Pese al acuerdo, Irán instaló otras 1.000 centrifugadoras

El régimen persa construyó estas nuevas máquinas para el enriquecimiento de uranio, tras las negociaciones con las potencias de Occidente. Momentáneamente no funcionarán

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Irán instaló 1.000 centrifugadoras nuevas para el enriquecimiento de uranio, aunque debido a las negociaciones nucleares en marcha por el momento estos aparatos no están funcionando.

La revelación fue hecha este domingo por el responsable iraní en materia nuclear Ali Akbar Salehi, según informa la agencia de noticias iraní ISNA.

El gobierno de Hasan Rohani le informó a principios de diciembre al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de su nueva generación de centrifugadoras, que se instalarán en las plantas de enriquecimiento de Natanz y Fordo.

Los países occidentales sospechan que la nación islámica pretende conseguir armas nucleares, extremo que Teherán niega en forma vehemente e insiste en que su programa nuclear tan sólo persigue fines pacíficos.

En noviembre, las cinco naciones con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania (G5+1) llegaron a un acuerdo temporal con Irán por el cual el gobierno islámico se comprometía a congelar parte de su programa durante seis meses. Y a cambio se iban a flexibilizar algunas sanciones económicas.

El acuerdo contemplaba, entre otros temas, que no se pusiera en marcha ninguna nueva centrifugadora que acelerase o mejorase el proceso de enriquecimiento de uranio.

Por su parte, Teherán ha advertido en varias ocasiones que no atenderá a su compromiso si se imponen nuevas sanciones sobre todo por parte de Estados Unidos.

En este sentido, en el Senado estadounidense existen sobre todo intentos de endurecer las sanciones en caso de que Teherán no se atenga a lo acordado.

Sin embargo, el presidente Barack Obama ya anunció que no va a firmar una ley que endurezca las sanciones. En tanto que las negociaciones nucleares entre el G5+1 y Teherán proseguirán a nivel de expertos desde este lunes en Ginebra.

Allí se analizará la aplicación del acuerdo de noviembre. Irán pide un rápido fin de las sanciones, que han conducido al país a una severa crisis económica.