Lexi evita revelar su nombre real. Luce cabello negro con mechones azules y suele atraer miradas al caminar por la calle. No solo se destaca por el color de su pelo: a veces lleva una máscara y una cola de zorro. Lexi es un therian, una persona que se identifica como un animal o un ser no humano.
Pero la palabra therian no siempre tuvo el mismo significado. “Las primeras personas que se reunieron crearon este término se identificaban como seres mitológicos: hombres lobo, hadas, dragones”, explica Lexi. Con el tiempo, el concepto se amplió e incluyó identidades animales no mitológicas, como la suya.
“Me identifico como un zorro”, afirma. Para él, no es un juego ni una moda pasajera, aunque cada vez es más frecuente en redes sociales como TikTok. No se trata de una actuación ni de una fantasía. “Siento que mi forma de ser se asimila a la de un zorro”, admite Lexi. Se describe como caótico, inquieto y curioso. Son rasgos que, según cuenta, nunca encajaron en su contexto social.

“Nunca entré en los estereotipos de humanos, nunca me identifiqué con ellos al 100 por ciento”, reconoce. En su relato emerge una búsqueda de identidad. Ser therian, asegura, no lo aparta de la vida cotidiana ni lo hace diferente. “Siento que es lo mismo, solo que lo veo desde otra perspectiva. Porque realmente yo hago lo mismo que cualquier otra persona”, aclaró.
Al caminar, Lexi imita el gesto de cazar a las palomas que se cruzan en su camino: estira los brazos y se impulsa hacia adelante, pero las aves siempre escapan antes de que pueda alcanzarlas. “A veces medito o busco conectarme más con mi entorno y relajarme”, cuenta. También disfruta actividades que lo hacen sentir libre. “Me gusta bastante cavar, fingir que cazo animales, me encanta correr. Correr libremente es hermoso. A mí me parece majestuoso”, sostuvo.

Pero no está solo. Lexi forma parte de lo que llama su “manada”, un grupo de amigos con quienes comparte esta manera de percibirse. “Salgo con mi manada, mis amigos. Vamos a lugares naturales, la pasamos bien y nos conectamos con lo que percibimos como nuestro hábitat”, explicó. Sin embargo aclaró que dentro del grupo hay distintas especies. “Un amigo mío se identifica como coyote, otro como lobo, como gato. Hay mucha diversidad en cómo se identifica cada uno”.
La reacción de su familia fue determinante en su proceso. “La primera charla con mi familia fue decir: ‘Mirá, yo soy esto. Me identifico de esta forma. Soy así, no puedo cambiar’”, contó Lexi. Pero el temor inicial dio paso al acompañamiento. “Ellos lo entendieron y me apoyaron porque comprenden que la realidad es que uno no puede cambiar las cosas, que no se decide”, analizó.
No todos reaccionan igual. Lexi señaló que hay prejuicios, miradas incómodas y agresiones de parte de otras personas. “La gente tiene miedo a lo diferente, de todo lo que no piense igual que ellos”, reflexionó y advirtió que ese temor muchas veces se transforma en violencia. “Me han gritado muchas cosas en la calle. Intentaron herirme físicamente. Han pasado cosas feas”, agregó.

Entre los prejuicios más frecuentes, menciona comentarios extremos que circulan en redes o conversaciones. “Hay gente que critica el hecho de que haya therians que coman comida para perro. La realidad es que la vida de uno no le interesa”, señaló, diferenciando los estereotipos de su experiencia.
Por eso, la visibilidad no siempre resulta sencilla. “Estas situaciones me parecen peligrosas. Por eso observo mi entorno y elijo si ponerme la máscara o no. Muchas veces lo hago en bosques. Incluso sin máscara, la verdad es que sigo siendo un zorro”, afirmó.
Ser therian, insiste, no lo separa del mundo. “No es muy diferente a tu vida. No es diferente a la vida de los demás”, expresó. Para Lexi, ser un zorro no es una elección ni un disfraz: es su forma de habitar el mundo y reconocerse, aunque muchos no logren comprenderlo.




