Las reservas se desploman casi 20% en octubre mientras el BCRA ajusta el cepo

A falta de tres jornadas cambiarias para terminar el mes, los activos retroceden USD 6.200 millones o 18,7%. Para frenar la sangría, la entidad puso límites a importadores y subió las tasas a su nivel más alto desde 2002

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 DyN 162
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Las reservas internacionales del Banco Central finalizaron este martes a USD 27.052 millones, según datos de la entidad sujetos a ajustes. En el transcurso de octubre los activos se redujeron 18,7% o USD 6.205 millones, debido principalmente a la cancelación de Boden 2015 por USD 5.900 millones, cuando restan tres días de actividad financiera para cerrar el mes.

En el transcurso de 2015 las reservas retroceden USD 4.391 millones ó 14% desde los USD 31.443 millones del 30 de diciembre de 2014. Hoy se sitúan en su monto más bajo desde el 3 de abril de 2014, cuando se situaron en USD 26.729 millones y el 18 de agosto de 2006, cuando sumaron 26.976 millones de dólares.

El actual retroceso de activos es,

, cuando el gobierno de Néstor Kichner desembolsó unos USD 9.600 millones para cancelar por adelantado la totalidad de la deuda con el FMI. En aquel mes, las reservas cayeron 29,9%, de 28.078 millones a 19.689 millones de dólares. Sin embargo, terminaron ese año en USD 32.037 millones, cuando la Argentina gozó de un superávit comercial de 11.154 millones de dólares.



En la caída de reservas inciden factores comerciales y financieros. La reducción en los montos liquidados por exportaciones, en particular de las cerealeras y la industria oleaginosa, en un 2015 en el que casi se extinguió el superávit comercial. El agro es el rubro de la economía más superavitario de la economía nacional, pero concentra las liquidaciones en el segundo trimestre del año, lo cual debilita el ingreso de dólares comerciales en la segunda mitad del año.

Desde el punto de vista financiero, el BCRA ya agotó los diversos tramos del "swap" de monedas con el Banco Central de China, que desde el 30 de octubre de 2014, hace prácticamente un año, permitieron un asiento contable por el equivalente en yuanes a USD 11.000 millones, que maquillan el desplome de activos líquidos que padece el balance del organismo emisor.

Aún con el "swap" chino la caída de reservas es la más grande en 9 años

Esta escasez de dólares obliga al Banco Central a ser el principal abastecedor de divisas del mercado mayorista, donde acuden los bancos (que venden dólares a minoristas para atesoramiento, turismo y consumos con tarjeta en el exterior) e importadores.

Desde la última semana de julio, cuando concluyó la cosecha gruesa del agro, el BCRA acumula una acuciante racha negativa en sus intervenciones en la plaza mayorista. Las pérdidas netas por su intervención en agosto fueron USD 1.494 millones, más los USD 185 millones de la última semana de julio. En septiembre, el saldo neto negativo fue de USD 1.824 millones, mientras que según datos oficiales, hasta el 16 de octubre cedió 1.649 millones.

Por esta vía, el BCRA sacrificó en tres meses unos USD 5.200 millones, que se suman a la sangría de divisas por diversos pagos de vencimientos de deuda.


Se ajusta más el cepo

Con este horizonte complicado hacia el cierre del año y la transición presidencial, el Banco Central dispuso este martes una suba de 300 puntos básicos (3%) en todos los plazos para la licitación semanal de Letras (LEBAC) y bajó de 150.000 a 75.000 dólares el límite de empresas para comprar divisas sin autorización.

A su vez, el alza de tasas hacia el rango de 29% anual pone un piso en el nivel de rendimientos que los bancos ofrecen para los plazos fijos, unos tres puntos por encima de la inflación, que según el Índice Congreso acumuló un 25,9% interanual en septiembre pasado.

En ese sentido, la entidad que preside Alejandro Vanoli dispuso subir a partir del lunes las tasas de plazos fijos que pagan los bancos a 26,3% para colocaciones de 30 a 44 días y a 29,1% para las realizadas a 180 días o más.

Estas tasas son las más altas desde la crisis post convertibilidad, cuando el Banco Central decidió impulsar una política contractiva de pesos, con rendimientos por encima de la inflación, para fomentar el ahorro en moneda nacional y recortar las presiones que el excedente de liquidez ejerce sobre la demanda de dólares. Entre noviembre de 2002 y febrero de 2003 las tasas de las LEBAC se ubicaron en un 30% anual.

Así, la autoridad monetaria busca desalentar las expectativas de devaluación ante una demanda que se muestra incesante incluso en el mercado de futuros (que opera pesos, pero al tipo de cambio oficial). La Cámara de Importadores (CIRA) advirtió que la rebaja en la cantidad de dólares que pueden adquirir las empresas sin autorización puede detonar un posible "default comercial" y faltante de insumos básicos que se compran al exterior.