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La explosión se registró el martes por la noche en un supermercado de la cadena Tottus, en el sector de Gómez Carreño en la ciudad chilena de Viña del Mar. Una trabajadora resultó herida por el estallido. El artefacto era de fabricación casera y, de momento, se descarta que tenga relación con el atentado terrorista del lunes, si bien causó temor a la población.
La herida fue identificada como Edith Mardones Gamboa, de 43 años de edad, una encargada del aseo del establecimiento, quien sufrió un trauma acústico y otras lesiones a causa de la explosión. La mujer fue trasladada a un centro asistencial en el que recibió atención médica y fue dada de alta unas horas más tarde.
De acuerdo con las autoridades viñamarinas, el artefacto consistía en una botella de plástico rellena de material explosivo, monedas, otros objetos metálicos y ácido muriático, que explotó cuando la operaria manipuló un contenedor de basura en el estacionamiento del local.
El bombazo ocurrió un día después del atentado explosivo que dejó catorce personas lesionadas en una galería comercial aledaña a la estación del metro Escuela Militar, de Santiago de Chile, cuya autoría hasta ahora nadie se ha adjudicado, aunque las investigaciones apuntan a grupos anarquistas.
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Carabineros busca a los responsables del ataque explosivo, que serían al menos tres, según lo extraído por el fiscal encargado de la investigación, Christian Toledo, a partir de los testimonios de distintos testigos y las filmaciones captadas por las cámaras de seguridad.
Durante este martes, en tanto, la Policía debió atender un total de 18 alarmas de bombas en diversos lugares de Santiago, entre ellos varias estaciones del metro, que resultaron ser falsas.
Por otro lado, el gobierno de Michelle Bachelet anunció el martes que impulsará reformas legales para dotar de mayores medios y atribuciones a las fuerzas de seguridad, mientras las autoridades de Carabineros anunciaron la creación de una Dirección Nacional de Inteligencia, Drogas e Investigación Criminal.