Uruguay: Vázquez, Lacalle y Bordaberry serán candidatos presidenciales en octubre

Se impusieron en las elecciones primarias de los partidos Frente Amplio (FA), Nacional (PN) y Colorado (PC), respectivamente. El Partido Independiente (PI) presentó a Pablo Mieres como único aspirante

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 AP 163
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 AFP / eldiario.com.uy 163
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Tabaré Vázquez, del Frente Amplio (FA), Luis Lacalle Pou por el Partido Nacional (PN) y Pedro Bordaberry por el Partido Colorado (PC) serán los principales contendientes en las elecciones presidenciales uruguayas del próximo mes de octubre, según el resultado de las elecciones primarias celebradas este domingo.

Los comicios, que se desarrollaron con total normalidad y sin incidentes de ningún tipo, quedaron marcados por el bajo nivel de participación y por la sorpresiva victoria de Lacalle Pou en las internas de su partido, en las que se impuso con holgura al precandidato Jorge Larrañaga.

No hizo falta esperar a que se presentaran los primeros resultados oficiales para que los distintos contendientes reconocieran sus respectivas victorias y derrotas al calor de las encuestas a pie de urna.

Vázquez, ex presidente uruguayo y el primer mandatario de izquierdas en la historia del país en el período 2005-2010, habría obtenido entre el 80% y el 83% de los votos y su rival la senadora Constanza Moreira entre el 14 y el 18% de los sufragios, un resultado esperado y que no dio lugar a sorpresas.

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El momento del sufragio del presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica

Moreira reconoció su derrota apenas se difundieron estos datos y resaltó que este resultado era una victoria "para todos los frenteamplistas".

El ex presidente recibió la victoria igual de rápido, y con un semblante inusitadamente serio, agradeció a todos los frenteamplistas por su participación y aprovechó para presentar varios planes que desarrollará si gana las próximas elecciones.

Igual de rápido fueron los precandidatos de PC en reconocer los resultados después de que las encuestadoras anunciaran que Pedro Bordaberry obtendría entre el 78 y el 74% de los votos su rival José Amorín entre el 25% y el 22%.

La participación estuvo entre el 25% y el 35%

La sorpresa llegó cuando se anunció el resultado del Partido Nacional, la única interna en la que había una pugna cerrada y en la que Lacalle Pou logró dar la vuelta a los pronósticos.

Las empresas encuestadoras otorgaron a Lacalle entre el 54% y el 57% de los votos y a Larrañaga entre el 43% y el 46% de los sufragios, una diferencia notable ya que apenas 48 horas antes las empresas de sondeos daban la ventaja a Larrañaga por dos puntos porcentuales.

El propio Larrañaga, emocionado, reconoció la derrota y anunció de paso su retirada de la directiva del PN.

"Yo soy el responsable de esta derrota y la asumo integralmente, quiero simplemente irme para Río Negro (...). Se terminó para mí, pero la lucha continúa", dijo el senador nacionalista ante sus seguidores.

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Larrañaga, que ya perdió en 2009 las internas del PN ante el padre de Lacalle Pou, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, pidió a todos los nacionalistas seguir luchando por "sus ideas de libertad" y apoyar a su partido en las próximas generales.

La baja participación fue el otro protagonista de las elecciones y sorprendió a todos los agentes políticos por su pronunciado descenso, en el entorno del 10 % respecto a las primarias de 2009.

Por su carácter de no obligatorio, ya se estimaba que los números de concurrencia a las urnas serían los más bajos desde que se realiza este tipo de votación, y que rondaría el 40% del electorado, los datos manejados por las encuestadoras cifraban la participación entre el 25 y el 35%.

La tónica de la jornada fue precisamente ver mesas de votación vacías que recibían un elector de tanto en tanto y muy poca actividad en términos generales.

Esa baja participación desató el debate sobre la idoneidad de este sistema de primarias, vigente desde la reforma constitucional de 1997 y que se usó por vez primera en 1999 o la no obligatoriedad del voto.

Varios analistas, entre ellos el propio presidente José Mujica, apuntaron a que lo previsible de los resultados dejó a muchos votantes en su casa y que en las elecciones generales los uruguayos irán a votar como siempre suelen.