La forma de pensar de Siza, al descubierto a través de sus dibujos

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Paula Fernández

Lisboa, 17 may (EFE).- Dibujar es una forma de pensar para Álvaro Siza y el punto de partida para una nueva exposición de la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa, que quiere ser un gran "atlas" del trabajo y las obras del arquitecto, pero también mostrar aspectos de su personalidad.

'Siza', como se titula la muestra, abre sus puertas este viernes con miles de bocetos, dibujos, esquemas, apuntes, retratos, acuarelas y otros trabajos seleccionados de entre más de medio millón de piezas del archivo de diferentes instituciones y colecciones privadas, repartidas en dos plantas de la fundación portuguesa.

El punto de partida es el dibujo y el trazo de Siza (Matosinhos, 1933), como explicó el comisario de la exposición, el arquitecto gallego Carlos Quintáns, que analizó durante un año todo el acervo del portugués para intentar dar una visión global de la persona y la obra.

"Dibujar para Siza es una forma de pensar. Él establece un procedimiento con el cual va contando lo que imagina o simplemente lo que documenta", señaló a EFE.

El arquitecto luso, uno de los más reconocidos a nivel mundial, dibuja mientras trabaja, pero también cuando come, cuando escucha música, mientras ve una película o incluso durante una conversación.

Esa "forma de pensar" puede verse tanto en la primera parte de la muestra, 'La arquitectura', dedicada a su obra, como en la segunda, 'El arquitecto', centrada en su universo personal.

Cerca de 900 fotografías -90 en papel y el resto proyectadas- de sus obras, realizadas por el español Juan Rodríguez, abren la exposición, junto a decenas de cuadernos negros tamaño A4 en los que Siza trabajaba y que "contienen su energía", según Quintáns.

La muestra continúa con 90 obras plasmadas en seis enormes mesas de casi cinco metros de largo que obligan al visitante a inclinarse como un arquitecto haría sobre su escritorio de trabajo para analizar los planos y bocetos.

También se exponen muebles diseñados por el portugués, donde se puede apreciar su carácter bromista, apuntó el comisario: en vez de diseñar bancos para una iglesia, proyectaba sillas; en un auditorio, en vez de butacas, colocaba bancos.

"Siza cuestiona todo", insistió Quintáns, que quiso hacer un guiño a estos juegos que plagan la obra del arquitecto y por eso algunas de las patas de los expositores de la muestra están giradas.

En otra sala de la Gulbenkian, más pequeña, está la parte más intimista: las acuarelas que pintó, un minúsculo autorretrato de 4x4 centímetros, obras de sus familiares o retales de sus viajes.

Aparecen igualmente artistas de los que aprendió y con los que mejoró su trazo observando su obra, como el francés Henri Matisse y el portugués Amadeo de Souza-Cardoso.

Una de sus principales inspiraciones fue Pablo Picasso -"la arquitectura de Siza debe entenderse desde el cubismo", aseveró Quintáns-, por lo que se ha incluido en la exposición un boceto del pintor español que muestra una mano y una mujer.

En el proceso de aprendizaje de Siza también influyeron sus viajes, plasmados a través de centenares de dibujos de los lugares que visitó.

La exposición "es un atlas de Siza en el que aparece todo menos una cosa: el fútbol", defendió su comisario, que agregó que se han quedado fuera otros detalles característicos del arquitecto como su pasión por la música jazz o el aroma a café.

Lo que sí que tiene cabida es su hábito de fumar: una vitrina con 39 paquetes de Camel con dibujos realizados por Siza mientras veía la televisión y fumaba.

La exposición, que estará abierta hasta el 26 de agosto, cuenta con piezas del archivo del Serralves de Oporto, el Centro Canadiense de Arquitectura, el Drawing Matters británico y pequeñas colecciones del MoMA neoyorquino y el Pompidou parisino, entre otros. EFE

pfm/ssa/alf

(foto)(vídeo)

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