Ante la ausencia de la mayoría de los mandatarios, la Cumbre Iberoamericana será cada 2 años

Los pocos presidentes de América Latina que asistieron a la reunión con España y Portugal decidieron cambiar la periodicidad del encuentro a partir de 2014. Argumentaron que es para adecuarse al "nuevo contexto mundial". Ningún país del ALBA asistió este año

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 AFP 163
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Las cumbres iberoamericanas pasarán a realizarse cada dos años a partir de 2014 en vistas de adecuarla al "nuevo contexto mundial", según anticipó el proyecto de resolución que firmarán los 11 mandatario que asistieron a la reunión de Panamá sobre los 22 presidentes que fueron invitados y decidieron no presentarse.

Bajo el lema "El papel político, económico, social y cultural de la comunidad iberoamericana en el nuevo contexto mundial", Panamá acoge desde el viernes la XXIII Cumbre Iberoamericana, a la que acuden jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina, España y Portugal.

Principales puntos de la resolución:

- Establecer una periodicidad bienal de las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno a partir de la XXIV Cumbre, que se realizará en México en 2014, para establecer una alternancia entre las Cumbres Iberoamericanas y las Cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).

- Los jefes de Estado y de gobierno tendrán un espacio privado en un Foro de Reflexión para dialogar sobre los temas centrales de cada cumbre u otros de interés político.

- A partir de 2014 se realizará un documento conciso y operativo que incluya medidas concretas y mensurables.

- En los años en que no se celebre cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, se reunirán los ministros de Relaciones Exteriores para dar seguimiento a las resoluciones y declaraciones aprobadas en las cumbres.

- Cambio de forma gradual en tres años a las cuotas que los países aportan a la Secretaría General Iberoamericana. Del actual porcentaje de distribución del 70% para los países de la Península Ibérica y 30% para América Latina se pasará a una nueva distribución del 60%/40%.

- Priorizar en el ámbito iberoamericano el tratamiento de los temas de la agenda política que sean de interés común.

- Concentrar las actividades de la Conferencia Iberoamericana en torno a grandes áreas de acción como los Espacios Iberoamericanos del Conocimiento, de la Cultura, de la Cohesión social, de la Economía y de la Innovación.

- Aprobar los nuevos Lineamientos para la Cooperación Iberoamericana adoptados por los Responsables de Cooperación iberoamericanos y encomendar a la Secretaría General Iberoamericana iniciar su proceso de implementación.

Los encuentros concretados

La falta de interés en la cita no alcanzó a ser ni mínimamente compensada por la presencia de otros presidentes como Enrique Peña Nieto (México), quien acordó en una reunión con el anfitrión Ricardo Martinelli acelerar las negociaciones para antes de fin de año la firma del Tratado de Libre Comercio.

La ausencia de Piñera, Humala y del presidente Juan Manuel Santos (Colombia) -quien postergó su llegada para el viernes por la noche- anuló la posibilidad de un encuentro de la Alianza del Pacífico, un bloque comercial que busca mercado con los países asiáticos.

En su lugar se realizó una reunión ministerial en la que participaron los presidentes Laura Chinchilla (Costa Rica) y Martinelli, cuyos países aspiran a sumarse a la Alianza del Pacífico, por cierto no bien vista por mandatarios de izquierda como Morales, que la considera "parte de una conspiración" de Estados Unidos para dividir a Latinoamericana.

Los presidentes Mauricio Funes (El Salvador) y Porfirio Lobo (Honduras), quienes postergaron para el sábado su llegada a Panamá, podrían también celebrar una reunión al margen de la cumbre, ya que sus países protagonizan un conflicto por la soberanía de la Isla Conejo, en el Golfo de Fonseca.

"Le voy a plantear la necesidad de que lleguemos a un entendimiento para evitar tensionar la zona", manifestó Funes el jueves.

Una cumbre deslucida no fue el mejor escenario para el debut en estas citas del presidente paraguayo Horacio Cartes , cuyo país estuvo ausente el año pasado en el encuentro de Cádiz por la crisis que generó la destitución de su antecesor, Fernando Lugo. Sin embargo, el mandatario llegó temprano para reunirse con empresarios y políticos, al igual que Danilo Medina (República Dominicana), junto a Martinelli.