Años después de haber dado vida a uno de los programas más entrañables de la televisión latinoamericana, María Antonieta de las Nieves —la actriz que interpretó a la Chilindrina— confesó algo que dejó a muchos con la boca abierta: El Chavo del 8 llegó a su fin sin que el elenco siquiera lo supiera.
La decisión habría sido tomada por Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, de forma silenciosa.
A través de distintas entrevistas, tanto ella como otros miembros del reparto, incluido Édgar Vivar, han revelado versiones paralelas sobre el abrupto cierre de una era.
Y aunque Chespirito explicó los motivos en su autobiografía, lo cierto es que el final dejó heridas abiertas.
La confesión de María Antonieta
Fue durante una antigua charla con Yordi Rosado en su canal de YouTube donde María Antonieta de las Nieves rompió el silencio.
Ahí, sin rodeos, reveló que el elenco nunca fue notificado oficialmente del final del programa. La Chilindrina, como millones de personas, simplemente se dio cuenta de que El Chavo del 8 había desaparecido de la programación.
“Un día no hubo sketch de El Chavo, y dijimos ‘bueno, lo reponemos la semana que entra’”, cuenta María Antonieta. Pero pasó otra semana y el silencio se repitió. “Le dije: ‘Oye, Chespirito, ¿por qué no has puesto El Chavo?’ y me respondió: ‘Porque ya se acabó El Chavo’”.
María Antonieta relató que se sintió desconcertada en ese momento.
" Le dije: ‘Ya sé que los personajes fueron idea tuya, pero cada quien les metimos nuestra caracterización, nuestras ideas, nuestras formas de ser y tú ya no quieres ser el Chavo, pero yo sí quiero ser la Chilindrina", sentenció.
La versión de Édgar Vivar: “Ya se nos notaba la edad”
Por su parte, Édgar Vivar, quien dio vida al querido Señor Barriga y a Ñoño, ofreció una versión menos sorpresiva pero igual de contundente.
En una entrevista de años atrás que recirculó en TikTok, el actor reconoció que la decisión fue razonable y que, incluso, él ya había optado por dar un paso al costado.
“Una vez se vio en pantalla y la edad se notaba mucho (...) sus capacidades físicas ya habían mermado (...) entonces optó por hacer otro tipo de comedia y en ese momento dijo: es mejor terminar arriba”.
Según Vivar, fue una mezcla entre desgaste físico y dignidad lo que motivó a Chespirito a cerrar el ciclo. Para él, fue mejor despedirse en la cima que esperar a que el programa perdiera calidad.
Lo que dijo Chespirito
En su autobiografía, Sin querer queriendo, Chespirito dejó plasmadas sus razones. Para él, tanto El Chavo del 8 como El Chapulín Colorado ya habían cumplido su ciclo.
“Esto había sucedido por lo menos un par de años antes, cuando llegué a la conclusión de que ninguno de los dos personajes debía continuar en la cartelera del programa Chespirito, ya que ambos habían cumplido de manera más que sobresaliente un ciclo de vida que no debía prolongarse.”
Y agregó con contundencia:
“Me opuse a correr el riesgo de que el Chapulín y el Chavo llegaran a dar lástima; que llegaran a exhibir los residuos en que se van convirtiendo, inexorablemente, todos los seres humanos.”
Chespirito era consciente de que la edad del elenco ya era evidente.
Él mismo tenía 66 años cuando tomó la decisión, mientras que María Antonieta tenía 49 y Édgar Vivar, 47. La pérdida de varios actores también influyó: la muerte de Ramón Valdés, el retiro de Carlos Villagrán y las ausencias intermitentes de otros miembros complicaron el proyecto.
Aunque entendía que sus personajes seguían siendo queridos, Gómez Bolaños habría optado por un final sin aplausos, sin aviso y sin despedidas al aire.
Prefirió guardar la imagen intacta de esos niños eternos de vecindad, antes que verlos apagarse poco a poco frente a las cámaras.