Una nueva denuncia por un problema entre vecinos se difundió a través de las diferentes plataformas digitales y los medios locales, llamando la atención de la ciudadanía, pues lo que parecía ser una discusión simple terminó en agresión física y una situación de acoso que obligó a la protagonista a mudarse.
La víctima fue identificada como Mariana Pérez, que tomó la decisión de dejar su hogar en el barrio El Poa, en Suba, junto a su familia, tras sufrir durante casi tres meses de acoso y amenazas después de hacerle un reclamo a uno de sus vecinos, por lo que el temor a represalias y la falta de respuesta de las autoridades la llevaron a tomar la drástica determinación.
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De acuerdo con el relato de la víctima, todo comenzó un sábado, alrededor de la 1:00 a. m., cuando su madre pidió a algunas personas que se encontraban frente a una tienda vecina que bajaran el volumen de la música, teniendo en cuenta la hora. Desde ese momento, la situación escaló hasta terminar en una agresión física que dejó a la joven con heridas en el rostro y una incapacidad médica de 15 días.
Según el relato de Mariana Pérez, que fue hecho al diario local Q’hubo, desde la noche en la que su madre se dirigió a los presentes en la reunión en el establecimiento comercial, la familia empezó a recibir gritos por la ventana y amenazas de venganza.
“Nos gritaban por la ventana, decían que se iban a vengar, que nos tenían envidia y que, si nos encontraban en la calle, debíamos aguantarnos lo que ellos hicieran”, narró la joven, que aseguró que los agresores son allegados a los dueños de la tienda.
Aunque el hostigamiento no se limitó a las amenazas verbales, pues Mariana denunció que, con frecuencia, al salir de su casa para ir al gimnasio o cuando estaba vestida con falda, varios hombres sentados en la tienda la miraban de manera indebida. Incluso, algunos de ellos se le acercaban demasiado y estos episodios de acoso sexual se repitieron por semanas.
Lamentablemente, las amenazas pasaron a una agresión física durante la jornada del 23 de agosto de 2025, cuando dos personas, presuntamente cercanas a los propietarios de la tienda, se ubicaron en la entrada de la vivienda para impedir su paso. Al intentar pedirles que se apartaran, los vecinos respondieron de forma violenta.
“Una mujer intentó meter las manos por la ventana de mi casa. Yo se las retiré y cerré la ventana. En ese momento, el hombre que la acompañaba golpeó con un puño el vidrio, que estalló y me cayó encima, provocándome varias heridas en la cara”, relató la víctima.
La joven agregó que las lesiones requirieron sutura en la nariz y la ceja, además de incapacidad médica; aunque ella no fue la única víctima, pues su madre también fue objeto de intimidaciones. Entre tanto, la denunciante aseguró que una inquilina que sufría de problemas cardíacos también tuvo que irse de la vivienda por miedo a que su enfermedad empeorara.
Tras la agresión, Mariana aseguró que los dueños de la tienda ocultaron a los presuntos responsables y hasta el momento no han asumido ninguna responsabilidad por lo ocurrido.
Por motivos de seguridad, la familia decidió dejar la casa el domingo posterior al ataque: “Solo espero que estas personas aparezcan y que las autoridades hagan algo. No es justo que uno tenga que salir de su propia casa mientras los agresores siguen ahí como si nada”, expresó la joven, que pidió apoyo para detener los ataques y garantizar su seguridad, pues teme que los agresores puedan tomar represalias aún más violentas en su contra.