Arteta vuelve a quedarse en la orilla

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Londres, 19 may (EFE).- De forma incluso más dura que la temporada pasada, el Arsenal de Mikel Arteta ha vuelto a quedarse en la orilla de ganar la Premier League. Tras veinte años de sequía, los 'Gunners' han estado más cerca que nunca, pero han sido superados de nuevo por el mejor equipo de Inglaterra, seguramente de su historia, un Manchester City implacable que ha ganado nueve encuentros seguidos para certificar su cuarta Premier League consecutiva.

La tiranía del Manchester City, que se ha llevado seis de los últimos siete títulos, ha arrasado con las esperanzas del mejor Arsenal de los últimos veinte años. De hecho, los 89 puntos que ha logrado son la mejor cifra desde que se coronó campeón en la temporada de los 'Invencibles', en la 2003-2004, y le hubieran valido para ganar la liga en 16 campañas desde la implantación de la Premier League en 1992.

El Arsenal lo ha intentado todo, pero ha caído ante un City que no regala un ápice y que asfixia a sus rivales a ganarlo todo para siquiera tener una opción contra ellos. Ni un Arsenal prácticamente perfecto ha podido ganar, caso similar al del Liverpool, que en los nueve años de Jürgen Klopp solo ha ganado un título liguero y que ha perdido dos ligas por un solo punto de diferencia.

La presión de los de Pep Guardiola es tal que, cuando a falta de seis jornadas, el City tenía una ventaja de apenas dos puntos respecto al Arsenal, es decir, con 18 aún en juego, la sensación general en Inglaterra es que la Premier estaba más que sentenciada y que el City ni aflojaría ni se dejaría puntos por el camino.

Desde aquel empate a cero el 31 de marzo contra el Arsenal en el Etihad Stadium, no solo es que el City no haya pinchado, es que sus números son de otro mundo. Han ganado todos los encuentros por dos goles o más de diferencia, cuatro de ellos por cuatro tantos de ventaja, marcando cuatro goles o más en seis de los nueve partidos finales.

Es una barbaridad que solo anima a la resignación y a pensar que el año que viene se volverá a intentar. Y esa es la tarea más difícil para el Arsenal, que tendrá que afrontar la temporada que viene consciente de que cualquier fallo cuesta el título.

Después de que en la 2022-2023, el Arsenal se convirtiera en el equipo en la historia con más días en el liderato (248) sin ganar el título, este curso la Premier se les marchó en el mes de diciembre.

En el periodo más ajetreado del fútbol inglés, el Arsenal vivió sus días más negros ente el 9 y el 31 de diciembre, con tres derrotas y un empate. Cayeron ante el Aston Villa (1-0), West Ham United (0-2) y Fulham (2-1) y empataron contra el Liverpool (1-1). En estas fechas solo ganaron al Brighton & Hove Albion (2-0).

Pese a que es injusto e imposible señalar un momento como el culpable de la derrota final, lo cierto es que el City, en ese mismo periodo, ganó tres partidos y empató uno, y comenzó una racha el 10 de diciembre que dura hasta la fecha. Su última derrota data del 6 de diciembre, contra el Aston Villa (1-0); son 23 partidos seguidos sin perder en la competición doméstica.

Ante este ritmo, cualquier equipo sucumbiría. Que el Arsenal haya llegado con posibilidades hasta la última jornada, por mucho que haya acabado en segunda posición, es más motivo de elogio que de crítica, sobre todo para una plantilla que cuenta con una media de edad de las más bajas de la Premier, con 25 años, y que prácticamente ha jugado toda la temporada sin 'nueve', por las lesiones de Gabriel Jesús y por el mal rendimiento del brasileño de cara a gol -apenas cuatro goles en 26 partidos en Premier-.

Entre las lesiones de larga duración, de Takehiro Tomiyasu, Emile Smith Rowe, Fabio Vieira y Thomas Partey, el debate creado por la prensa en torno a la portería, con David Raya y Aaron Ramsdale, y una plantilla a todas luces con menos profundidad que la del City, Arteta, por segunda temporada consecutiva, ha peleado un título que, en verano, parecía prácticamente imposible.

Sobre todo si se hubiese adivinado que con 89 puntos no hubiese sido suficiente para levantar el título.

Con cuatro Premier League consecutivas, Guardiola crea una dinastía sin precedentes en la historia del fútbol inglés; nadie había ganado cuatro ligas seguidas. Solo el Huddersfield Town (de 1923 a 1926), Arsenal (1932-1935), Liverpool (1981-1984) y el Manchester United, en dos ocasiones, de 1998 a 2001, y de 2006 a 2009, habían cosechado tres trofeos seguidos.

El City abre una nueva era y solo queda preguntarse si a Guardiola aún le queda hambre y ambición para más o si, con su contrato venciendo en junio de 2025, decidirá buscar un nuevo reto tras ocho años ya en el norte de Inglaterra.

Manuel Sánchez Gómez

Londres, 19 may (EFE).- Ganó el Arsenal al Everton (2-1), pero ni así ocurrió el milagro. Los de Mikel Arteta, con 89 puntos y media liga como líderes, no recibieron el favor del West Ham United y quedaron una vez más condenados al segundo puesto, doblegados por la regularidad y el martillo del Manchester City.

El Emirates Stadium apenas vibró de emoción durante unos instantes, los segundos previos al gol de Phil Foden en el Etihad para el 1-0 de los 'cityzens' y cuando, en poco más de un minuto marcó Tomiyasu para el Arsenal y recortó distancias Mohammed Kudus para el West Ham.

Fue una ilusión pasajera e irreal, que incluso aumentó cuando se propagó por la grada el rumor de que el West Ham había marcado el 2-2 inmediatamente después. Los aficionados del Arsenal se giraron hacia la zona de los periodistas preguntando por el resultado, pero fue un espejismo, algo irreal, porque el West Ham nunca estuvo cerca de empatar y porque la Premier League, por cuarta temporada consecutiva, residirá en la orilla celeste de Mánchester.

El milagro, porque de ninguna otra forma se puede calificar un empate o derrota de un City que ha ganado los últimos nueve partidos del curso, no ocurrió y el Arsenal, por segunda temporada consecutiva, se tendrá que conformar con un amargo segundo puesto.

El de este domingo, dadas las circunstancias, no fue el partido más brillante de los de Arteta, a los que faltó puntería en una primera parte en la que debieron haber dejado sentenciado esto.

Tomiyasu, Martinelli y Havertz pudieron golpear primero, pero fue el Everton, ya salvado y sin nada en juego, el que se adelantó gracias a una falta de Idrissa Gana Gueye que golpeó en la cara de Declan Rice y le cambió la trayectoria a David Raya, que poco pudo hacer ante la pelota colándose en el palo contrario al que estaba él.

El mazazo del gol no dolió tanto al Emirates, porque en ese momento el City iba ganando 2-0 al West Ham, pero despertó cuando una buena combinación entre Ben White y Martin Odegaard en línea de fondo propició el empate de Tomiyasu, que definió como un goleador llegando desde atrás.

Al gol del japonés le siguieron los minutos de más emoción en el norte de Londres. Kudus marcó de chilena en Mánchester y el Emirates rugió, hasta el punto que unos segundos después corrió como la pólvora el rumor de que los 'Hammers' habían vuelto a marcar.

La efervescencia duró un instante, no fue real. Lo que sí ocurrió, ya en la segunda mitad, fue la sentencia de Rodrigo Hernández para el City.

El 3-1 enmudeció al Emirates, que perdió fuelle, como su equipo, condenado una vez más a galopar por detrás del implacable City. Porque 89 puntos y haber pasado más de media liga en el liderato no es suficiente contra la dinastía de Pep Guardiola, que ha ganado seis de las últimas siete Premier League.

Ni siquiera el gol de Havertz, en el minuto 90, para certificar el triunfo, dio un último aliento de esperanza. El milagro era imposible, pero el Emirates, lejos de hundirse con el pitido final, despidió a su equipo y a Arteta con una ovación.

El año que viene el Arsenal volverá a intentarlo y ya será 21 años buscando sucesor a los 'Invencibles', el último equipo en llevar una Premier League al norte de Londres.

- Ficha técnica:

2 - Arsenal: Raya; White (Timber, m.69), Saliba, Gabriel (Zinchenko, m.59), Tomiyasu; Partey (Smith Rowe, m.69), Rice, Odegaard; Trossard (Gabriel Jesús, m.78), Havertz y Martinelli.

1 - Everton: Pickford; Coleman, Tarkowski, Branthwaite, Young; Garner, Gueye, Onana, McNeil; Doucouré (Beto, m.92) y Calvert-Lewin (Chermiti, m.74).

Goles: 0-1. Gueye, m.40. 1-1. Tomiyasu, m.43. 2-1. Havertz, m.89.

Árbitro: Michael Oliver amonestó a Partey (m.39), Rice (m.69) y Timber (m.73) por parte del Arsenal y a Tarkowski (m.50) y Doucouré (m.54) por parte del Everton.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 38 de la Premier League disputado en el Emirates Stadium (Londres).

Manuel Sánchez Gómez

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