El Gobierno dice que el aumento de tarifas es "poco significativo" y no impactará en paritarias

El jefe de Gabinete rechazó que el recorte de subsidios se refleje en las negociaciones salariales. "Es un artilugio que no se corresponde con la realidad", dijo. Además, no descartó que la medida se traslade a las facturas de la luz

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El jefe de Gabinete rechazó que el recorte de subsidios se refleje en las negociaciones salariales. "Es un artilugio que no se corresponde con la realidad", dijo. Además, no descartó que la medida se traslade a las facturas de la luz

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, salió al cruce de algunos sectores del sindicalismo que advirtieron que la suba en las facturas de gas y agua, a raíz de la reducción en los subsidios por parte del Estado, iba a tener impacto directo en la negociaciones paritarias.

"No hay ninguna relación posible entre reducción del subsidio y negociación de paritarias", les respondió durante su tradicional conferencia de prensa matinal desde la Casa Rosada. El funcionario aclaró que es "absolutamente poco significativo" el impacto monetario que tiene la quita en las facturas que llegan a los domicilios. Incluso, aseguró que la revisión tampoco afectará a la variación en el Índice de Precios al Consumidor (IPCnu), a raíz de su escasa incidencia relativa en el consumo habitual.

"Es un artilugio que no se corresponde con la realidad", insistió Capitanich, en un claro anticipo a los dirigentes gremiales de que el Gobierno rechazará un endurecimiento de los reclamos salariales bajo el argumento del ajuste tarifario.

Es que el anuncio sorprendió y puso en alerta hasta a los sindicatos de la CGT oficialista, que conduce Antonio Caló. Los metalúrgicos pensaban cerrar en unos días su paritaria en un 28%, pero tal vez ahora su posición cambie. "No lo hemos estudiado todavía, pero es peor", admitió Juan Alberto Belén, el número dos del gremio. La misma preocupación la expresó el líder de La Fraternidad, Omar Maturano, al señalar que la suba del gas y el agua "?va a deteriorar más? los salarios". Esta mañana, apareció la CTA afín al kirchnerismo de Hugo Yasky, quien se atrevió a ser más crítico con la medida: "es un esquema totalmente injusto".

Pese a las críticas, el jefe de ministros defendió la reducción progresiva y gradual de subsidios al afirmar que tiene su correlato en un "fuerte proceso de inversión" que lleva adelante el Gobierno para que los servicios lleguen a toda la población.

"Cuando uno invierte en agua potable, se está invirtiendo en salud, porque se reduce la tasa de mortalidad infantil y de enfermedades inmunoprevenibles", sostuvo. Y ejemplificó al mencionar la importancia de las obras para la provisión de gas en el norte argentino, cuya inversión alcanza los 32.000 millones de pesos.

Al ser consultado si llegaría la revisión tarifaria del suministro eléctrico, el chaqueño no descartó esa posibilidad: "Que no nos tome la ansiedad, cada decisión se va a publicar oportunamente".

El Gobierno anunció ayer que desde el 1 de abril correrá una reducción entre 17 y 80 por ciento los subsidios a las tarifas de los servicios de gas y agua corriente. Se estimó que su impacto en el valor final de las facturas podría representar un aumento de bolsillo de hasta el 400 por ciento.

En 2013, los subsidios significaron al Estado gastos por $143.000 millones, lo que equivale al 4,9% del PBI, según una estudio del Consejo Profesional de Ciencias Económicas y el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). La parte mayoritaria de la ayuda estatal está concentrada en el servicio de la luz.

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