Un soltero de ‘First Dates’ hace el ‘cuñao’ sin previo aviso durante la cena: “Me han traído el más friki de Andalucía”

Alejandro se ha venido tan arriba que su acompañante se ha sorprendido de que solo se hubiese tomado una coca cola

Lidia y Alejandro en su cita de First Dates (Montaje Infobae, Cuatro)

Los invitados de First Dates nunca dejan de sorprender y la última emisión del famoso programa de Carlos Sobera se ha vivido uno de los momentos más surrealistas de la historia. Y es que, uno de los diez solteros que han ido esta noche al restaurante ha sorprendido a su acompañante al entrar en plena confianza con ella, algo que ha generado muchas risas, pero también momentos incómodos.

Lidia, de 41 años, quien ha llegado al programa nervioso, pero dispuesta a pasar un buen rato, se definió como una mujer “muy echada para delante, extrovertida y atrevida”. Aunque actualmente trabaja en la hostelería, su formación es sanitaria. En cuanto a sus expectativas, aseguró que llevaba mucho tiempo sola y que le gustaría encontrar a un hombre “alto, moreno, extrovertido, con don de gentes…”. Su pasión, además, es el baile latino, y no descartaba terminar la cita bailando si todo iba bien.

Por su parte, Alejandro, de 47 años, ha sido claro desde el principio y se ha autodefinido como un “tipo muy payaso”. Y es que, ha explicado que al no ser un hombre particularmente atractivo, se ha visto obligado a desarrollar “otras armas”, como “el desparpajo, la labia, el ser un poco sin vergüenza…”. Sin embargo, su cita no ha estado muy convencida sobre su emparejamiento con él desde el principio. A pesar de que a ella le gustan los hombres militares, Alejandro no parecía cumplir ese perfil, lo que hizo que su cita no fuera de su agrado.

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“No me gustan los chistes”

"First Dates" es un programa de Cuatro en el que personas desconocidas comparten una cena en un restaurante y, tras conocerse, deciden si quieren tener una segunda cita fuera del programa.

A lo largo de la velada, ambos han descubierto más detalles sobre sus vidas. Alejandro comentó que Lidia parecía más joven, lo que ella aprovechó para señalar que preferiría a un hombre más joven. La conversación también se desvió hacia los intereses literarios, donde, aunque ambos coincidieron en que les gustaba leer, las diferencias quedaron claras: ella prefiere otro tipo de lecturas, y el hecho de que él se inclinara por la literatura fantástica, como Juego de tronos, le pareció un tanto chocante. De hecho, Lidia no dudó en lanzar una irónica observación: “Me han traído el más friki de Andalucía”.

A pesar de las diferencias, hubo momentos de complicidad. Cuando Lidia le preguntó si le gustaba bailar, algo que a ella le apasiona, Alejandro no dudó en confirmar que sí, aunque, según sus propias palabras, no tenía “sentido del ridículo”. En ese punto, Lidia le ha agradecido la espontaneidad, pero también le dijo que, debido a su forma de ser, le resultaba un tanto abrumador. “Menos mal que estás bebiendo Coca-cola”, le dijo entre risas en el momento culmen de la cita.

Y es que, mientras la velada se dirigió hacia el tema sexual, un terreno en el que Lidia no estaba dispuesta a entrar, Alejandro ha protagonizado uno de los momentos más icónicos. “¡Cuñaoooo!”, comenzó a decir como Juan Joya Borja, conocido como ‘El Risitas’. Esto la pillo totalmente de sorpresa, pero no pudo evitar reírse. Además, Alejandro, que parecía estar disfrutando de manera más desenfadada, incluso se puso un diente de papel como parte de su show. “Me parece surrealista…”, dijo Lidia, aún sorprendida. Sin embargo, Alejandro se mostró natural, argumentando que era así cuando se sentía cómodo.

Lidia y Alejandro en su cita de First Dates (Cuatro)

La cita, aunque llena de momentos divertidos, no llegó a generar una chispa romántica. En cuanto a la música, una bachata sonó en el reservado, lo que hizo que ambos se lanzaran a la pista. Para sorpresa de Lidia, Alejandro sabía bailar, pero aunque ambos se vieron simpáticos el uno con el otro, no hubo una conexión más allá de eso. Ella, siendo sincera, no dudó en comentar que la cita le había parecido “surrealista” y que, sobre todo, la parte de la “risita” lo había “rematado”.

Finalmente, ambos coincidieron en que, aunque se habían divertido, no repetirían la cita. Alejandro se alegró de la sinceridad de Lidia y afirmó que, a pesar de habérselo pasado bien, no volvería a salir con ella. A su vez, Lidia expresó que, aunque se había divertido, “no me gustan los chistes”, lo que dejó claro que la conexión no fue la esperada para ninguno de los dos.

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