Un logro para Hollande: el Parlamento ratificó a su primer ministro

Manuel Valls y su nuevo equipo de gobierno contaron con el apoyo de 269 parlamentarios. La aprobación del mandatario se deteriora ante la delicada economía en Francia

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 EFE 163
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La Asamblea Nacional de Francia otorgó hoy su confianza al gobierno del primer ministro de François Hollande con 269 votos a favor, 244 en contra y 53 abstenciones, de las cuales una treintena procedió de las filas socialistas rebeldes. El resultado contrasta con los 306 votos a favor que había recibido en abril cuando asumió.

Pese a ser un "logro" para el mandatario ante el descenso de su popularidad y los cambios obligados en su gobierno, desde la oposición llovieron las críticas y el líder de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Christian Jacob, advirtió que es la constatación de que "sus días están contados".

Para la oposición, los días de Hollande "están contados"

Valls no estaba obligado a someterse a la moción, pero con ella buscaba ganar legitimidad y recuperar fuerza ante la situación económica delicada y la crisis gubernamental de finales de agosto, que llevó a la remodelación del Ejecutivo.

La dimisión por irregularidades fiscales del secretario de Estado de Comercio Exterior y Turismo, Thomas Thévenoud, y la publicación del libro de la ex primera dama, Valérie Trierweiler, que desnuda el lado más inhumano de Hollande, contribuyeron a tensar el clima político y la crisis interna del Partido Socialista.

El primer ministro destacó, en su declaración de política general, que se entregaba a esta votación "por respeto a los franceses", e hizo un llamamiento a que todos los diputados "estuvieran a la altura de las circunstancias".

 Reuters 163
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Su discurso, de marcado carácter económico, dejó claro que su programa no ha variado respecto al presentado en abril, cuando accedió al cargo tras la derrota socialista en las elecciones municipales.

Se trata de una comprometida rebaja de 40.000 millones de euros en las cotizaciones sociales de las empresas para disminuir el costo de la mano de obra y aumentar la competitividad, cifra que choca con la de 5.000 millones de euros destinados a los hogares.

"Tus anuncios no son más que reformitas ante las necesidades de Francia", le reprochó Jacob. El representante de la oposición había dejado claro el rechazo de su grupo alegando que en estos cinco meses desde que Valls se hizo con el Ejecutivo "el país ha continuado su descenso al infierno en un plano económico pero también político e institucional".

El Ejecutivo francés confiaba en cumplir el próximo año el objetivo de situar el déficit público por debajo del 3% del PIB que marca Bruselas, pero ha tenido que posponerlo hasta 2017, ante previsiones de que será del 4,4% este año y del 4,3% en 2015.