En la víspera de la Pascua, un grupo de detenidos de la Unidad N°13 de Junín del Servicio Penitenciario Bonaerense creó dos mil rosarios con materiales reciclados para distribuir a chicos de parroquias de la zona. Los detenidos, parte de los pabellones 5 y 11 del penal, lo hicieron con tanzas, hilos, papel y pegamento, materiales que fueron donados por varias dependencias y personas.
El proyecto ocurrió dentro de un programa de voluntariado católico, impulsado por un párroco local, Gustavo González, que recibió apoyo de la municipalidad de Junín. No es la primera vez que se hace: el año pasado ya se habían donado otros 800 rosarios. Juan, uno de los internos que participó del programa, aseguró que "estamos cumpliendo una doble función: ayudamos a los chicos carenciados para que aumenten su fe en Dios y cuidamos el medio ambiente elaborando los rosarios con materiales reciclados".
Por otra parte, más de 600 detenidos de siete pabellones del penal de Junín participaron de un rezo por la paz mundial, a pedido del papa Francisco.
Mientras tanto, en la Unidad N°47 de San Martín, Elma Valentina Vega, una ex detenida del penal que aprendió a coser muñecas de tela tras sus muros, salió, comenzó un emprendimiento de juguetes y hoy le da trabajo a quince empleadas, regresó para dar un taller a las internas en las instalaciones de costura de la Unidad.
"Agradezco la posibilidad de colaborar y enseñar este hermoso oficio que es el de hacer juguetes artesanalmente. Es muy bueno que el Estado se comprometa con organizaciones de bien público y que quienes se encuentran privados de su libertad colaboren con quienes más lo necesitan", afirmó Elma.