Mujeres con parálisis cerebral luchan contra el estigma por una sexualidad plena

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Madrid, 3 dic (EFE).- Un grupo de jóvenes con parálisis cerebral imparte formación para enseñar a otras mujeres con discapacidad a defender y ejercer sus derechos, a tener una sexualidad plena o recibir protección si se sufre maltrato por parte de su pareja. Su objetivo: no ser reconocidas solo como perceptoras de cuidados, sino como mujeres.

Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad,  hablan con EFE Silvia Lafuente y Aitana Areste, dos de las formadoras que tomaron las riendas de su vida afectivo-sexual tras vivir situaciones de discriminación.

Solo una minoría de las mujeres con parálisis cerebral acuden a las consultas de ginecología y obstetricia, alertan; la negación de su sexualidad y la falta de accesibilidad a muchos servicios sanitarios ponen en riesgo su salud y dificulta una vida afectivo-sexual plena y satisfactoria.

"Somos más vulnerables, estamos menos empoderadas y en situación de mayor dependencia emocional", cuenta a EFE Aitana Areste.

"Las mujeres con discapacidad sufrimos estigmatización en relación con nuestra capacidad para tener relaciones íntimas, casarnos, tener hijos o acceder a servicios de salud sexual y reproductiva".

Areste reivindica la importancia de tener acceso a información "para romper estereotipos y superar prejuicios".

En su caso, explica que inicialmente "desterró" la sexualidad de su vida porque nunca le hablaron de ello.

"La falta de programas educativos que cuenten las necesidades de las mujeres con discapacidad me hizo sentirme asexual y no me preocupé por ese aspecto de mi vida hasta que empecé a investigar y reforcé mi autoestima, porque somos mujeres y tenemos los mismos derechos que otras mujeres", asegura.

Reconoce que alguna vez le han dicho que no podía tener vida sexual ni pareja por su discapacidad. "También que mi pareja o mi vida sexual solo la podía llevar a cabo con personas de mi misma discapacidad; la sociedad tiende a que nos relacionemos solo entre nosotros".

Aitana y Silvia son dos de las jóvenes con discapacidad que recibieron cursos en la Fundación CERMI Mujeres, a través del Instituto de la Mujer, destinados a mejorar la salud sexual y reproductiva de las mujeres con discapacidad, la promoción de hábitos saludables y la prevención de enfermedades y problemas de salud. Ahora son ellas las formadoras.

Para Silvia Lafuente conocer sus derechos sexuales y reproductivos da a las mujeres con parálisis cerebral confianza en la toma de decisiones y contribuye a la "desmitificación de la discapacidad en el ámbito sexual".

Ambas coinciden en que las formaciones que realizan en la Confederación Aspace tienen un impacto inmediato, como el de identificar situaciones de maltrato o abusos y denunciarlos.

Entre las barreras con las que se topan, empiezan por la accesibilidad. No existen servicios de salud sexual adaptados a sus necesidades de apoyo y en muchos casos resulta imposible realizar pruebas como una mamografía o exploraciones porque no hay camillas ni mamógrafos adaptados.

Además, la información sobre salud sexual y sexualidad no se dirige a ellas, no es accesible ni se adapta a su realidad, añaden.

Se encuentran con profesionales que incluso se dirigen a la persona que les acompañan cuando quieren trasladarles alguna información sobre su salud, lo que puede aumentar el riesgo de no detectar situaciones de violencia.

Desde la Confederación Aspace consideran necesario que exista representación de las mujeres con discapacidad en el diseño de políticas y programas de salud sexual y reproductiva y reclaman sensibilización sobre sus necesidades específicas.

"Proteger tu vida privada es alzar también tu voz y decir lo que necesitas, no podemos dejar que los demás hablen por nosotros porque somos solo nosotras sabemos lo que sentimos", asegura Areste. EFE

arv/nl/sgb

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com cód 21594376 y otros)

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