Viven con apenas 10 soles (2.67 dólares) al día para poder comer y pasan sus días en unas pequeñas carpas que han instalado frente al Instituto Nacional del Niño de Breña. Son 36 familias que llevan meses esperando un cupo de atención en este nosocomio para sus hijos, muchos de ellos de solo meses de edad que padecen enfermedades graves o necesitan operaciones de urgencia.
Mayli y su esposo llegaron a Lima desde Satipo para operar a su pequeña de seis meses de edad que padece de labio leporino y paladar hendido, pero vive un verdadero drama al no encontrar respuesta de atención para su niña y sin dinero ahora vive de la caridad de las personas que le regalan dinero o alimento para poder sobrevivir.
“Nosotros estamos viviendo una penitencia aquí, pero una mamá todo soporta y aguanta todo con tal de ver a sus hijos sanos. La mamá puede hacer lo que sea para estar al lado de sus hijos, pero es difícil”, cuenta triste la joven madre de familia.
Ella y su pareja han convertido la pequeña carpa número 21 en su hogar y ahí, pese al hacinamiento en el que viven, tratan de tener paciencia hasta conseguir la ansiada fecha de operación de su hija.
Sin dinero, al igual que las otras familias, viven de la caridad de las personas para poder alimentarse pero hay días en el que apenas pueden llevarse un pan a la boca porque no tienen con qué comprar sus alimentos.
“Yo solo quiero que agilicen mis papeles. Yo quiero irme a mi casa. Muchos queremos que nos den prioridad a los que somos de lejos, de provincia. Yo quiero irme también porque mi mamá está mal y mi otro hijo se enfermó y nos llaman preguntándonos cómo estamos, pero nosotros no les decimos que no comemos o nos falta dinero”, dice lamentándose la humilde madre de familia.
En otra carpa, otros padres día a día acuden desde muy temprano para la consulta que le indique la fecha de operación al corazón de su hija. Otro lleva un mes esperando que su hijo sea sometido a una delicada intervención a la cabeza debido a un tumor que le hallaron en el hospital de la provincia donde vive.
Pero también hay personas cuyos hijos ya fueron atendidos y operados, pero se quedaron en las carpas debido a que en Lima no tienen una vivienda fija y les urge pasar por las consultas de revisión a sus pequeños para conocer si están evolucionando bien o necesitan algo más para que puedan regresar tranquilos a sus ciudades de origen.
Talía es otra madre que espera desde noviembre una cirugía para su bebé. Victoria también sigue atenta a que los médicos programen la operación a su hijo, a quien le detectaron un tumor.
Las familias pagan 3 soles para bañarse, 1 sol para cargar su celular y 0.50 céntimos para usar los baños de casas, hostales o mercados aledaños.
DÉFICIT DE MÉDICOS
Actualmente en el Perú hay un déficit de 14 mil médicos en general y por ello en el Instituto Nacional de Salud del Niño los médicos no se dan a basto para atender a la cantidad de pacientes que diariamente llegan para consultas y operaciones.
La exministra de Salud, Silvia Pessah, dijo al diario El Comercio que hay escasez de pediatras, y más aún de pediatras especialistas. “No hay incentivos para que los médicos especializados vayan a los lugares más alejados o a regiones”.
Pero este no es el único problema, también está la falta de recursos técnicos a nivel nacional, ya que el 80% de camas UCI pediátricas se encuentran en Lima, por lo que urge tener médicos especialistas en otras regiones y varios complejos hospitalarios en todo el país.
SEGUIR LEYENDO