La Cámara de Representantes pone nuevas trabas a la reforma migratoria en los EEUU

El presidente de la Cámara baja, John Boehner, dijo que no cree que el proyecto de ley que impulsa el gobierno de Obama sea aprobado este año

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"El pueblo estadounidense y muchos de mis compañeros de partido no confían en que la reforma de la que hablamos vaya a ser aplicada como fue planeada", argumentó, este jueves, John Boehner para explicar por qué la bancada republicana probablemente demore el tratamiento de la reforma migratoria en el Congreso de los Estados Unidos.

Boehner agregó que el mandatario Barack Obama debe ganarse la "confianza" también dentro de su propio partido, el Demócrata, y que esa es una de las "principales dificultades" para la aprobación del proyecto, que busca legalizar a los once millones de indocumentados que hay en el país.

El republicano culpó a Obama de "alimentar más la desconfianza" cuando en su discurso del Estado de la Unión dijo que ignorará al Congreso y actuará por su cuenta en algunos temas, como la desigualdad económica. "Hay una duda generalizada sobre si se puede confiar en este gobierno para hacer cumplir nuestras leyes", criticó.

"Millones de estadounidenses están cansados de discusiones y quieren que avancemos. El proyecto de nuestra generación es restablecer la promesa de la oportunidad. Cada vez que pueda tomar medidas sin legislación para mejorar las oportunidades de las familias norteamericanas, lo haré", había dicho Obama, luego de un intenso año de trabas impuestas por el Congreso a su gobierno en temas clave como el presupuesto de 2014.

 AFP 163
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Obama y Boehner

Las declaraciones de Boehner fueron inmediatamente rechazadas por el movimiento de defensa de los inmigrantes, que lo acusó de desviar la culpa hacia Obama. "Las excusas y retrasos de Boehner mantienen en pie un sistema fracasado que separa diariamente a los padres de sus hijos", dijo en un comunicado Kica Matos, vocera del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa.

El Senado aprobó en junio, y con apoyo bipartidista, la más profunda modificación de la legislación migratoria en una generación, incluyendo, entre otros asuntos, la legalización de inmigrantes ilegales, así como la posibilidad de adquirir la ciudadanía estadounidense en un período de 13 años. Pero los republicanos en la Cámara baja la rechazaron.

La reforma migratoria es un tema espinoso en el seno del Partido Republicano, pero clave en sus esperanzas de recuperar el voto de los latinos de cara a las presidenciales de 2016. Por eso, la semana pasada la dirigencia anunció que definiría su propio proyecto sobre este tema.