América Latina y el Caribe – UE: una alianza estratégica histórica que sigue transformándose

El comercio entre ambos bloques ha crecido considerablemente durante los últimos diez años

La CAF apoya la alianza comercial entre América Latina y la Unión Europea- crédito Andina. EFE/Jeon Heon-Kyun/Archivo

La Unión Europea es la principal fuente de inversión extranjera directa de los países de América Latina y el Caribe. Se estima que el financiamiento del sector empresarial de esa asociación económica y política sobre nuestra región alcanzó, a fines de 2021, un volumen similar a su inversión combinada en China, India, Japón y Perú (693 mil millones de euros y 670 mil millones de euros, respectivamente). Y el comercio entre ambos bloques ha crecido considerablemente durante los últimos diez años.

Ese entendimiento económico y comercial, pero también cultural (fundado en las raíces comunes y orígenes lingüísticos compartidos entre regiones), alcanzará un nuevo hito en su historia el próximo 15 de septiembre, cuando se realice la primera Cumbre de Ministros de Finanzas CELAC – UE. El evento, que desde CAF organizamos y llevamos adelante en conjunto con el Gobierno de España, en Santiago de Compostela, reunirá a los 27 titulares de las carteras económicas de la Unión Europea y sus 33 pares de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, para generar nuevas sinergias, profundizar los acuerdos existentes, e impulsar una agenda global de cooperación e integración.

Bajo el mandato de la presidencia española del Consejo de la UE, el encuentro buscará alinear intereses y agendas de desarrollo, así como seguir estrechando los lazos económicos y comerciales entre bloques. En ese sentido, el antecedente más reciente ha sido la Mesa Empresarial UE – América Latina y el Caribe, que llevamos adelante en agosto pasado junto a la Comisión Europea y el BID. Durante ese encuentro, la Unión Europea anunció una inversión por 45 mil millones de euros para impulsar proyectos en nuestra región que contribuyan a la reducción de la pobreza y la desigualdad, y que promuevan la transición verde y justa y la transformación digital, entre otros.

En ese contexto, nuestro organismo multilateral identificó 70 iniciativas nacionales y regionales que contemplan mejoras en los servicios de agua y saneamiento, transmisión eléctrica, movilidad sostenible y energías renovables en países como Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador y México. Pero el que consideramos que es el verdadero hito del acuerdo es, sin duda, la posición geoestratégica privilegiada que adquiere América Latina y el Caribe en el concierto internacional. Es decir, a raíz de las sinergias alcanzadas entre ambos bloques nuestra región adquiere una voz más fuerte que le permitirá posicionarse como un actor político de peso en el marco de los foros de decisión globales de los que forma parte.

Las ventajas naturales y ecosistémicas, y los valores, beneficios y soluciones que ofrece América Latina y el Caribe al mundo son incontables. Somos una auténtica región solución para los problemas globales. Tenemos una biodiversidad que alberga el 60 por ciento de la vida terrestre y marina del planeta, un gran potencial agrícola, y vastos recursos naturales que incluyen, por ejemplo, el 49 por ciento de las reservas globales de plata. Al mismo tiempo, contamos con un potencial enorme para seguir exportando alimentos y bienes agrícolas que ayuden a estabilizar los precios internacionales, en beneficio de todos los países.

Desde CAF, sabemos que el creciente interés en materia de inversiones de la Unión Europea sobre América Latina y el Caribe debe necesariamente apoyarse en hojas de ruta claras, justas y equilibradas para ambas regiones. Para ello, queremos transformarnos en el puente que permita establecer negociaciones y acuerdos en diferentes áreas y espacios de interés común. Esperamos también poder seguir contribuyendo a la superación de las brechas socioeconómicas que aún persisten en nuestra región en índices como los de pobreza, infraestructura, género, entre otros, así como en las transformaciones y transiciones climáticas que Europa debe enfrentar.

Ambas regiones están llamadas a seguir dando vida a su alianza estratégica histórica y, como organismo de desarrollo, CAF apoyará siempre su desarrollo e integración.