Bachelet rompió el silencio sobre el escándalo de su hijo

"Para mí, como madre y presidente, han sido momentos difíciles y dolorosos", aseguró la mandataria chilena, luego de que Sebastián Dávalos debiera presentar la renuncia

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 EFE 163
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"Hace pocos días, mi hijo dejó su cargo. Mi compromiso, primero que nada, es con el anhelo de las grandes mayorías", sostuvo hoy la presidente de Chile, Michelle Bachelet, al ser consultada sobre la renuncia de su hijo, Sebastián Dávalos, al frente de la dirección sociocultural de la Presidencia. "Para mí, como madre y como presidente, han sido momentos dolorosos. Llevar adelante esta tarea implica muchas veces tener que tomar decisiones que son dolorosas", dijo.

La mandataria chilena también aseguró que se enteró por la prensa del millonario negocio que involucra a su hijo, que está siendo investigado por la Justicia. "No tuve información previa, ni después, me informé en Caburgua por la prensa", afirmó Bachelet a los periodistas al retomar sus funciones, luego de pasar sus vacaciones en el sur del país en su residencia a las orillas precisamente del lago Caburgua.

"No tuve información previa, ni después, me informé en Caburgua por la prensa"

Sebastián Dávalos, hijo de Bachelet, fue denunciado por la derecha política por supuestos delitos de tráfico de influencias y uso de información privilegiada, tras un negocio inmobiliario realizado por su esposa, Natalia Campagnon. El hijo de la mandataria renunció a su cargo el pasado 13 de febrero, presionado por las críticas.

Campagnon, que es socia del 50% de la empresa Caval Limitada, obtuvo el 16 de diciembre de 2013, un día después del triunfo de Bachelet en las elecciones presidenciales, un préstamo en el Banco de Chile por unos 10,4 millones de dólares para la adquisición de unos terrenos en el municipio de Machalí, en la región de O'Higgins, al sur de Santiago.

La operación se fraguó durante una reunión celebrada en la sede del banco en la que participaron Andrónico Luksic, dueño y vicepresidente de la institución; el propio Sebastián Dávalos, en ese entonces gerente de operaciones de Caval, y su esposa.

El objetivo de los fondos obtenidos era adquirir unos terrenos rurales que estaban pendientes de ser recalificados para uso urbano y que después fueron vendidos por un precio superior en 4,8 millones de dólares al de la compra.

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La información sobre el negocio, revelada por un semanario local, desató un escándalo político que aún no se acalla. Bachelet, que hasta ahora no había tocado el tema, se mostró afectada por el caso y por la renuncia de su hijo a su cargo.

Las críticas opositoras contra el hijo de Bachelet y contra la propia mandataria han arreciado durante las últimas semanas, bajo el argumento de que el discurso de "equidad" e "igualdad" que promueve el Gobierno no se condice con la actuación de Dávalos.

Sin embargo, Bachelet afirmó que su compromiso es seguir trabajando en pos de una nación más justa y más equitativa: "Este gobierno no tiene un discurso de la igualdad, sino una práctica", manifestó. "No es un discurso, es una práctica, y vamos a seguir cumpliéndola en el programa de gobierno", subrayó.

La oposición ha insistido en que en el negocio realizado por la empresa de Dávalos y su esposa hubo tráfico de influencias, ya que obtuvieron un millonario crédito para una empresa cuyo capital no superaba los 10.000 dólares.