Nunca es tarde para emprender: 6 exitosos empresarios que comenzaron su negocio de grandes

Lejos de ser una desventaja, años de carrera profesional ofrecen a un conjunto de habilidades únicas y valiosas, fundamentales para triunfar en nuevos proyectos

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La sociedad impulsa creencias limitantes sobre el éxito empresarial y la edad. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La sociedad impulsa creencias limitantes sobre el éxito empresarial y la edad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Emprender es un viaje que no entiende de edades. La sociedad, muchas veces, impulsa la creencia de que la creación y el éxito empresarial son exclusivos de la juventud. Sin embargo, la realidad muestra un escenario bien distinto, donde el espíritu emprendedor puede florecer en cualquier momento de la vida. Los casos de personas que deciden embarcarse en la aventura de fundar su propio negocio tras décadas de experiencia laboral son cada vez más frecuentes y representan una fuente de inspiración para muchos.

La decisión de iniciar un proyecto propio después de los 40 años puede surgir por diversas razones. Para algunos, representa la oportunidad de finalmente perseguir una pasión largamente postergada; para otros, es la búsqueda de un nuevo desafío tras años de carrera profesional en ámbitos distintos. Aunque pueda parecer que empezar tarde conlleva desventajas, la experiencia y la perspectiva acumuladas se convierten en herramientas valiosas en el mundo empresarial.

La experiencia laboral acumulada se traduce en una valiosa herramienta empresarial. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La experiencia laboral acumulada se traduce en una valiosa herramienta empresarial. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este fenómeno no solo revela la motivación y el deseo de superación personal de quienes deciden emprender en etapas avanzadas de su vida, sino que también desmonta mitos sobre la innovación y la creatividad. Dicha decisión demuestra que estas cualidades no tienen límite de edad y que el mercado está abierto a acoger nuevas propuestas, independientemente de cuándo lleguen.

Empresarios que comenzaron su negocio después de los 40 años

Adolf Dassler - Adidas

Adolf Dassler fundó Adidas a sus 48 años, demostrando que la innovación no tiene edad. (Adidas)
Adolf Dassler fundó Adidas a sus 48 años, demostrando que la innovación no tiene edad. (Adidas)

Dassler comenzó su camino hacia la creación de Adidas en la pequeña lavandería de su madre en Herzogenaurach, Alemania, después de la Primera Guerra Mundial. Con un profundo interés por el deporte y un talento innato para la innovación, Dassler se dedicó a la fabricación de zapatos deportivos, utilizando materiales que estaban disponibles en ese momento, como lona y goma. Junto a su hermano Rudolf, Adolf empezó a experimentar con diferentes diseños, buscando crear el calzado más efectivo para los atletas. Su compromiso con la calidad y la funcionalidad pronto le ganó reconocimiento entre los deportistas de la época.

En 1924, Adolf y Rudolf oficializaron su operación mediante la fundación de la compañía “Gebrüder Dassler Schuhfabrik” (Fábrica de Zapatos Hermanos Dassler). Su gran oportunidad llegó durante los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, donde convencieron al atleta estadounidense Jesse Owens para que usara sus zapatos de clavos. La victoria de Owens, quien ganó cuatro medallas de oro, catapultó la fama de los zapatos Dassler a nivel mundial. Sin embargo, las tensiones entre los hermanos llevaron a la división de la empresa en 1948, momento en el cual Adolf Dassler fundó Adidas, a sus 48 años, combinando su apodo, Adi, con el inicio de su apellido, Das, creando así una de las marcas deportivas más icónicas y reconocidas globalmente.

Coronel Sanders - KFC

El Coronel Sanders transformó su conocimiento culinario en el nacimiento de KFC. (REUTERS/Kim Kyung-Hoon)
El Coronel Sanders transformó su conocimiento culinario en el nacimiento de KFC. (REUTERS/Kim Kyung-Hoon)

El Coronel Harland Sanders inició lo que eventualmente se convertiría en Kentucky Fried Chicken con una simple estación de servicio en Corbin, Kentucky, en la década de 1930. No fue hasta que tenía 40 años que Sanders comenzó a servir comidas a los viajeros en el comedor de su estación de servicio, sin un restaurante formal ni publicidad, solo la fama de su deliciosa comida casera.

Entre las recetas que ofrecía, su pollo frito rápidamente se destacó por su sabor y calidad, gracias a la combinación única de 11 hierbas y especias, un secreto bien guardado que se ha mantenido hasta la actualidad. Con el crecimiento de su popularidad, Sanders eliminó las bombas de gasolina y transformó el espacio en un restaurante completo, el Sanders Court & Café, sentando así las bases de lo que sería KFC.

El Coronel Sanders comenzó a franquiciar su receta de pollo frito a mediados de la década de 1950, un concepto innovador para la época. A la edad de 65 años, después de que una nueva carretera interestatal redujera significativamente el tráfico de clientes a su restaurante, decidió cerrar su negocio original y dedicarse a viajar por Estados Unidos. Su objetivo era convencer a otros propietarios de restaurantes para que adoptaran su receta de pollo frito a cambio de un pequeño pago por cada pieza de pollo vendida. Esta estrategia de franquicias fue un éxito rotundo, y para 1964, cuando Sanders vendió la compañía, ya había más de 600 ubicaciones de KFC en todo el país, consolidando de esta manera la expansión de uno de los imperios de comida rápida más famosos a nivel mundial.

Sam Walton - Walmart

Sam Walton abrió el primer Walmart a los 44 años, revolucionando el sector minorista. (REUTERS/Mike Blake)
Sam Walton abrió el primer Walmart a los 44 años, revolucionando el sector minorista. (REUTERS/Mike Blake)

Sam Walton inauguró el primer Walmart en 1962, a sus 44 años, en Rogers, Arkansas, con la visión de crear una tienda de descuentos que ofreciera precios bajos y grandes volúmenes de ventas. Antes de abrir Walmart, Walton ya tenía experiencia en el sector minorista, habiendo operado con éxito una franquicia de la cadena Ben Franklin. Durante esta etapa inicial, Walton perfeccionó una estrategia que consistía en obtener productos directamente de los fabricantes, evitando intermediarios, lo cual permitía ofrecer precios más bajos que los de sus competidores. Con la ambición de replicar y mejorar este modelo, Walton decidió abrir su propio negocio, fundamentado en principios de eficiencia, compras en volumen y una inquebrantable promesa de vender por menos para atraer a más clientes.

El concepto de Walmart se basaba en ofrecer una amplia variedad de mercancías a precios que los competidores simplemente no podían igualar, una novedad en esa época para tiendas de gran tamaño ubicadas en áreas rurales y pequeñas ciudades. Walton creía firmemente en el potencial de estos mercados, a menudo ignorados por las grandes cadenas minoristas que preferían establecerse en las ciudades más grandes. Esto, combinado con una sólida cultura corporativa centrada en el valor hacia el cliente y la eficiencia operativa, permitió que Walmart no solo expandiera rápidamente su presencia en todo Estados Unidos, sino que también revolucionara el concepto de venta al por menor. Con una expansión agresiva y una constante búsqueda de innovaciones para mantener bajos los costos y precios, Walmart se convirtió en la mayor cadena de tiendas de descuento del mundo, alterando permanentemente el paisaje del comercio minorista.

Charles Ranlett Flint - CTR (ahora IBM)

A los 61 años, Flint lideró una de las fusiones corporativas más influyentes del siglo XX. (REUTERS/Dado Ruvic)
A los 61 años, Flint lideró una de las fusiones corporativas más influyentes del siglo XX. (REUTERS/Dado Ruvic)

En 1911, a los 61 años, Charles Ranlett Flint consolidó su legado como un astuto hombre de negocios al fundar la Computing-Tabulating-Recording Company (CTR) a través de la fusión de cuatro empresas distintas: Bundy Manufacturing Company, International Time Recording Company, la Tabulating Machine Company y la Computing Scale Company of America. Flint, que ya tenía una destacada trayectoria en la creación y gestión de fusiones corporativas, identificó una oportunidad única en el mercado al unir estos negocios, que ofrecían desde máquinas tabuladoras hasta relojes de fichar, creando así una empresa que abarcaba un amplio espectro de productos tecnológicos para empresas.

A su avanzada edad, en un periodo donde la mayoría de sus contemporáneos se retiraban, Flint demostró una visión innovadora excepcional al dar vida a CTR. Esta empresa no solo se convertiría en el cimiento sobre el que se edificaría IBM, sino que también marcaría el inicio de una nueva era en la tecnología empresarial y de gestión de datos. Bajo la dirección inicial de Flint y luego bajo el liderazgo transformador de Thomas J. Watson, CTR, renombrada como IBM en 1924, se expandió más allá de sus humildes comienzos para convertirse en un gigante global en el campo de la tecnología y la innovación.

Momofuku Ando - Nissin Food Products

Nissin Food Products, bajo la dirección de Ando, introdujo Chikin Ramen al mercado. (REUTERS/Issei Kato)
Nissin Food Products, bajo la dirección de Ando, introdujo Chikin Ramen al mercado. (REUTERS/Issei Kato)

Momofuku Ando, a la edad de 48 años, fundó Nissin Food Products en Japón en 1948, en un contexto de escasez de alimentos tras la Segunda Guerra Mundial. Observando las largas filas de personas esperando por una porción de ramen en las calles devastadas de Osaka, Ando se inspiró para crear una solución alimenticia que fuera rápida, asequible y fácil de preparar. Con una visión innovadora, decidió centrarse en el desarrollo de fideos instantáneos. Su objetivo era brindar una alternativa nutricional que pudiera ayudar a combatir la hambruna y mejorar las condiciones de vida en su país.

Después de numerosos experimentos y superando varios desafíos técnicos, Ando logró inventar el primer fideo instantáneo del mundo en 1958, diez años después de fundar Nissin. El producto, llamado “Chikin Ramen”, se convirtió en un éxito inmediato. Ando, a sus 58 años, no solo había establecido las bases para lo que se convertiría en una industria alimentaria global, sino que también había transformado Nissin Food Products en una compañía líder en el mercado de alimentos instantáneos. Su contribución al mundo de la alimentación resaltó el ingenio y la perseverancia, demostrando que la innovación puede surgir en cualquier etapa de la vida y tener un impacto duradero en la sociedad.

Ferdinand Porsche - Porsche AG

Ferdinand Porsche inició su empresa de automóviles a los 55 años en Stuttgart, Alemania. (REUTERS/Josh Arslan)
Ferdinand Porsche inició su empresa de automóviles a los 55 años en Stuttgart, Alemania. (REUTERS/Josh Arslan)

Ferdinand Porsche fundó su propia empresa, “Dr. Ing. h. c. F. Porsche GmbH”, en 1931, a la edad de 55 años, en Stuttgart, Alemania. Con una destacada carrera previa en la industria automovilística, donde había contribuido al desarrollo de vehículos eléctricos y al diseño del icónico Volkswagen Beetle, Porsche estaba listo para imprimir su visión innovadora en su propio negocio. La compañía se inició ofreciendo servicios de consultoría y desarrollo para la industria automotriz, sin producir inicialmente vehículos bajo su propio nombre. Este enfoque inicial permitió a Porsche utilizar su experiencia y conocimiento técnico para sentar las bases de lo que más tarde se convertiría en una marca automotriz de renombre mundial.

La primera incursión de la empresa en la fabricación de automóviles bajo su propia marca ocurrió con el lanzamiento del Porsche 356 en 1948, marcando el verdadero inicio de Porsche como fabricante de automóviles. Este evento ocurrió cuando Ferdinand Porsche tenía 72 años, demostrando que la innovación y el emprendimiento no tienen edad. El Porsche 356 fue bien recibido por su calidad de construcción, rendimiento y diseño innovador, estableciendo el estándar para los futuros automóviles de la compañía. Bajo el liderazgo de Porsche, la empresa no solo logró sobrevivir a los desafiantes tiempos de posguerra, sino que también sentó las bases para una marca que se sinónimo de excelencia en el automovilismo.

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