Líderes demócratas y republicanos califican de "productivas" las conversaciones en el Senado

Los jefes de ambos partidos negocian la reapertura presupuestaria del Gobierno de EEUU y el aumento del límite de la deuda. Si no llegan a un acuerdo antes del 17 de octubre el país caerá en default

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El líder de la mayoría del Senado estadounidense, el demócrata Harry Reid, dijo el domingo que tuvo una "conversación productiva" con el líder republicano en la Cámara alta, Mitch McConnell, en medio de los esfuerzos para reabrir las oficinas de Gobierno y elevar el límite de la deuda federal.

"Nuestras discusiones fueron sustanciales y vamos a continuar con ellas. Soy optimista sobre las perspectivas de una conclusión positiva", dijo Reid en declaraciones dadas en el Senado. Reid no dio ningún detalle sobre las conversaciones.

La crisis en Estados Unidos parece no tener fin. Después de la propuesta del Partido Republicano para acercar posiciones y llegar a un acuerdo sobre el aumento del techo de la deuda, el presidente Barack Obama la rechazó y todo volvió como al comienzo.

Los Estados Unidos entraron en la cuenta regresiva para evitar entrar en default, ya que tienen hasta el 17 de octubre para aprobar un aumento del techo de endeudamiento. A su vez, en el país aún se mantiene el cierre administrativo que afecta a miles de funcionarios y empleados públicos.

El grueso de las operaciones gubernamentales estadounidenses fueron suspendidas la semana pasada luego de que los legisladores en la Cámara de Representantes y en el Senado no lograsen un acuerdo sobre una ley para financiar el Gobierno al inicio del nuevo año fiscal. Los congresistas republicanos se niegan a aprobar una medida temporal de gastos y demandan, a cambio, modificaciones o la eliminación de la ley de salud del presidente Barack Obama.

Los republicanos están vinculando obamacare">el plan de salud al presupuesto porque dicen que los costos del primero dañarían severamente la economía estadounidense. Los demócratas dicen que se trata de una "ley sancionada" y además ratificada por la Corte Suprema. Insisten en que las leyes de gastos y del límite de la deuda son vitales de por sí y no deberían ser condicionadas.

Al acercarse el plazo para la extensión del límite de la deuda -16,7 billones de dólares-, los republicanos y demócratas están enfrentados también por asuntos presupuestarios. Los republicanos están demandando recortes de gastos para reducir el déficit como su precio para elevar el límite. El presidente y sus correligionarios demócratas insisten en que el Congreso primero debe resolver el cierre y extender el límite de la deuda, antes de que haya negociaciones.