Gomes da Silva, de 26 años, murió en las inmediaciones del estadio Arruda de Recife (noreste de Brasil), al ser alcanzado por un inodoro arrojado desde unos 20 metros de altura a un grupo de hinchas de Paraná, durante los enfrentamientos que se sucedieron luego del empate el 2 de mayo de 2014.
La Justicia dictó sentencias a Waldir Pessoa Firmo, condenado a 22 años y medio de cárcel; Luiz Cabral de Araújo Neto a 25 años y siete meses; y Everton Santiago Santana, que tenía antecedentes penales, a 28 años y nueve meses. Todos acusados por intento de homicidio.
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"Salimos más aliviados porque se hizo Justicia. El dolor permanece, pero caminamos", dijo el padre de Da Silva, José Paulo Gomes.
Por su parte, la fiscal Dalva Cabral reconoció que "este juicio marca un nuevo tiempo. La sentencia pone fin a la incitación a la violencia, creo que dormiremos más tranquilos esta noche".