Imane Rachidi
La Haya, 16 may (EFE).- El acuerdo de gobierno presentado este jueves por la extrema derecha en Países Bajos, que logró un pacto con tres partidos de centroderecha, plantea reducir el asilo y la migración bajo una “cláusula de exclusión” de las políticas europeas, limitar las ambiciones climáticas, aliviar al sector agrícola de las normas ambientales, y mantener el apoyo a Ucrania.
En un documento de 26 páginas publicado bajo el título “Esperanza, coraje y orgullo”, el partido de extrema derecha PVV, el liberal VVD, el democristiano NSC y los granjeros BBB, establecen los puntos base del acuerdo que han alcanzado casi seis meses después de las elecciones, aunque la política en práctica la determinará aún el futuro gabinete.
Geert Wilders (PVV), conocido por sus declaraciones contra el islam y la inmigración, explicó, junto a sus tres socios, los detalles del acuerdo que alcanzó como ganador de las elecciones del 22 de noviembre, cuando se hizo con 37 de los 150 escaños del Parlamento.
“Hoy estamos haciendo historia, Juntos como cuatro partidos, pero también el PVV, mi propio partido, entrará en el gobierno. En el centro del poder. Pasamos de ser el partido más grande de la oposición, al partido gobernante más grande. El sol volverá a brillar en Países Bajos”, señaló Wilders, en su presentación.
Los cuatro partidos proponen el paquete de asilo “más estricto hasta la fecha”, que introducirá una Ley de Crisis de Asilo con medidas de gran alcance en caso de una “crisis” de refugiados.
Solicitarán una “cláusula de exclusión” a la Comisión Europea para no participar en la política de asilo y migración comunitaria, y exigirán más vigilancia fronteriza en la Unión Europea (UE).
Países Bajos abolirá el permiso de asilo indefinido y ajustará el de residencia temporal; deportará “tanto como sea posible, incluso por la fuerza” a los solicitantes de asilo cuyas solicitudes hayan sido denegadas; eliminará la reunificación familiar automática y “limitará drásticamente” el número de personas que pueden sumarse a sus familiares en Países Bajos.
También habrá requisitos adicionales para migrantes laborales de fuera de la UE y se impondrán límites a la llegada de estudiantes extranjeros, con más programas en neerlandés (en detrimento del inglés), mayores tasas de matrícula para universitarios no europeos, y un número máximo de alumnos extranjeros.
En este mismo apartado, los cuatro partidos proponen educación obligatoria sobre el Holocausto, junto a, señalan, una regulación más dura de las llamadas a la oración para los musulmanes.
Los partidos han acordado en total un recorte neto de gastos de 4700 millones de euros al año.
“Ya sea que se trate de seguridad social, atención médica, dinero en nuestros bolsillos o la disponibilidad de vivienda suficiente, nuestra ambición es grande”, prometen. Quieren reforzar la seguridad social, promover guarderías gratuitas y seguridad del mercado laboral.
Además, se buscará crear estructuralmente unas 100.000 nuevas viviendas al año, mientras se limitará el aumento de impuestos sobre la propiedad y el aumento del alquiler social.
El democristiano Pieter Omtzigt también ha logrado sacar adelante uno de sus mayores deseos: el establecimiento de un Tribunal Constitucional para que realice evaluaciones de las leyes.
Los partidos prometen “hacer todo lo posible” para cambiar las directivas europeas sobre agricultura, como quiere BBB, adaptar las Directivas de Nitratos y “recalibrar” las áreas de reservas naturales protegidas.
En este sentido, no habrá reducción forzosa de población ganadera ni compra forzosas de granjas, y se recuperará el impuesto especial reducido sobre el diésel para los agricultores, jardineros y contratistas, eliminado en 2013.
Aseguran adherirse a los objetivos climáticos existentes, “pero si no se alcanzan los objetivos, habrá políticas alternativas”. Su plan es construir cuatro nuevas centrales nucleares y enfocarse en buscar más independencia energética y una producción de energía sostenible, pero abolirán las subvenciones para coches eléctricos.
Además, intensificarán la lucha contra el crimen organizado con “más enfoque en la confiscación de activos” y el blanqueo de capitales, e impondrán penas más severas a delitos graves como terrorismo, violencia y delitos sexuales, con penas máximos más altas en la ley penal juvenil.
“Países Bajos continúa apoyando a Ucrania política, militar, financiera y moralmente contra la agresión rusa”, afirma el acuerdo. Consagrarán por ley el estándar de la OTAN de gastar el 2% del PIB en Defensa.
Los partidos quieren investigar “cuándo puede tener lugar una reubicación de la embajada (neerlandesa) a Jerusalén (desde Tel Aviv)”, una propuesta controvertida dado el estatus complejo de Jerusalén y en plena guerra israelí en Gaza. EFE
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