboles: de sus ramas plásticas cuelgan unos rectángulos con fragmentos de corales en peligro. Se trata de una suerte de vivero en el cual la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y la NASA trabajan para cultivar una forma de vida que corre grave peligro de extinción por el cambio climático.
Como los astronautas de la NASA se entrenan en la Base Arrecife que FIU tiene en ese lugar, participan del experimento que intenta volver a poblar los mares de corales, al participar de la creación del vivero más profundo del mundo. Como parte de su entrenamiento, los astronautas construyen y controlan los criaderos.
"El vivero de corales más profundo del mundo", video de BBC sobre el experimento de FIU y la NASA.
"Lo que hemos visto en los últimos 30 años es que en el mundo entero los arrecifes de coral han entrado en una decadencia sin precedentes", dijo el científico marino Mauricio Rodríguez-Lanetty, de FIU. El cambio climático, la acidificación de los océanos y la polución los matan a una velocidad alarmante, se advirtió en un video de BBC. Se estima que un cuarto de los corales del mundo está dañado sin posibilidades de recuperación.
"Creemos que los corales podrían no lograr acostumbrarse y aclimatarse de manera natural", agregó Rodríguez-Lanetty. Como esas alteraciones afectan más a los arrecifes superficiales, el investigador puso a prueba la idea de que en las aguas más profundas es posible volver a hacerlos crecer. Junto con la Fundación para la Restauración de los Corales (CRF) y los astronautas de la NASA, su equipo comenzó la creación de nurseries.
"Para nosotros es importante comenzar a cultivar estos corales, y tenemos que hacer que crezcan en los hábitats donde ellos prefieren crecer", dijo Rodríguez-Lanetty. Pero respetar esa elección natural es una novedad: nunca antes se hizo.
Según un comunicado de FIU, en el momento de plantar las estructuras y las tarjetas con los corales el equipo recurrió a la NASA. Una nursery a esa profundidad es difícil de cuidar de manera rutinaria. Pero los astronautas entrenan en Aquarius, para enfrentar situaciones como la presión y la descompresión, y desde 2015 han llevado consigo los corales. Bajo la dirección de Ken Nedimyer, de la CRF, crearon el vivero a 90 millas (130 kilómetros) de profundidad, dividido en dos grupos que se llaman Mercurio y Atlas.
LEA MÁS: