Carrió y la ley de financiamiento, un fuerte dolor de cabeza para Macri

Compartir
Compartir articulo
Mauricio Macri y Elisa Carrió, en la campaña del año pasado, cuando la relación era más armoniosa (NA)

A Elisa Carrió casi que la habían convencido. Mucho tiempo antes de los últimos capítulo de su furia con la Casa Rosada, la líder de la Coalición Cívica había aceptado la vuelta de los aportes de empresas a las campañas con un tope muy bajo del gasto total, según fuentes oficiales y de la CC, del 2%.

En estas semanas, sin embargo, Carrió, envenenada por la resolución ministerial de Patricia Bullrich sobre el nuevo reglamento para el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad, volvió a foja cero. A su posición histórica.

"Voy a votar en contra del aporte de empresas a los partidos políticos, de acuerdo con la doctrina histórica de la CC ARI porque esto es lo que permite mantener la independencia para defender al pueblo. No me importa lo que opine el Presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años", mandó a escribir la diputada el martes en su cuenta de Twitter, el canal que más utiliza para enviarle mensajes al Gobierno.

blockquote class="twitter-tweet" data-width="550">

Voy a votar en contra del aporte de empresas a los partidos políticos, de acuerdo con la doctrina histórica de la CC ARI porque esto es los que permite mantener la independencia para defender al pueblo.

— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) December 4, 2018

El enojo de "Lilita" y la caída ley de financiamiento de los partidos políticos le propinaron un fuerte dolor de cabeza a Mauricio Macri en el cierre del peor año de su gestión y el más complejo desde que incursionó en política, confesado incluso por su círculo más íntimo.

Según los funcionarios de la Jefatura de Gabinete que se encargan de analizar las encuestas que consumen todos los meses en el primer piso de Casa Rosada, la credibilidad de Carrió en el electorado de Cambiemos es apabullante. Los cortocircuitos con el Gobierno configuran en ese sentido un problema, donde varios, internamente, se esfuerzan por ver como parte de una fortaleza partidaria.

Es que, por ejemplo, de esa conclusión fáctica de las encuestas oficiales es de prever que el electorado de Cambiemos le cree a la diputada cuando dice que el Presidente dejó a los peores funcionarios del gabinete tras la salida de Mario Quintana. O duda cuando asegura que ya no confía en Macri. En medio de una profunda crisis del programa económico.

A la sociedad nunca le interesó saber cómo y a través de quiénes se financian los políticos

El caso de las modificaciones que el Gobierno quiere introducir en la ley de financiamiento de los partidos -se destacan la vuelta de los aportes empresarios y la bancarización de las contribuciones, entre otras- es menos traumático en términos mediáticos porque a la sociedad nunca le interesó saber cómo y a través de quiénes se financian los políticos.

El fracaso de ese proyecto de ley, que "Lilita" -que no habla con Macri hace tiempo- colaboró para herir de muerte, sin embargo le asesta al Gobierno un duro revés de cara a la campaña del año próximo, de la que nadie quiere hacerse cargo en términos financieros.

(Adrián Escandar)

Más allá de la posición de la Coalición Cívica, el Gobierno haría un nuevo intento parlamentario en sesiones extraordinarias en febrero, según confiaron altas fuentes oficiales. De volver a fracasar, en Casa Rosada no descartan avanzar a través de un decreto que reglamente los aportes contemplados por la ley vigente y que baje al mínimo las donaciones en efectivo. Se habló puertas adentro del Ministerio del Interior.

El macrismo, y a pesar de que en la campaña por la que Macri llegó a la Presidencia en el 2015 gastó al menos $1.000 millones más que lo declarado ante la Justicia electoral, no estaría frente a un apuro si no fuera, en parte, por la investigación por los aportes truchos en las elecciones bonaerenses del 2017, que puso en la mira a la gobernadora María Eugenia Vidal.

En La Plata esperan un regalo de Navidad: la decisión de la Cámara Nacional Electoral, que dejaría todo el expediente en manos de Adolfo Ziulu, el juez electoral platense. En la Gobernación bonaerense quieren empezar la campaña con la causa planchada y el legajo limpio. Pero hasta ahora no hubo ninguna explicación oficial en relación a quién aportó o de dónde salieron los cientos de miles de pesos que fueron blanqueados a través de beneficiarios de programas sociales o de afiliados partidarios.

Con esos antecedentes, ¿quién va a prestar su firma para recaudar? Para colmo, Nicolás Caputo, el más íntimo de los amigos del Presidente, y sus colaboradores se alejaron de esas tareas después de la campaña del 2015. Desde el PRO reconocen que "Nicky" y sus hombres eran mucho más pragmáticos y eficientes que el resto.

La negativa de Carrió a la vuelta de los aportes empresarios -la UCR tampoco colaboró con el proyecto oficial en Diputados- suma un revuelo interno al escenario atribulado del establishment, jaqueado por la causa de "los cuadernos las coimas", que hizo desfilar a los principales hombres de negocios del país por los tribunales de Comodoro Py.

El caso más emblemático fue el pedido de detención de Paolo Rocca por parte de los fiscales de ese expediente. Julio Crivelli asume próximamente al frente de la Cámara de la Construcción con agresivas normas de compliance. Crivelli no es constructor: es abogado. Toda una novedad en el nuevo escenario empresarial de la Argentina.

Ante ese panorama, el macrismo pasará, probablemente, de la campaña más cara de su historia a la más austera.

Jaime Durán Barba

Macri, de todos modos, prefiere concentrarse ahora en cerrar el año sin sobresaltos sociales. El miércoles, le prestó la quinta de Olivos a Jaime Durán Barba para festejar su cumpleaños. Marcos Peña y funcionarios de la Jefatura de Gabinete; Horacio Rodríguez Larreta y tres colaboradores porteños de su riñón; María Eugenia Vidal, Federico Salvai y Federico Suárez, además de Santiago Nieto y Gandhi José Espinosa Tinajero, socios del ecuatoriano, participaron del ágape.

Hubo humoradas aisladas respecto de Carrió. Durán Barba, cuyo rubro se lleva una parte importante de los fondos de campaña y que este lunes estará en el encuentro nacional del PRO en Parque Norte, está concentrado en el estudio del eventual desdoblamiento de las elecciones bonaerenses, una posibilidad tan real como incierta que se resolverá en el verano.

Las encuestas que circulan entre los socios del ecuatoriano no son buenas para Macri. En vísperas de una campaña crucial que nadie sabe aún quién la va a financiar y quién se encargará de recaudar. En medio de los cortocircuitos más inesperados con Carrió. Y de las internas entre el primer piso y la planta baja de la Casa Rosada, y el Congreso.

El miércoles, después de la unánime reelección de Emilio Monzó en Diputados, el dirigente reivindicó la "rosca" política: dijo, frente al aplauso de todo el recinto y la aprobación de Rogelio Frigerio desde los balcones, que no se hacía por "redes sociales". En ese mismo instante, Durán Barba soplaba las velas en Olivos.