Previo a su venta en 22,1 millones de dólares la prestigiosa casa de remates británica había valorado la joya blanca, que pesa 100,2 quilates, en entre u$s19 y 25 millones y la llamó "el diamante perfecto más grande, con un corte clásico de esmeralda, jamás sacado a subasta".
Descubierto en las minas De Beers, en Sudáfrica, el diamante fue cortado, pulido y perfeccionado durante más de un año hasta convertirse en la pieza estrella de una subasta de joyería de Sotheby's de 370 lotes.
LEA MÁS: Nueva subasta récord por otro diamante rosa: casi u$s18 millones
LEA MÁS: Pagan u$s31,5 millones por el diamante naranja más grande del mundo
El comprador participó en la puja por teléfono, aunque quiso mantener el anonimato, dijo la compañía fundada en Londres en 1804.
La casa de subastas ya había exhibido la joya en Medio Oriente en dos ocasiones -en Doha y Dubai-, en Los Ángeles, Hong Kong, Londres y Nueva York en un intento para atraer el interés del mercado antes de comercializar el diamante.
Sotheby's dice que sólo cinco diamantes de una calidad comparable y de más de 100 quilates han sido vendidos en subastas. El más caro alcanzó los u$s30,6 millones en Hong Kong en 2013, en un remate organizado por la misma casa.
Gary Schuler, jefe del departamento de joyería de Sotheby's en Nueva York, se refirió a la piedra como "la definición de la perfección".
"El color es
está libre de cualquier imperfección interna y es tan
que sólo puede compararse con un estanque de agua congelada", aseguró antes de la venta.