En las últimas elecciones los argentinos decidimos renovar nuestro compromiso con una Argentina que se anima a caminar por la senda del desarrollo. Hoy más que nunca estamos frente a una oportunidad histórica que se está conjugando con decisiones que tienden a transformar la oportunidad en hechos concretos.
Estas decisiones se traducen en dos reformas simultáneas: una a nivel nacional y otra a nivel local en cada una de las provincias.
El jueves 16 se concretó un acuerdo histórico que dará lugar a la agenda parlamentaria que nos conduce a transitar el camino del progreso. La sustentabilidad en las cuentas públicas, la baja de los impuestos distorsivos sobre la economía va a llevarnos al principal objetivo que nos propusimos hace ya dos años: lograr el equilibrio fiscal para convertirnos en un país con miras al futuro y salir de una vez por todas del cortoplacismo.
El acuerdo entre los gobernadores y el Gobierno nacional nos posibilitará convivir en un sistema más equitativo, eficiente y moderno y esto requiere de consensos transversales en la sociedad, así como de una fuerte convicción de que la transformación de un Estado al servicio de la gente es posible.
Del segundo aspecto de la reforma es importante resaltar el papel del equipo de la provincia de Buenos Aires al encabezar el proceso de transformación local. Hace unos días dimos un gran paso: la reducción del gasto de Legislatura bonaerense y la aprobación de un presupuesto que contempla los principales problemas que debemos resolver, aumentando la inversión en obras públicas, reduciendo el déficit y la presión tributaria para incentivar la actividad económica y crear empleo genuino.
La provincia de Buenos Aires durante los últimos 25 años ha sido víctima de la inequidad y de la avaricia de gobernantes que, en detrimento de la sociedad, hicieron uso del Estado para satisfacer intereses personales. De esta combinación resultaron años de desidia y abandono. Hoy estamos renovando las esperanzas para tener la provincia que nos merecemos.
En esto, el trabajo que está llevando adelante la gobernadora es fundamental. Con la derogación del injusto artículo 104 de la ley de impuesto a las ganancias (Fondo del Conurbano) dimos un paso histórico. Estamos avanzando en la recomposición de los ingresos que recibe nuestra provincia y que nos va a posibilitar lograr inclusión real y resolver los problemas estructurales de una provincia abandonada. Más fondos para la provincia de Buenos Aires es más fondos para lograr pobreza cero y equidad social, porque se van a destinar a obras fundamentales.
El pacto fiscal y la reducción del gasto político es reducir la inflación y es la política haciéndose cargo de dar el ejemplo. Todo esto es prueba de lo que el cambio es capaz. Esto lo estamos haciendo con la fuerza de muchos que creen en este proceso y con la vocación de quienes se metieron en el barro, pero esta vez ya no para ensuciarse, sino para limpiar desde adentro lo que siempre debió estar limpio.
La autora es secretaria general de la Coalición Cívica ARI y diputada provincial electa por Cambiemos.