Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger consideran vender su mansión gallega

La finca Santa Lucía permanece vacía pese a la gran inversión que el cantante ha realizado

16/12/2011 Julio Iglesias, en una imagen de archivo EUROPA ESPAÑA SOCIEDAD

Julio Iglesias siempre ha cantado a la morriña, al recuerdo y a los amores que dejan huella. Pero esta vez, la nostalgia parece habérsele quedado a medio camino. El artista español más internacional sorprendía hace menos de un año al comprar una espectacular propiedad en el corazón de Ourense, una tierra cargada de significado personal y familiar. Todo apuntaba a que aquel gesto era algo más que una inversión inmobiliaria: sonaba a un regreso emocional, pues es la tierra que vio nacer a su padre. Sin embargo, la historia ha dado un giro inesperado y ahora esa mansión gallega podría convertirse en un capítulo breve dentro de la vida del cantante.

La casa, bautizada como Santa Lucía, está ubicada en una pequeña aldea rodeada de verde, silencio y discreción. Un enclave perfecto para alguien que ha pasado toda su vida entre focos, aeropuertos y multitudes y que ahora busca tranquilidad. La finca cuenta con todo lo imaginable para una jubilación de lujo: jardines, un lago artificial, piscina climatizada, ascensor interior y espacio suficiente para recibir a hijos, nietos y amigos sin renunciar a la intimidad. Sobre el papel, era el refugio ideal. En la práctica, nadie de la familia ha llegado a visitar la casa.

La casa de Julio Iglesias en Vilariño, Piñor, Ourense (GOOGLE MAPS).

Ni escapadas relámpago, ni veranos tranquilos, ni paseos al atardecer. Desde que se cerró la compra, Julio Iglesias no ha pisado la casa. Tampoco lo ha hecho Miranda, su mujer, ni sus hijos pequeños, que siguen pasando largas temporadas en el sur de España. Mientras tanto, Santa Lucía permanece habitada únicamente por un matrimonio encargado de su mantenimiento, que cuida cada detalle como si la llegada del cantante pudiera producirse en cualquier momento.

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Durante meses se habló de reformas pensadas al detalle, de adaptaciones para la comodidad del artista y de visitas discretas de personas de su máxima confianza. Todo parecía indicar que el estreno era inminente. Pero el verano pasó, llegó el otoño y Galicia siguió esperando. Y con el paso del tiempo, el entusiasmo inicial se habría ido diluyendo.

El imperio inmobiliario de Julio Iglesias: de su refugio en Bahamas a la mansión de la Costa del Sol.

Quienes conocen bien a Julio aseguran que el clima tiene mucho que ver en este distanciamiento. La lluvia persistente, la humedad y los inviernos largos no encajan con el estilo de vida actual del cantante, mucho más acostumbrado al sol, al calor y al mar en calma de lugares como Bahamas. Allí pasa buena parte del año, centrado además en uno de los proyectos más personales de su carrera: la serie que una conocida plataforma prepara sobre su vida, sus luces, sus sombras y su leyenda.

Tanto es así que, según afirma en exclusiva Informalia, Julio Iglesias habría verbalizado la posibilidad de vender la propiedad, pese a haber invertido alrededor de cinco millones de euros en su adquisición y una cantidad nada desdeñable en reformas.

Julio Iglesias en una foto de archivo tomada en 2016. (EFE/Thais Llorca)

De confirmarse la venta, Santa Lucía pasaría a ser un sueño gallego que se quedó en proyecto. Julio Iglesias, por su parte, continúa en su retiro caribeño, lejos del país que le vio brillar por primera vez y guardando silencio. No solo en lo que se refiere a la posible venta de su casa gallega, también sobre la intención de Javier Sánchez, el joven que afirma ser su hijo, de iniciar en Estados Unidos una reclamación de paternidad.

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