Las primeras personas recibidas por Armengol en el Congreso piden a los políticos que dejen de crispar y dialoguen

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Varias de las personas que han inaugurado este viernes las Jornadas de Puertas Abiertas del Congreso, las primeras de la presidenta, Francina Armengol, como anfitriona, han pedido a la tercera autoridad del Estado que trabaje para que los miembros de la Cámara dejen de crispar y dialoguen para solucionar los problemas de la ciudadanía. Así lo ha explicado la propia Armengol en declaraciones a los medios de comunicación y lo ha confirmado el primer ciudadano que ha atravesado la Puerta de Leones, Teo, un señor de Ciudad Real, que entraba en el Congreso por primera vez. Teo, confesando el nerviosismo con el que ha iniciado la visita, ha detallado a la prensa que le gustó "mucho" el discurso pronunciado por Armengol en la Apertura Solemne de la Legislatura el pasado miércoles y que así se lo ha hecho saber la presidenta. "Estoy de acuerdo en que no tiene que haber tanta crispación", ha sentenciado nada más entrar en el Palacio del Congreso tras hacer cola desde las 7.30 de la mañana y haberse levantado a las tres para trasladarse a Madrid. RECOMIENDAN "PACIENCIA" A LA PRESIDENTA De su lado, Armengol ha mostrado su alegría por su estreno en estas lides. "Es la apertura simbólica de la puerta, pero quiere decir mucho, porque esta es la casa del pueblo", ha dicho, incidiendo en que este evento debe servir para que la "ciudadanía entre, conozca mejor su casa y pueda estar orgullosa de ella" porque lo que se decide en la Cámara "importa muchísimo en la vida de las personas". "Tenemos que poner en el centro a los ciudadanos y ciudadanas, hablar de sus problemas y buscar las mejoras soluciones desde el interés general", ha remarcado Armengol. Según ha relatado, algunos de los asistentes le han dado la "enhorabuena" por su cargo, gesto que ha agradecido expresamente, y también le han animado a que tenga "paciencia" en la dirección de las sesiones plenarias. "ME PIDEN QUE BAJEMOS EL SUFLÉ" Pero la idea más repetida ha sido la necesidad de poner fin a la crispación. "Me han pedido que intentemos bajar el suflé y que, desde el diálogo, el respeto y la tranquilidad, podamos confrontar, buscar soluciones y hablar de lo que le preocupa la gente", ha reseñado la presidenta. Precisamente para no contribuir a la crispación, Armengol ha rechazado valorar la actitud del PP de no aplaudir su discurso de la Solemne Sesión de Apertura de la legislatura, una alocución que tampoco fue aplaudida por Vox. "Yo no voy, desde la posición de la Presidencia a poner un ápice más de crispación. Valorar la actitud de los grupos no es lo que me toca ni lo que quiero hacer", ha alegado. Eso sí, ha insistido en que el Parlamento es "la espina dorsal de la democracia" y en que hay que "poner en valor la legitimidad de las instituciones". En este contexto, se ha reafirmado en otra de las ideas que lanzó en su discurso del miércoles. "Lo que aquí se hace importa, hemos hecho leyes maravillosas a lo largo de nuestra historia que han garantizado más derechos para las mujeres y hombres de este país", ha apuntado, sin entrar en detalles. "Tenemos que seguir trabajando desde la empatía, desde saber ponernos en el lado del otro, desde tener en el centro de nuestras posiciones a los ciudadanos y a las ciudadanas y hacerlo desde el respeto y desde la buena educación. Se puede decir todo, pero con buen tono y se puede debatir buscando aquello que nos une y no siempre aquello que nos separa", ha concluido Armengol.

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