Un susto con final afortunado despertó la alarma en una familia italiana cuando una niña de solo dos años se atragantó con una cereza mientras jugaba. La fruta cayó inadvertidamente en su garganta, impidiendo el paso del aire y provocando un cuadro de asfixia que obligó a la intervención urgente de un pediatra. Este especialista, que presenció el dramatismo de la situación, advirtió que en estos casos “es cuestión de segundos” y enfatizó la necesidad de actuar de inmediato con técnicas de primeros auxilios adaptadas a la edad del menor. Afortunadamente, la rápida actuación evitó un desenlace trágico.
El médico detalló que ante un atragantamiento súbito en niños pequeños, lo fundamental es mantener la calma, activar el protocolo de desobstrucción (como las cinco palmadas en la espalda o las compresiones torácicas si ya está consciente y alerta), y llamar al 112/911 sin demora. “Un objeto que bloquea la vía aérea puede ser mortal en menos de un minuto”, explicó, recordando que las maniobras varían según si el niño está consciente, tose o ha perdido el conocimiento.
Además, subrayó la importancia de formar a padres, cuidadores y educadores en primeros auxilios pediátricos, ya que muchas veces el tiempo de espera hasta que llegan los servicios de emergencia puede ser decisivo. No hay que tener miedo de intervenir. Lo peor que se puede hacer es quedarse paralizado, asegura el pediatra.
Qué hacer si un niño se atraganta: las maniobras clave pueden salvar vidas
El pediatra que atendió a la niña insiste en que, en casos de atragantamiento, cada segundo cuenta. Si el niño está tosiendo y puede respirar con dificultad, lo recomendable es no intervenir de inmediato y dejar que intente expulsar por sí solo el objeto. Sin embargo, si no puede toser ni emitir sonidos, se debe actuar rápidamente.
La técnica más efectiva en estos casos consiste en colocar al menor boca abajo, apoyado sobre el antebrazo del adulto, y aplicar hasta cinco palmadas firmes entre los omóplatos. Si el objeto no se expulsa, se debe girar al niño boca arriba y realizar cinco compresiones en el centro del pecho, justo por debajo de la línea de los pezones. Estas maniobras deben alternarse hasta que el cuerpo extraño sea expulsado o hasta que llegue el personal de emergencias. Si el menor pierde el conocimiento, se deben iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente.
El especialista subraya que actuar con decisión y rapidez es fundamental, ya que una obstrucción completa de la vía aérea puede causar daños neurológicos irreversibles o incluso la muerte en apenas unos minutos.
La importancia de prevenir
Además de saber actuar, es fundamental tomar precauciones para evitar situaciones como estas. Los expertos recomiendan no ofrecer a niños pequeños alimentos duros o de forma esférica, como cerezas, uvas o aceitunas, sin haberlos cortado previamente en trozos pequeños y alargados. Es crucial supervisar siempre a los menores mientras comen, especialmente si están jugando o caminando, para evitar que se lleven cosas a la boca de forma accidental.
El pediatra también anima a padres, cuidadores y docentes a formarse en primeros auxilios, ya que conocer las maniobras adecuadas puede marcar la diferencia en una emergencia. En definitiva, la prevención y la preparación son las mejores herramientas para proteger a los más pequeños ante un riesgo que, aunque común, puede ser letal si no se responde a tiempo.