Mariano Martínez con el Pollo Álvarez: “A los 9 años me pisó un colectivo y casi pierdo una pierna”

El actor estuvo en Casino Resort, el ciclo de entrevistas de Infobae. Contó una trágica experiencia que vivió en su infancia, se refirió a las críticas que recibió por sus videos en TikTok durante la pandemia y contó cuáles son los lugares del mundo que sueña conocer.

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Casino Resort - Mariano Martinez - 3

Mariano Martínez inició su carrera artística a los 17 años y dio sus primeros pasos actorales en reconocidas telenovelas de los años ‘90, como Por siempre mujercitas, La nena, Mi familia es un dibujo y Gasoleros.

Con los años llegó su consagración en Campeones de la vida y su protagónico en Son amores, con el inolvidable personaje del Rey Sol Marquesi; y el éxito no paró.

Los Roldán, Son de Fierro, Valientes, Los Únicos y Esperanza mía, son algunas de las telenovelas en las que demostró su talento. En paralelo a su crecimiento actoral en televisión, también realizó cine y teatro, que le abrieron nuevas puertas en el mundo artístico.

(RS Fotos)
(RS Fotos)

Actualmente, protagoniza la segunda temporada de la obra Tom, Dick & Harry junto al Bicho Gómez, Yayo Guiridi, María Valenzuela, Mercedes Oviedo, Gabriela Sari, Jorge Noya y la dirección de Nicolás Cabré, en el Multiteatro Comafi, de miércoles a domingo, con función doble los sábados.

“Hace 14 meses que estamos con la obra y seguimos entre los 10 primeros. Estamos muy contentos y agradecidos porque es un momento en el que el teatro tiene mucha oferta”, explicó.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

Accidente

Hay un momento en la vida de Mariano que no es popularmente conocido y tiene que ver con un hecho que marcó su infancia. Un colectivo lo chocó y le provocó una grave lesión, que le impidió caminar por varios años.

Pollo: —¿Cómo fue el accidente? ¿Qué pasó?

Mariano: — Casi pierdo una pierna. Me pisó un bondi a los 9 años. Yo estaba en Avellaneda, salía de la casa de unos amigos. Yo era muy callejero de chiquito y con mis amigos salimos a comprar para merendar y sale el bondi de una parada que no la tenía bien habilitada. No había sonido de que salía. Salió muy rápido y me pegó en el estómago, yo me corrí, era un pibe muy ágil porque hacía taekwondo, y logré correr una pierna, pero la otra me la agarró con la rueda de adelante, la izquierda, y no me vio.

Me estaba por pisar con la de atrás, que eran esos bondis viejos que tenían la doble rueda en la parte trasera, y le gritaron tanto de todos lados que frenó y me pellizco el costado. Yo me quería parar, no me desmayé, pero estaba como medio ido, y le decía: “Mirá lo que me hiciste”. Porque ya me había dado cuenta de que me había cagado la vida y lo puteaba al tipo, me acuerdo. Él se bajó, mi amigo, que vendía cosas usadas, trajo una camilla, y en el mismo bondi me llevaron al hospital Fiorito. Ahí lo que estuvo mal es que me enyesaron. Yo no tenía quebrado, a mí me había reventado la pierna por dentro, pero no había sangrado, nada. Entonces, se empezó a coagular eso.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

Estuve un mes así y me agarró gangrena. Cuando abrieron eso, mi mamá vio la pierna negra,. Me sacó de ahí y me llevó al Hospital Garrahan una semana antes de que me cortaran la pierna. Ahí un médico cubano me la salvó y estuve como dos o tres años sin caminar casi.

Por eso yo cuando, después me fue bien en la vida y cobré un juicio por ese accidente, fui un tiempo padrino de la Casa Garrahan. Doné me acuerdo mucho dinero y después hice recitales del Rey Sol a beneficio del hospital porque a mí me salvaron la vida. Más allá que hubiera vivido, mi vida hubiera sido otra.

Pollo: —¿Te quedó algún rezago de eso?

Mariano: — Me decían que me iba a quedar la pierna más corta, que no iba a poder volver a hacer deporte, que iba a quedar imposibilitado para un montón de cosas, pero Dios, la vida, Dios sobre todo me dio la oportunidad de que sí. Jugué al rugby, volví a hacer artes marciales y toda la vida pública que hay se conoce. Nunca, nunca, nunca bajé los brazos y también tuve esa gracia.

Casino - Mariano Martinez - 1

Hate en las redes

Durante la pandemia de Covid-19, Mariano subía a TikTok una serie de videos en los que bailaba, mostraba su físico y hacía imitaciones cómicas con los audios virales de esa red social.

En un periodo en el que el uso de la plataforma tuvo un crecimiento exponencial en Argentina, el actor fue duramente criticado por el público pero sobre todo por sus pares.

Pollo: —¿Qué onda con esa época de TikTok y el hateo? ¿Realmente la pasaste mal?

Mariano: — Por ahí si algo me afecto fue porque vi un poco esto de que mucha gente se prendió en esa y de la manera en la que se prendió porque uno puede decir: “Esto no me gusta”. Pero vi gente con malicia que tenía la intención de lastima, de hundir… Gente del medio, profesional que después pregona el no bullying, el no meterse con el cuerpo del otro, disfraza de humor un montón de cosas, justifica un montón de cosas, porque lo veo, tiene como doble moral, defiende las mismas cosas que después hace. No sé si me sorprendió, pero tampoco soy rencoroso y tampoco le deseo lo mismo ni a las personas que más se metieron conmigo que después les fueron pasando cosas bastante heavy con respecto a ese hate, nunca me alegré. Uno sabe lo que hace y después le pasa lo que le tiene que pasar. No fue algo que le desee eso.

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Pollo: —¿Pensabas lo que ibas a subir para evitar el hate o lo subías libre?

Mariano: — No, yo lo hacía para pasar un poco el tiempo, me divertía hacerlo, tengo esa parte, después lo dejé de hacer porque también mis hijos adolescentes, en la sociedad en la que se vive, por ahí un poco les afecta, todo ese mundo. Me gustaría que les afecte menos porque la gente tiene que ser auténtica, sin importar lo que piensen los demás si no le estás haciendo mal a nadie. Me divertía un montón, pero se me fueron las ganas. Yo admito mucho al actor Anthony Hopkins y me encanta lo que hace en redes, es un genio, hace lo que le gusta y me parece bárbaro. Si a vos te gusta, hacelo. Lo que pasa es que acá hay algo predeterminado que alguien tiene que ser de determinada manera. Alguien una vez me dijo: “Vos tenés que entender porque nadie te vio de esa manera y ahora es como otra cosa”. En ese momento de pandemia me pintó y andá a saber por qué me pintó hacer eso. Podes decir: “Uy mirá que personaje” o “No lo haría yo”. Pero muchas veces pasa eso porque ellos no lo haría, lo critican de manera despiadada. También es parte de la vida, de la sociedad y lo tomo de esa manera. Nunca me afectó eso de una manera grave, sí otras cosas de la vida que superé un montón de cosas difíciles.

Casino Resort - Mariano Martinez - 2

Sus hijos

Mariano es padre orgulloso de tres hijos: Olivia (14), quien siguió sus pasos en la actuación y a los 9 años debutó en la serie Separadas; Milo, de 11 años, y Alma, de 7.

Pollo: —¿Tenés un vínculo fuerte con tus hijos?

Mariano: — Sí nuestro vínculo es hermoso. Yo creo que eso se logra, más allá que en el rol de papá hay que hacer un montón de cosas importantes, como los límites y darles las mejores herramientas, el amor es fundamental, la presencia, estar, escuchar, es fundamental para la cabeza de un ser humano. El amor de una madre, de un padre… Los mayores problemas que tiene una persona de grande después es por eso. No a veces es por maldad sino por falta de experiencia o porque la vida te tocó hacer esa, los hijos después tienen un montón de conducencias que tienen que trabajar para poder lograr una estabilidad emocional en un montón de aspectos.

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En números

Pollo: —¿Hace cuántos días no tenés sexo?

Mariano: — 14, 15 días. Hay que actualizar. Lo que pasa es que a veces no estás físicamente ahí.

Pollo: —¿Cuánto te costó lo más caro que te compraste?

Mariano: — Mi casa.

Pollo: —¿Más de 200, 300 mil dólares?

Mariano: — Sí, arriba. Me la compré hace más de 10 años en una época en la que estaba bien. Cobré un juicio importante en su momento por el accidente. Me pisó el colectivo a los 9 años y a los 18 años lo cobré y también eso me ayudó mucho. Fue un espaldarazo económico. Igual si me preguntás, hubiera preferido que no me pise el bondi, pero la vida… Tuve eso y me ayudó, más allá de las épocas doradas que tuve por mi trabajo.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

El juego del millón

El Pollo invitó al actor a comprar todo lo que desee entregándole la valija llena de dinero. El único requisito es que el dinero no puede ser guardado o donado sino que tiene que utilizarlo por completo.

Pollo: —¿En qué gastarías?

Mariano: — Soy una persona de viajar. Yo viajaría por todos lados. Viajaría con mis hijos y sus tíos. Seríamos seis. Me iría a Orlando a un buen hotel, hacer los parques de Disney.

Pollo: — Serían unos 100 mil dólares porque hay que comer allá, alquilas un auto…

Mariano: — ¿No alcanza para sumar cinco días a Miami con 100 dólares?

Pollo: — Sí, te alcanza. ¿Me estás amarreteando el millón de dólares? (risas)

Mariano: — Es que tengo muchas cosas en las que gastar todavía (risas). Bueno, de ahí me alquilo esas camionetas gigantes y me voy a Miami en auto.

Pollo: — Te quedan 900 mil dólares, ¿qué hacés después de Orlando y Miami?

Mariano: — Vuelvo y me hago otro viaje a Egipto, un crucero por el Nilo, 5 estrellas.

Pollo: — ¿Con quién irías?

Mariano: — Yo les prometí a mis hijos ir ahí.

Pollo: — ¿Otra vez con los pibes? Te va a matar tu mujer o tu novia. ¿Cuántos días querés ir?

Mariano: — Lo que sea correspondiente, 10 días o algo así. Yo iría ahí a Egipto a todo culo, a conocer las pirámides, el crucero por el Nilo.

(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

Pollo: — Vamos con 100 mil dólares para hacer excursiones privadas, comprarte algo, regalos… ¿Con qué seguimos? Te quedan 800 mil.

Mariano: — Le compraría una casita a mi vieja en Mar del Plata porque es su sueño vivir ahí con su marido. Un buen departamento con cuatro ambientes, algo donde esté cómoda y pueda recibir gente.

Pollo: — Calculamos unos 200 mil dólares. Te quedan 600 mil, hasta ahora te lo quemaste todo en familia. ¿Qué más comprarías?

Mariano: — Me iría a un viaje con amigos. Somos unos ocho amigos. Iría a Las Vegas. No soy de jugar, no iría a gastar en eso. Iría a ver shows, a la pileta, saldría de noche a bailar.

Pollo: — Se van otros 100 mil. ¿Qué otra cosa?

Mariano: — A mi viejo algo le regalo. Casa no porque él ya tiene la suya. A él le gusta la biyuya y la gasta en lo que quiere. A mi papá le regalo la plata para que lo gaste en lo que quiera.

Pollo: — Quedan 400 mil.

Mariano: — Me compro monedas virtuales hoy en menos de 6 meses la triplico; y vuelvo a arrancar.

Pollo: — ¿Ponés 200 mil?

Mariano: — Sí, vamos con 200 mil y a fin de año la triplico y hago lo que quiero. Y con los últimos 200 mil me compraría un buen reloj. Me gustan los Rolex. Gastaría hasta unos 25 mil en eso, después me compraría una buena moto. Me encantaría la que usa Benjamin Button en la película. Me parece que es una Harley vieja.

Pollo: — Te quedan 100 mil dólares nada más.

Mariano: — No sé, venía pensándolo en el auto pero no llegué a tanto.

Pollo: — ¿Te puedo dar una idea?

Mariano: — Dale, por favor.

Pollo: — Podés ir a Hollywood a Broadway a ver obras de teatro y traerte una, comprarte una obra de teatro.

Mariano: — Sos un crac. Gracias papá. ¿No querés representarme? Me tirás un par de ideas… (risas). Me quedaría como 15, 20 días viviendo bien, comprando un par. Ahí arrancamos porque con lo que voy a ganar en las cripto ya invierto y producto.

Pollo: — Tal vez te compras un teatro…

Mariano: — ¡Vamos! Me gusta eso. Decretado, me gustó (risas).

Mirá la entrevista completa:

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