Los nacionalismos tienen como punto en común apuntar a los sectores mayoritarios y más humildes de la sociedad. Saben muy bien que son la “mayoría” y, en consecuencia, encuentran allí un voto masivo y vulnerable

Estas potencias emergentes están lejos de poder ser consideradas países desarrollados. Tampoco de los puede calificar como repúblicas con división de poderes y transparencia institucional

Si las personas y empresas no pueden disfrutar del resultado de su esfuerzo difícilmente dediquen energías a crear riquezas

Es probable que esta inmejorable oportunidad de crecimiento sea asfixiada por adictivas necesidades fiscales. Para el Gobierno, las prioridades están sesgadas por las necesidades de financiamiento de cortísimo plazo y no por la probabilidad de transformar en realidad el sueño de un país que crezca