¿Fin para uno de los mayores misterios de la Isla de Pascua?

Durante años los arqueólogos han debatido sobre las célebres moais, las estatuas de casi 700 años de antigüedad que son el símbolo de la Isla de Pascua.

Estas admirables construcciones, que en promedio tienen casi cuatro metros de alto y pesan 14 toneladas, son consideradas sagradas en la vida cotidiana de los habitantes del lugar, ubicado a 3.700 kilómetros de distancia de la costa chilena.

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Uno de los mayores interrogantes sobre estas estatuas es el de los denominados pukao, que son los cilindros de piedra que descansan sobre las cabezas de las esculturas.

Esta especie de "sombrero" o "moño" que se halla sobre la cabeza de las estatuas de la isla chilena se asemeja al cabello o las plumas rojas de los jefes de la tribu que habita el lugar, uno de los principales destinos turísticos del país sudamericano.

La gran incógnita

Los pukao pueden llegar a pesar 12.000 kilogramos, y los especialistas ya han contabilizado hasta un centenar de ellos sobre las cabezas de las 887 estatuas que hay en la isla. Los expertos aún desconocen el modo en que llegaron hasta allí.

Lo usual es suponer que fueron acomodados donde se encuentran actualmente antes de poner a las moais en su lugar. Pero esto se contrapone con la consideración de muchos otros, quienes sostienen la hipótesis de que los sombreros se colocaron luego de que la estructura se pusiera de pie, según publica el sitio Live Science.

Con el objetivo de resolver el misterio, Sean Hixon, un estudiante de pregrado de arqueología y geología de la estadounidense Universidad de Oregon, presentó un estudio en el que, luego de haber calculado la fuerza y el par de torsión, el trabajo fue llevado a cabo por menos de 10 personas.

Según el informe del joven norteamericano, para subir la estructura, ésta fue remolcada por una rampa, utilizando las hendiduras en la base del sombrero y arañazos verticales para la tracción. Y además se aprovechó la figura ovalada para impedir que el pukao se cayera hacia atrás.

Mientras tanto, otros mantenían el equilibrio por medio de una torre gigante y un sistema de poleas, aunque no se descartó que en muchos casos se hayan construido el

y el

al mismo tiempo.