El Alzheimer es la enfermedad de demencia más común que afecta a personas adultas mayores de 65 años, es progresiva y degenerativa del cerebro que provoca deterioro en la memoria y la conducta.
En México aproximadamente un millón 300 mil personas la padecen, cifra que representa entre 60 y 70 por ciento de los diagnósticos de demencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula una cifra aproximada de 60 millones de personas en el mundo, de las cuales 8.1% son mujeres y 5.4% hombres mayores de 65 años.
Características
El Alzheimer se debe a cambios en el cerebro por la presencia de la proteína llamada beta amiloide que se acumula frecuentemente en el lóbulo temporal, dicha toxina provoca inflamación y muerte progresiva de las neuronas. No tiene cura y se va agravando con el paso del tiempo; inicia con una leve pérdida de la memoria, llegando al punto de incapacitar a la persona afectada para mantener una conversación y responder al entorno.
Las personas diagnosticadas suelen tener un promedio de vida de ocho años a partir de haber sido diagnosticados, sin embargo, puede llegar a extenderse hasta los 20 años, dependiendo del estado de salud del afectado.
Etapas
Tiene tres etapas: leve, moderada y grave.
Etapa leve.
La persona afectada puede desenvolverse de forma independiente, teniendo la capacidad de conducir, trabajar y participar en actividades sociales, aunque empieza a sentir que tiene pérdidas de memoria espontánea.
Etapa moderada.
Es la más prolongada, por lo que puede durar muchos años y empiece a requerir un mayor nivel de atención. La persona puede frustrarse o enojarse, confundir palabras y actuar de manera extraña y dificultad en la realización de tareas cotidianas.
Etapa grave.
Los afectados pierden la capacidad de responder al entorno en el que se encuentran, ya no mantienen una conversación y paulatinamente, dejan de tener control sobre sus movimientos, la comunicación se vuelve difícil y es posible que la persona necesite de mucha ayuda para realizar sus actividades diarias.
Atención a estos síntomas
Con el tratamiento adecuado puede reducirse el deterioro cognitivo y funcional del cerebro de quienes la padecen, pero es necesario permanecer atentos a las primeras señales que indican su aparición las cuales se indican a continuación:
- Deterioro de la memoria, especialmente, en actividades que dificultan la vida cotidiana.
- Dificultad para concentrarse en tareas como la lectura, la atención de una conversación o ver un programa de televisión.
- Problemas para completar tareas diarias que antes se realizaban sin mayor complicación.
- Confusión con respecto al espacio y el paso del tiempo.
- Dificultades visuales relacionadas con la conducción de un vehículo, caminar o desplazarse dentro de espacios antes transitados.
- Problemas de lenguaje, tanto en escritura como en habla.
- Cambios repentinos del estado de ánimo.
- Colocación de objetos fuera de lugar.
- Olvido o negación de cosas y otros actos extraños.