Uno de los heridos en atentado en Jamundí lucha por su vida: está con ventilación mecánica

En los municipios de Jamundí y Cajibío, en el suroccidente de Colombia, se registraron nuevos ataques por parte de grupos armados, que afectaron tanto a la población civil como a la Policía Nacional. En Jamundí, una explosión sacudió el casco urbano en horas de la mañana del 12 de junio de 2024, que fue ocasionada por una motocicleta cargada con explosivos.

La detonación se registró alrededor de las 6:20 a. m. en una zona comercial cercana al parque principal y a una sede de Bancolombia, cuando el sector experimentaba un alto tráfico vehicular y peatonal. Tras el ataque terrorista, se conoció, según un informe de la Alcaldía de Jamundí, que la explosión causó heridas a un hombre que cuidaba motocicletas en la vía.

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En un principio, el informe médico explicó que el hombre de 57 años presentó fractura expuesta de fémur, heridas por esquirlas y quemaduras en varias partes del cuerpo.

Al respecto, la Fundación Valle del Lili de Cali, hospital al que fue trasladado el hombre, publicó un boletín a las 8:00 p. m. en el que dio a conocer las condiciones clínicas del herido. En el documento, se conoció que el cuidador de motocicletas tuvo que ser intervenido por causa de los traumatismos múltiples, cráneo-encefálico, facial, de tórax y abdomen.

También, desde este centro asistencial se confirmó que el herido de gravedad tuvo fracturas en el antebrazo derecho, mano izquierda y lado derecho de la cadera, razón por la cual “ha requerido transfusión masiva de componentes sanguíneos”. Como también que, debido a su situación, se encuentra “actualmente con ventilación mecánica”, por lo que “su pronóstico es reservado”.

El artefacto explosivo fue detonado cerca de una patrulla de la Policía que resultó con varios daños y a pocos metros del lugar donde el 20 de mayo de 2024 se registró otro atentado similar contra un hotel en el que se hospedaban miembros de la Policía Nacional.

Pero ese no fue el único acto terrorista que se registró el miércoles 12 de junio, pues se conoció, gracias a informes ciudadanos, que se escucharon ráfagas de fusil.

Los disparos tuvieron como blanco la subestación de Policía de Potrerito, ubicada a 10 minutos de Jamundí, en un ataque atribuido a las disidencias de las Farc, según el ministro de Defensa Iván Velásquez, como un intento de presión para que el Gobierno nacional declare el cese de operaciones en la zona.

“Que si las pretenciones del Estado Mayor Central en el suroccidente del país son las de, a través de estos actos presionar para que el Gobierno renueve suspensiones de operaciones ofensivas, para que renueve ceses al fuego, enfáticamente manifestamos que eso no va a ocurrir”, explicó el ministro en rueda de prensa.

En otro hecho violento en el municipio de Cajibío, departamento del Cauca, grupos armados hostigaron a la fuerza pública y la población civil con disparos de fusil desde la madrugada. El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, indicó que estos ataques resultaron en daños materiales, principalmente en viviendas. Además, solicitó la intervención del Gobierno nacional y medidas de seguridad para contrarrestar la violencia que afecta a la región.

“Lamentablemente, desde la madrugada nos reportaron hostigamiento en Cajibío. Gracias a que nuestra Fuerza Pública ha sido reforzada en número de unidades y se contó el apoyo aéreo rápido se logró contener el accionar de estos grupos delincuenciales que atacan sin medida a nuestra población, hasta el momento este hecho solo deja daños materiales especialmente afectación en viviendas”, explicó el mandatario a través de su cuenta de X.

Cámaras de seguridad captaron el momento en que miembros de aparentes disidencias de las Farc llegaron al municipio para perpetrar el hostigamiento, aunque, la acción fue respondida desde el aire por unidades del Ejército que lograron contener a los atacantes.