Jesús Vidal, actor, un Goya y ahora… coach empresarial

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Madrid, 1 mar (EFE).- Jesús Vidal. Estudió filología, periodismo y marketing. Actor. Ganó un Goya por 'Campeones'. Ahora también es 'coach' empresarial. Asesora a corporaciones y a clubes deportivos. "Empleo técnicas para sacar lo mejor de sus recursos humanos y de sus habilidades". Hincha de la Real Sociedad, pone de relieve el liderazgo de Imanol Alguacil y Mikel Oyarzábal; y la gestión de Roberto Olabe. Jesús Vidal se define en una entrevista con EFE como "el Stevie Wonder de las empresas".

Pregunta: ¿Qué le ha llevado a iniciar esta nueva etapa en su vida profesional como conferenciante?

Respuesta: A los 18 años me quedé ciego del ojo derecho y del izquierdo veo muy mal. Tengo el 10% de visión. Decidí que mi vida no podía pararse ahí. Mi familia, mis amigos y las cosas que me gustaban no se lo merecían. Necesitaba vivir la vida en toda su plenitud. Con todos sus colores. En mis ponencias trabajo la empatía, ‘team building’, características de identidad de un equipo. No veo inclusión y diversidad en los consejos directivos de las empresas. Intento focalizar la atención en lo que las personas y las empresas podemos hacer y no en lo que nos cuesta o no dominamos. Reto a las empresas para conocer mejor las capacidades de sus empleados y su propio autoanálisis como corporación.

P: ¿Qué retorno está teniendo del mundo empresarial?

He participado en grandes eventos como la HR Innovation Summit 2023, he dado ponencias en empresas como Santander, AON, Mapfre, Danone, Atresmedia, Microsoft, Google, HP, Accenture o Ranstad. He intervenido en congresos de Medicina y Deporte, he dado charlas y participado en eventos de clubes deportivos, como la Real Sociedad B, el Sporting de Gijón, Ademar León y la Cultural Leonesa.

P: Cuénteme, ¿Qué sintió el día que pudo hablar con los chicos de la Real Sociedad, el club de su vida?

R: El día que me llevaron a Zubieta fue un regalo inmenso porque vi a los propios chavales en su medio y les di un mensaje motivador; les dije que la inspiración había que buscarla en disfrutar del juego y del equipo, en ayudarse unos a otros… en esas edades no importaba tanto la victoria y la derrota, y sí de disfrutar del juego.

P: Seguro que sufrió este pasado martes con la derrota de la Real en la Copa del Rey frente al Mallorca. ¿Cómo se imagina a Imanol Alguacil, uno de sus ídolos, apelando a la resiliencia para levantar al equipo?.

R: La Real Sociedad está atravesando un momento muy difícil a nivel físico y psicológico. Los mejores jugadores no están en las mejores condiciones. Las lesiones han hecho daño. No hay un escenario óptimo. Sin embargo, me quedo con un dato. Gracias a un cambio fundamental, que fue la inclusión del capitán, Oyarzábal, se pudo dar la vuelta en un tramo del partido del otro día a una situación muy adversa gracias a sus valores de jerarquía, capitanía, de mando. La Real tuvo ocasiones claras de ganar el partido, se falló un penalti… y sin embargo la Real consiguió levantar ese gol en contra. Imanol y el equipo pueden sacar conclusiones muy positivas de cómo se recompuso la situación. El equipo se podría haber desmoralizado con el gol encajado, pero se vino arriba, reencontró la identidad del equipo a través de Mikel Oyarzábal, con el apoyo de la afición en el estadio… Estos rasgos permitieron reconducir una situación de verdadera crisis. Me quedo con la lectura positiva. Luego se cayó en los penaltis.

El perfil de Imanol y de toda la Real Sociedad es de normalidad. Una de las imágenes que me quedó en el cerebro y en el corazón para toda mi vida el día que les conocí fue la de estar comiendo con ellos y de estar al lado de personas normales, no de estrellas. Esto es fundamental.

La normalidad y humanidad de Oyarzábal y de todo el equipo y staff es otra razón para quererles.

P: Cuando usted se pone delante de los empleados y ejecutivos de las empresas, con su micrófono de diadema, en el turno de preguntas, ¿Qué es lo que más le cuestionan?.

R: Ellos se sorprenden mucho de mis nociones de marketing y del mundo de la empresa. Muchas veces me preguntan si he estado en empresas y yo les digo que he estudiado marketing y que he trabajado en departamentos de comunicación y marketing de empresas. En mí se dan las tres facetas: humana, artística y empresarial.

P: Los que le conocen de hace años, sabemos de sus inquietudes deportivas y su conocimiento casi enciclopédico de este sector. Es amante del boxeo. ¿Qué aprende una persona en el boxeo?

R: Fundamentalmente la nobleza. El boxeo es conocido como ‘el noble arte’. En pocos deportes vemos a profesionales que, después de haber sometido su cuerpo a un gran estrés, suena la campana y, con sus cuerpos heridos, con sangre, lo primero que hacen es abrazarse. En fútbol o baloncesto vemos a jugadores que a veces simulan un penalti o una falta personal, que cuando se acaba el partido se van a por el árbitro, se forman tanganas… pero en el boxeo los contendientes se abrazan. Se ve deportividad y gran nobleza. Es darlo todo y, cuando suena la campana, ver al rival como una persona en la que me refugio, a la que abrazo. Me emociona. Mis boxeadores favoritos son Cassius Clay y Carlos Monzón, y de ahora, Floyd Maywhether y Manny Pacquiao.

P: ¿Por qué admira tanto a los Boston Celtics?

Son el equipo del ‘Celtic pride’, de la leyenda de Irlanda. De ‘voy perdiendo de 21 puntos y acabo ganando el partido por uno’. Mi buque insignia puede estar lesionado, pero el resto del equipo da lo mejor de sí mismo para hacer un partido memorable. La afición del Garden forma parte del equipo. Nunca se puede dar por muertos a los Celtics. Jayson Tatum es un jugador maravilloso, pero no es una megaestrella. Son capaces de hacer una temporada regular soberbia, de disputar una final hace dos años contra los Golden State Warriors cuando hicieron una gran final hasta que el físico les impidió dar más. Es un equipo competitivo hasta el extremo, por eso soy fan de los Celtics, siempre.

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