ONU indicó que legalidad del cannabis en Uruguay "marca una tendencia peligrosa"

El jefe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) aseguró, además, que la ley vulnera los tratados internacionales sobre el tema. A su vez, cuestionó a Colorado y Washington

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 AP 163
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La normativa uruguaya que regula la producción, venta y consumo de marihuana infringe los tratados internacionales sobre drogas y "marca una tendencia peligrosa", subrayó, este martes, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en la presentación de su informe anual.

"La JIFE pone de relieve que la ley aprobada en el Uruguay para legalizar la producción, venta y consumo de cannabis con fines no médicos contraviene lo dispuesto en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes (...) y recuerda la necesidad de respetar los tratados", subrayó el organismo dependiente de las Naciones Unidas.

El pequeño país sudamericano, de 3,3 millones de habitantes, se convirtió en diciembre en el primero del mundo en regular el mercado del cannabis y sus derivados. La iniciativa, de carácter experimental, fue sancionada por el Parlamento uruguayo con el argumento de la lucha contra el narcotráfico.

El jefe de la JIFE, Raymond Yans, ya había criticado la medida uruguaya en diciembre pasado, lo cual le valió una viva réplica del presidente uruguayo José Mujica. "Dígale a ese viejo que no mienta", dijo Mujica en un programa de televisión, cuando se le pidió su reacción a las declaraciones de Yans.

"Que no hable para la tribuna (...), porque [los funcionarios internacionales] están en un puesto de pedestal, se creen que pueden decir cualquier bolazo (disparate)", agregó.

Por su parte, la JIFE también hace referencia en su informe a las medidas en este mismo sentido que fueron adoptadas en algunos estados de los Estados Unidos. La Junta "lamenta profundamente las medidas adoptadas en los estados de Colorado y Washington (...) con respecto a la legalización del uso recreativo del cannabis", se apuntó en el informe.

El documento recuerda, asimismo, que esas medidas "contravienen lo dispuesto en los tratados de fiscalización de drogas, que limitan el uso de cannabis a fines médicos y científicos".

Por todo ello, insta "a las autoridades del Uruguay a que velen por que su país siga cumpliendo plenamente el derecho internacional y que restrinja el consumo de estupefacientes, incluido el cannabis, a fines exclusivamente médicos y científicos".

La Convención de 1961 sobre drogas -adoptada por 186 países, incluido Uruguay- sólo contempla el uso del cannabis para esos fines, según ha repetido la JIFE, por lo que cualquier uso recreativo se sale de lo acordado.

La JIFE se presenta como un

órgano independiente, formado por 13 miembros, con el cometido de vigilar y promover la aplicación de los tratados de Naciones Unidas sobre fiscalización de drogas.