Volatilidad en el mercado de bonos hace del “comprar y olvidar” una estrategia perdedora

Los inversores en renta fija de la vieja escuela están demostrando que no sólo el dinero rápido puede prosperar en esta nueva era volátil.

Guardar

Nuevo

infobae

(Bloomberg) -- Los inversores en renta fija de la vieja escuela están demostrando que no sólo el dinero rápido puede prosperar en esta nueva era volátil.

Los bonos soberanos, que durante mucho tiempo fueron un lugar estable y para aparcar ahorros para la jubilación, ahora están entre los más impredecibles del mundo de la inversión. Los hedge funds se han apresurado a aceptar la volatilidad —y los beneficios— y ahora los operadores tradicionales de renta fija están empezando a hacer lo mismo.

“Como inversores, tenemos que tranquilizar a nuestros clientes, pero la volatilidad puede ser nuestra amiga”, afirma Gershon Distenfeld, quien gestiona unos US$47.000 millones como director de estrategias de renta en AllianceBernstein.

La volatilidad de los bonos ha superado sistemáticamente a la de otros activos durante los dos últimos años, mientras que los rendimientos a largo plazo oscilan con más violencia que la media diaria de la última década. Esto significa que los inversores que compran y mantienen han tenido que transformarse en operadores, o arriesgarse a quedar rezagados en el tumulto de un mercado que avanza a gran velocidad.

Mercado para operadores

Para hacerse una idea del complicado cálculo que hay detrás de las decisiones del mercado de renta fija, basta con fijarse en esta semana: los precios al productor subieron más de lo previsto, pero la inflación de los precios al consumo se enfrió. Las apuestas a un recorte de tasas de interés de la Reserva Federal este año siguen en pie, lo que mantiene viva la volatilidad de los bonos.

“Ahora es más un mercado de operadores”, dijo Tim Magnusson, director de inversiones de Garda Capital Partners, un fondo de cobertura. “Todo ha sido un poco una transición que la gente de renta fija ha tenido que soportar y a la que se ha tenido que acostumbrar”.

Magnusson afirma que el riesgo de mantener apuestas direccionales durante la noche o el fin de semana es mayor, ya que las sorpresas de los datos tienen más peso. Distenfeld, de AllianceBernstein, ajusta su duración, una medida de la sensibilidad a las tasas de interés, más a menudo de lo que lo ha hecho la firma en los últimos 15 años.

La volatilidad implícita a tres meses del ETF de bonos del Tesoro a más de 20 años iShares (TLT), el cual tiene US$47.000 millones en activos, ha alcanzado una media de 2,5 puntos porcentuales en el último año, por encima de la del ETF SPDR S&P 500 (SPY), de US$520.000 millones. Es una inversión de las tendencias históricas. Desde abril, las tasas de los bonos del Tesoro a 30 años han oscilado en torno a ocho puntos básicos al día, muy por encima del rango diario observado en la última década.

Mucho más activos

Ante esta volatilidad en los precios y tasas, los inversores que sólo han mantenido un índice de bonos del Tesoro de EE.UU. han registrado una pérdida de alrededor del 2% este año. En cambio, los fondos quant de dinero rápido, con una gran proporción de operaciones en renta fija, han subido un 5,3%, según un índice de Barclays.

Esto ayuda a explicar por qué los gestores de activos están manteniendo mucho menos y comprando y vendiendo mucho más. Según un estudio de JPMorgan Chase & Co., los fondos mutuos en renta fija estaban invirtiendo en bonos del Tesoro estadounidense en una proporción un 49% mayor a finales de abril que dos años antes. Una tendencia similar se observa en los bunds alemanes y la deuda pública japonesa.

“Tenemos que ser mucho más activos en la gestión, más rápidos a la hora de añadir, recortar o modificar posicionamiento a lo largo de la curva”, dijo Vincent Mortier, director de inversiones de Amundi SA.

La aceleración en las transacciones también se observa en Wall Street, donde los agentes de bolsa que gestionan el frenético ritmo esperan mayores bonificaciones. En el mercado general, los gestores de fondos intentan recuperar los cientos de miles de millones de dólares perdidos en fondos indexados pasivos, promocionando su capacidad para negociar y ganarle al mercado.

Aun así, los fondos de bonos estadounidenses gestionados activamente todavía no han registrado ganancias en 2024: los que tienen activos de más de US$1.000 millones perdieron una media del 0,5% este año hasta el martes, según datos recopilados por Bloomberg. Aun así, superan a su índice de referencia, que ha perdido un 1,6% en este periodo.

Como ocurre con la mayoría de las cosas en el mercado de bonos, la volatilidad empieza y termina con los banqueros centrales. Su retirada desde 2022 como los mayores compradores del mercado de bonos ha dado paso a los inversores sensibles a los precios que exigen mayores pagos para comprar cuando hay exceso de oferta.

“La volatilidad también es una oportunidad”, afirma John Madziyire, gestor de carteras de Vanguard, quien gestiona US$9,3 billones. “Si eres un inversor a largo plazo te da mejores niveles de entrada”.

Visiones a largo plazo

Las oscilaciones de las tasas están un 50% por encima de los niveles anteriores a 2022, según una medición de AlphaSimplex Group a partir de la volatilidad intradía de las tasas soberanas en el mercado de futuros. Aunque los hedge funds como AlphaSimplex acogen con satisfacción estas oscilaciones, suponen un problema para las empresas tradicionales que confían en una combinación del 60% de acciones y el 40% de bonos.

“Si se adopta una visión a largo plazo, como hacen muchos inversores, entonces se corre mucho más riesgo del que muchos esperan con los bonos”, afirma Kathryn Kaminski, estratega jefe de investigación de la firma.

En lugar de experimentar con la volatilidad de la renta fija, algunos gestores de dinero están buscando en otra parte el poder de cobertura que solían obtener de los bonos. JPMorgan Asset Management está sustituyendo los bonos por activos privados menos líquidos pero menos volátiles. State Street Global Advisors y Aviva Investors se decantan por el oro.

El regreso de una política más flexible por parte de los bancos centrales puede calmar la volatilidad, pero probablemente no vuelva a ser la misma que antes de la subida de tasas. Los mercados financieros ya se han movido para prever más tumultos, ya que las elevadas tasas de la Reserva Federal, los crecientes déficits fiscales de EE.UU. y el aumento de las tensiones geopolíticas en todo el mundo mantienen elevada la volatilidad.

“Los bonos ya no son el ancla segura que solían ser, y el aumento de la volatilidad tiene implicaciones para las carteras”, afirma David Kelly, estratega jefe mundial de J.P. Morgan Asset Management. “Este no es el mercado de bonos de tu padre y tienes que ajustarte adecuadamente”.

Nota Original: Bond Market’s Old Guard Feel Need for Speed in Volatile Era (1)

--Con la colaboración de Sujata Rao, Ye Xie, Sam Potter, Carter Johnson y Gina Turner.

More stories like this are available on bloomberg.com

©2024 Bloomberg L.P.

Guardar

Nuevo