El presidente Gustavo Petro intensificó este viernes sus críticas contra la junta directiva del Banco de la República, cuestionando tanto su independencia como la forma en que se han fijado las tasas de interés en los últimos meses.
Según el mandatario, la política monetaria del banco estaría respondiendo a motivaciones políticas que buscan frenar el crecimiento económico de su Gobierno.
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“Este cuadro quedará para la historia económica de Colombia, y demostrará que es una falacia decir que el Banco de la República es independiente”, afirmó Petro, al presentar un gráfico en el que comparó la evolución de la tasa de interés nominal con el comportamiento de la inflación.
A su juicio, la diferencia entre ambas variables —que determina la tasa de interés real— evidencia un manejo restrictivo de la política monetaria.
El presidente recordó que al inicio del gobierno de Iván Duque la tasa de interés real era negativa, lo que, en su concepto, impulsó un recalentamiento económico.
En contraste, desde que asumió la presidencia, ese indicador no solo es positivo, sino que ha mostrado una tendencia ascendente, afectando el consumo y la inversión.
“La junta no ha reducido la tasa de interés real, la ha incrementado deliberadamente, buscando desacelerar la economía”, aseguró.
Petro también acusó a la junta del Banco de la República de desconocer una sentencia de la Corte Constitucional que ordena tener en cuenta, además de la estabilidad de precios, el crecimiento del empleo y la equidad al tomar decisiones de política monetaria.
Para él, este comportamiento confirma que el banco no actúa con independencia política, sino que ajusta sus decisiones según intereses que serían contrarios a su programa económico.
“Lo que se está haciendo es manipular la política monetaria con fines ajenos al bienestar económico y social del país”, concluyó.
El presidente fue más allá al señalar un posible trasfondo electoral en estas decisiones: “Es obvio, el Banco de la República quiere acabar la economía colombiana porque apuesta electoralmente con mucha irresponsabilidad”.
Esta declaración refleja su frustración ante la negativa del banco central a seguir el ritmo de reducción de tasas que el Gobierno considera necesario para estimular la economía.
El respaldo a su posición llegó desde el propio Ministerio de Hacienda. Germán Ávila, titular de la cartera, expresó su “desacuerdo e incomodidad” con la decisión adoptada por la mayoría de la junta directiva. De los siete miembros, cuatro votaron por mantener la tasa de interés en 9,25 %, mientras que tres se inclinaron por una reducción.
Frente a las críticas del jueves, el gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar, defendió la autonomía y el proceder técnico de la entidad.
Subrayó que la junta directiva “no toma sus decisiones con criterios políticos y menos con criterios políticos de corto plazo”, sino con base en información y análisis económico. “Sería difícil argumentar que lo hemos hecho por razones políticas”, sostuvo.
Villar recordó que, desde diciembre de 2023, el Banco de la República ha reducido de manera significativa la tasa de interés, que entonces se encontraba en 13%.
No obstante, reconoció que el ritmo de descenso se ha moderado en los últimos meses.
Según explicó, las reducciones previas se justificaron por la existencia de un margen suficiente, lo que contribuyó a una caída importante de la inflación.
En junio, el índice de precios al consumidor se situó en 4,82%, tras haber alcanzado un máximo de 13,34% en marzo de 2023.
La meta del banco central es estabilizar la inflación en 3%, nivel que, según Villar, garantiza la protección del poder adquisitivo de la moneda.
“El Banco de la República está actuando con total honestidad y buscando el bienestar de todos los colombianos. A veces no es fácil ver el beneficio inmediato, porque las decisiones monetarias se reflejan con rezago”, puntualizó el funcionario.
El gerente enfatizó que la Constitución Política otorga autonomía al Banco de la República precisamente para que sus decisiones respondan a criterios de mediano y largo plazo, y no a los intereses inmediatos de los gobiernos de turno.
Reiteró que la prioridad de la entidad es mantener la estabilidad de precios, condición que considera fundamental para el crecimiento económico sostenible y la reducción de la pobreza.