España recicla 2 de cada 3 latas en el mercado y aspira a conseguir el 90 % en 2030

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Madrid, 17 may (EFE).- España es un país "muy latero", capaz de reciclar ya más de dos de cada tres latas de bebidas que circulan en el mercado, aunque el sector aspira a llegar al 90 % en 2030, afirma en una entrevista a EFE el director de la Asociación de Latas de Bebidas, Juan Ramón Meléndez.

La sociedad española "pide sostenibilidad" por lo que tanto el sector como las empresas que participan en el mismo "están involucrados muy activamente en la descarbonización", con intención de alcanzar la neutralidad en emisiones para 2050, a través de una triple estrategia: el aligeramiento de las latas vía ecodiseño, el mayor empleo de energías renovables y el incremento del reciclaje.

"Es en la minería y en la fundición" del aluminio necesario para fabricar latas donde se produce mayor huella de carbono pero "el principal yacimiento de este mineral lo tenemos en nuestras manos", puesto que es un material que "puede ser reciclado una y otra vez en un ciclo perfecto" y reciclar una lata sólo consume un 5 % de la energía necesaria para producir una nueva.

La sociedad, los ciudadanos y los municipios conjuntamente son los principales artífices de una mejora del reciclaje que, a la espera de los datos de 2023, alcanzaba ya el 67 % según las últimas cifras disponibles de 2022.

No obstante, Meléndez advierte de que "bajamos la guardia al salir de casa: en conciertos, festivales, playas, parques de atracciones..., no estamos tan pendientes y la contenerización a veces tampoco es la más adecuada".

Menor que un cabello humano

Entre los avances de ecodiseño destaca "el aligerado hasta el extremo" de manera que una lata de tercio pesa sólo 12 gramos (más los 330 gramos de bebida): menos del 10 % de lo que pesaba en 1935, cuando sólo el envase alcanzaba los 150 gramos.

El espesor actual de una lata es inferior al de un cabello humano, un avance tecnológico importante teniendo en cuenta las necesidades de conservación del líquido contenido así como la presión que soporta durante su transporte.

A ello hay que sumar la ausencia de distintos elementos, lo que permite un reciclaje más fácil: en 1988 la industria desarrolló una anilla fijada a la lata para sustituir al conocido como "abrefácil" o anilla que se separaba "y muchas veces quedaba tirada por el suelo".

Esta anilla fija fue "un avance que puso en marcha el sector de manera voluntaria y sin obligación legal, como recientemente le ha ocurrido a otro tipo de envases, por ejemplo las botellas de plástico".

Más cerveza que refrescos

En comparación con otros países europeos "estamos mucho mejor que Portugal o Francia", en puestos en torno a la media en la UE, con un matiz: "otros países tienen mejores resultados porque hay obligación de reciclaje y aquí no".

"Estamos orgullosos de lo conseguido porque aquí hay mucha voluntariedad" en beneficio del medioambiente, aunque Meléndez cree que para conseguir cifras superiores al 70/75 % de reciclaje debería imponerse también algún tipo de obligatoriedad legal porque, aunque cada vez más reducido, "siempre habrá un porcentaje de personas que no reciclen".

En todo caso, en España se consume más cerveza que refrescos, si bien otro tipo de productos "se está viniendo a la lata, como el agua, el vino blanco, el espumoso..." por sus ventajas para el consumidor como la comodidad, la transportabilidad o la facilidad para enfriar en nevera.

Latas históricas

La Asociación que preside Meléndez custodia varios ejemplares históricos como la primera lata de cerveza, que fue elaborada por una cervecera estadounidense, Krueger, en 1935 y se abría con chapa como las botellas.

 También posee una de las tres latas que quedan en el mundo de las elaboradas en 1938 para celebrar la coronación de Jorge VI de Inglaterra, padre de Isabel II, que contiene todavía la cerveza original y está valorada en unos 20.000 euros.

Unidad de acción

La principal petición del sector es "reglas comunes y unidad de acción" para una comercialización similar en todo el territorio nacional porque "aunque con buena intención, cada comunidad autónoma saca sus propias legislaciones de emisiones y economía circular" y ello dificulta su desarrollo.

"Europa marca la orientación" de la legislación ambiental pero las competencias "están delegadas entre las CCAA y el Gobierno sólo puede coordinar" por lo que se hace necesaria una regulación común.

"No hay soluciones mágicas ni sencillas, todo está relacionado con todo en un mundo muy complejo" en el que esa unidad de acción "lo ideal es que la lideraran el sentido común y el buen gobierno". EFE

ppm/cc

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