Un ajuste aún mayor al esperado

José Castillo

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Se conoció la letra chica del acuerdo con el FMI. Esto obligó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a mostrar los verdaderos números del ajuste. Si antes se rumoreaba un recorte de 200 mil millones de pesos en 2019, ahora se confirmó que será peor aún: 300 mil millones.

¿De dónde se va a recortar? El informe del Fondo nos da las precisiones al respecto. Partiendo de que cada punto del PBI representa 135 mil millones de pesos, se reducirán los subsidios a la energía y el transporte en 40.500 millones de pesos en 2018 y 94.500 en 2019, con la consecuente continuidad de los tarifazos. Además, habrá recortes en el empleo público por 27 mil millones de pesos en 2018 y 40.500 en 2019, con miles de despedidos y con un virtual congelamiento salarial. La obra pública nacional prácticamente se paralizará: el achique será por 40.500 millones en 2018 y 81 mil en 2019. El gasto en "bienes y servicios" del Estado también se reducirá: 13.500 millones en 2018 y 27 mil millones en 2019. Igualmente las transferencias a las empresas públicas: 13.500 millones en 2018 e idéntico monto en 2019. A esto tenemos que sumarle la reducción del Fondo de Garantía de Sustentabilidad en 27 mil millones de pesos este año y 81 mil millones el próximo.

Claro que todo esto es solo la mitad del ajuste. La otra mitad caerá sobre las provincias: 67.500 millones de pesos este año y más de 150 mil el año próximo. Se ajustarán achicando los servicios esenciales, fundamentalmente educación y salud.

Pero el acuerdo con el Fondo no ocasionará solo este superajuste en 2018 y 2019. Es un plan que alcanza hasta el 2021, por lo que apunta a recortes hasta un monto mayor a los 500 mil millones de pesos.

Todo esto no servirá para "reactivar la economía". De hecho, el propio informe del FMI admite que muy probablemente este plan esté acompañado por recesión y más inflación. Su objetivo es dar garantías de que se seguirán pagando los vencimientos de deuda externa. Es un plan que nos lleva al desastre. La salida es oponerle otro programa que, partiendo de desconocer la ilegítima, ilegal e impagable deuda externa, ponga todos nuestros recursos al servicio de resolver las más urgentes necesidades populares.

El autor es economista. Dirigente de Izquierda Socialista.